Dos escritoras comprometidas
La periodista alemana Petra Reski viaj¨® por primera vez a Palermo en 1989 para hacer un reportaje sobre la Mafia. De regreso a su pa¨ªs, pas¨® dos d¨ªas en Venecia, se enamor¨® de un veneciano, se cas¨® y se qued¨® all¨ª para siempre. Colaboradora del diario Die Zeit, entre otros medios, investiga desde entonces ese fen¨®meno de violencia, corrupci¨®n y, sobre todo, de dinero que naci¨® en el sur de Italia y que se ha expandido, insiste, m¨¢s all¨¢ de Italia. La matanza de seis calabreses en Duisburgo (Alemania) a cargo de la 'Ndrangheta en agosto de 2007 la empuj¨® a escribir Mafia, para explicar a sus paisanos c¨®mo la Mafia se ha instalado desde hace d¨¦cadas en Alemania. "Si no hay muertos, no hay Mafia, y hasta lo de Duisburgo no hab¨ªa habido muertos. Caus¨® un gran impacto en el momento", dice. "Pero no acaban de tom¨¢rselo en serio y yo no me canso de repetir que no es un fen¨®meno folcl¨®rico de pueblitos atrasados del sur de Italia".
"?Qu¨¦ puede significar para Europa la expansi¨®n de la Mafia? (Donna Leon) "Que se la est¨¢n comiendo. Se ense?orean en toda Europa" (Petra Reski)
En el transcurso de su trabajo hab¨ªa sido amenazada dos veces, una en Corleone (Sicilia) y otra en San Luca (Calabria). Algunos amigos alemanes le preguntaron si no era peligroso escribir sobre eso. "Todo el mundo sabe que los periodistas italianos que investigan la Mafia tienen que vivir con protecci¨®n policial. Les dije que no hab¨ªa problema, que Mafia ser¨ªa publicado en Alemania". La escritora explica que admira el trabajo de Roberto Saviano en Gomorra, sobre la Camorra napolitana. Lo que menos pod¨ªa imaginar es que su libro ser¨ªa censurado en Alemania y que tambi¨¦n all¨ª percibir¨ªa la sombra de ese poder tenebroso.
Los abogados de tres "personajes", como los define Petra, se querellaron contra ella y contra la editorial, Droemerschent. Los editores optaron por tachar los p¨¢rrafos referentes a esos nombres y continuar con la distribuci¨®n y promoci¨®n. La primera gira que hizo Reski por su pa¨ªs no fue agradable. En una librer¨ªa de Erfurt, el moderador del acto le dijo que el libro estaba lleno de falsedades y que ¨¦l era un buen amigo de uno de los demandantes. Algunos italianos presentes la acusaron de manchar el honor de los querellantes, le llamaron mentirosa e incluso le espetaron: "?Aqu¨ª la mafiosa es usted!". Acabada la velada, alemanes e italianos presentes se ofrecieron a acompa?arla al hotel. Por lo que pudiera pasar. Reski fue elegida en Alemania Mejor Periodista 2008 en la categor¨ªa de periodismo de reportajes el mismo a?o en que se public¨® el libro. En 2009 obtuvo en Italia el Premio Civitas por su lucha contra la Mafia.
Cuando Droemerschen vendi¨® los derechos del libro a Espa?a (Seix Barral) e Italia, les advirti¨® de las querellas presentadas y los editores decidieron mantener las tachaduras para evitar querellas.
Una de las personas que m¨¢s defienden y apoyan a Petra Reski es la escritora estadounidense afincada en Venecia Donna Leon, la creadora del popular comisario Guido Brunetti. Donna se ha tomado casi como una cruzada personal el libro de Reski. Para hablar de ¨¦l, de la Mafia y la pol¨ªtica, de las mujeres de la Mafia, de la Mafia y la religi¨®n se reunieron ambas en Venecia y recordaron viejos tiempos.
"Nos conocemos desde hace 10 o 12 a?os", dice Petra. "Yo creo que m¨¢s", a?ade su amiga. "Fue el a?o en que se quem¨® La Fenice, en 1996", concreta Donna, que de m¨²sica cl¨¢sica y ¨®pera, sus grandes pasiones, lo sabe todo. "Donna, por favor, entre se?oras estas cosas de los a?os no se dicen, ?hay que decir exactamente el a?o?". "Yo ten¨ªa 28". "Ya, claro. Y yo 15". Ambas estallan en risas. Petra naci¨® en 1958 en la regi¨®n del Ruhr, y Donna, en 1942, en Nueva Jersey (Estados Unidos).
Leon vive en Venecia desde 1981. Ambas se conocieron cuando Petra le prest¨® un libro del que Donna ten¨ªa que hacer la cr¨ªtica. Congeniaron. "Trabajamos la misma cosa desde puntos de vista diferentes", explica Leon.
