Ocasi¨®n mal aprovechada
La construcci¨®n de Andaluc¨ªa como comunidad aut¨®noma a partir de la entrada en vigor de la Constituci¨®n ha estado marcada por un hecho singular: la autoexclusi¨®n de la derecha espa?ola de la misma. Dicha autoexclusi¨®n se expres¨® en el acuerdo adoptado por el Comit¨¦ Ejecutivo de UCD de 13 de enero de 1980, por el que se decidi¨® que todas las regiones que se constituyeran en comunidades aut¨®nomas, tras haberse constituido Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y Galicia por la v¨ªa del art¨ªculo 151 de la CE, lo har¨ªan por la v¨ªa del art¨ªculo 143 CE, enfrent¨¢ndose de manera directa con la voluntad expresada por todos los partidos andaluces, UCD incluida, a trav¨¦s de los Pactos de Antequera de 1978, de iniciar el acceso a la autonom¨ªa por la v¨ªa del art¨ªculo 151 CE.
Los Pactos de Antequera se tradujeron en la aprobaci¨®n de mociones en la casi totalidad de los municipios andaluces en las que se daba cumplimiento a lo exigido por el apartado 1 del art¨ªculo 151 CE. De ah¨ª la necesidad de que, en cumplimiento de lo previsto en la Constituci¨®n, se tuviera que convocar el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n de la iniciativa auton¨®mica para el 28-F de 1980.
Dicha autoexclusi¨®n se mantuvo en la campa?a del refer¨¦ndum, en la que el mensaje de UCD, como se recordar¨¢, fue: "Andaluz: ¨¦ste no es tu refer¨¦ndum", convirti¨¦ndose de esta manera en la diana de la rebeli¨®n popular espont¨¢nea en que se convirti¨® el desarrollo de la campa?a, que desemboc¨® en la votaci¨®n del 28-F.
Los dirigentes andaluces de UCD, salvo honros¨ªsimas excepciones, como la del ministro Manuel Clavero, secundaron la autoexclusi¨®n acordada por la direcci¨®n nacional. Dicha autoexclusi¨®n convirti¨® a UCD en un partido inviable como partido andaluz y, como consecuencia de ello, como partido espa?ol.
De ah¨ª que, a partir de ese momento, se iniciara el proceso de descomposici¨®n de UCD, que la llevar¨ªa a su extinci¨®n dos a?os despu¨¦s. El terremoto andaluz oblig¨® a la derecha espa?ola a reconstituirse pol¨ªticamente, siendo sustituido UCD por AP a partir de 1982. AP, en contra en ese momento y durante toda al d¨¦cada de los ochenta de la estructura del Estado construida a partir de la Constituci¨®n, se refundar¨ªa como PP en el Congreso de Sevilla de 1989, en el que aceptar¨ªa definitivamente dicha estructura del Estado.
Esa autoexclusi¨®n de la derecha espa?ola ha sido muy negativa para el PP, al que le ha resultado muy dif¨ªcil competir en las elecciones auton¨®micas andaluzas. Pero tambi¨¦n ha sido negativa para la propia comunidad aut¨®noma, en la medida en que una parte muy significativa del cuerpo electoral no se ha visto reconocida en el Estatuto de Autonom¨ªa. El ejercicio del derecho a la autonom¨ªa se ha visto debilitado por esa falta de integraci¨®n de la derecha andaluza.
Algo se ha ido corrigiendo esta situaci¨®n inicial a lo largo de estos 30 a?os, pero no se ha hecho todo lo que se deber¨ªa y podr¨ªa haber hecho. Hemos tenido la oportunidad de hacerlo con la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa, que habr¨ªa sido la ocasi¨®n ideal para que el PP pusiera fin a lo que fue su posici¨®n de fuera de juego en el momento estatuyente originario, pero la forma cicatera en que se comport¨® a lo largo de todo el proceso de elaboraci¨®n de la reforma y su escaso entusiasmo en la campa?a del refer¨¦ndum de ratificaci¨®n, no fue lo que la importancia del asunto exig¨ªa.
Todav¨ªa 30 a?os despu¨¦s del momento fundacional de la autonom¨ªa andaluza, sigue sin haber una valoraci¨®n uniforme e indiscutida de lo que dicha autonom¨ªa ha significado para nuestra tierra. Esto electoralmente puede beneficiar a unos y perjudicar a otros, pero pol¨ªticamente nos afecta negativamente a todos.
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