Tijeras de curas
Los propios curas se prohibieron a s¨ª mismos el ir al cine, acatando la orden del cardenal primado de Roma de 1903, es decir, ocho a?os despu¨¦s de que el cine se inventara. Las pel¨ªculas eran un peligro para la moral cat¨®lica. Parad¨®jicamente, se permit¨ªa que junto a las iglesias se abriera una sala de cine, que era negocio rentable en aquellos tiempos.
El Papa P¨ªo XII resolvi¨® la contradicci¨®n a?os m¨¢s tarde declarando que el cine pod¨ªa hacer da?o, pero tambi¨¦n el bien. Prohibamos las pel¨ªculas que no nos convienen y saquemos dinerito de las otras.
En Espa?a, la censura cinematogr¨¢fica fue establecida en 1912 "por elementos capacitados", entre los que figuraban un sacerdote y una dama catequista. Desde entonces, la Iglesia cat¨®lica no ha dejado de estar detr¨¢s o delante de la censura, y ahora mismo, en el siglo XXI, la Confederaci¨®n Cat¨®lica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos exige la dimisi¨®n de Ignasi Guardans, director general del Cine, porque no ha contado con ninguno de ellos para la comisi¨®n que acaba de nombrarse.
No es una comisi¨®n de censura directa, ya que en este pa¨ªs cualquier menor puede ver la pel¨ªcula que le venga en gana, excepto las clasificadas con una X, sino que se limita a dar consejos para que no se vaya a ver tal o cual pel¨ªcula si no se tiene la edad adecuada. Guardans dice haber recibido amenazas por escrito para que incluyera en esa comisi¨®n a uno de los miembros de la citada sociedad cat¨®lica, lo que no ha hecho, cabre¨¢ndolos. En sus protestas, denuncian que los miembros de la comisi¨®n en cuesti¨®n cobran por su trabajo. Cuidado Guardans, con la Iglesia hemos topado.
El af¨¢n por censurar no ha cesado nunca. Acaba de aparecer un libro curioso y divertido, La censura franquista en el cine de papel, en el que se recogen muchas de las impuestas alteraciones en los carteles de las pel¨ªculas por un exceso de escotes, lucimiento de piernas femeninas o besos apasionados. Da bastante risa todo lo que cuenta, pero ojo, aquellos tiempos no han pasado del todo, siguen agazapados y con ganas de volver.
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