Donna Leon y Petra Reski se citan en el Antico Martini, uno de los restaurantes m¨¢s antiguos de Venecia, junto a La Fenice. "Tiene los cocineros m¨¢s creativos y el mejor ambiente", seg¨²n Petra, a quien la saludan como dotoressa.
Donna lleva camisa blanca, americana roja y sus Levi's 501 de siempre. "As¨ª no tengo que elegir cuando compro ropa. En esas cosas me aburre decidirme. Cuando comemos o cenamos juntas, es Petra quien elige los platos. Yo como lo que me ponen. Me da una pereza infinita leer el men¨²". Petra, impresionante, de negro total. Falda tubo a?os cincuenta, una cazadora de fin¨ªsima piel entallada hasta el mil¨ªmetro. Botas de media ca?a y tacones de aguja alt¨ªsimos. Y una camiseta negra de la Negra y Criminal, la popular librer¨ªa barcelonesa especializada en g¨¦nero negro que regala camisetas a autores y lectores. Estuvo all¨ª durante la semana negra y no dud¨® en pon¨¦rsela. "Deber¨ªa regalarle una a Condoleezza Rice, por lo de negra y criminal".
Donna bromea con su amiga. "Si se le incendia la casa, Petra es capaz de hacer esperar a los bomberos para arreglarse el pelo". Lo de estar estupenda es una ventaja. "Cuando trabajo, muchos italianos me toman por una rubia medio tonta y eso facilita mucho las cosas". "De tonta, nada", apostilla Leon. "Muchas de las cosas que s¨¦ de la Mafia las he aprendido de Petra, de sus art¨ªculos y sus libros".
Hay confianza entre ambas. No paran de charlar mientras las retrata el fot¨®grafo. Rompen incluso el pacto de no hablar de la Mafia durante el almuerzo. El tema es feo y tanto Petra como Donna reconocen que pueden hacerse pesadas hablando del asunto, pero lo hacen entre risas. Les apasiona tanto como el futuro de Italia y de Europa.
Donna Leon. Petra, ?tienes miedo? ?D¨®nde te sientes mejor, en Italia o en Alemania?
Petra Reski. No quiero tener miedo. No quiero ser una v¨ªctima. Y, desde luego, me siento mejor en Italia. Aqu¨ª todos saben lo que es la Mafia. En Alemania ni se enteran ni entienden que pueda estar amenazada, es una humillaci¨®n. Y encima que no te creen en tu propio pa¨ªs. Los italianos me han respaldado de una manera espectacular, fue como una ola de solidaridad. Hasta mi frutero me entiende. En cambio, en Alemania tuve la sensaci¨®n de que pensaban que quiz¨¢ me hab¨ªa equivocado, que quiz¨¢ hab¨ªa escrito algo que no deb¨ªa.
D. L. ?Fue duro el juicio?
P. R. Imag¨ªnate lo que fue la vista oral con un personaje como Marco Spitanti, y le llamo personaje porque si le llamo mafioso me pone otra querella. Estaba con su mujer, que se pas¨® el juicio amenaz¨¢ndome y maldici¨¦ndome, y luego el juez, que era pura condescendencia. Vamos a ver qu¨¦ has escrito, la que has liado... como si yo fuera una periodista que hubiera escrito sin informarme.
D. L. Los nombres de esos tres personajes, como t¨² los llamas, han aparecido en diversos medios y si se lee bien tu libro tambi¨¦n se les puede localizar. La informaci¨®n que aportas procede en su mayor¨ªa de fuentes oficiales, de entrevistas con arrepentidos... ?Qu¨¦ puede objetar la justicia alemana?
P. R. En mi pa¨ªs no es delito pertenecer a la Mafia. Nadie m¨¢s ha objetado por mi informaci¨®n. Lo que cuento, por ejemplo, de la amistad entre Marcello dellUtri, mano derecha de Silvio Berlusconi, est¨¢ explicado en 2.500 p¨¢ginas de investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa de Palermo. Dell'Utri, senador por Forza Italia y parlamentario europeo, fue condenado en 2004, en primera instancia, a nueve a?os de prisi¨®n por apoyo a la Mafia.
D. L. Antes habl¨¢bamos de d¨®nde te sientes mejor, pero en cuanto a seguridad, ?qu¨¦ hay?
P.R. La polic¨ªa alemana s¨ª entendi¨® la amenaza y se lo tom¨® en serio. De hecho, cuando voy a un acto p¨²blico siempre hay presencia policial, aunque eso no quiere decir seguridad personal, es m¨¢s un gesto. En Italia, la polic¨ªa est¨¢ al corriente de mi situaci¨®n. Vivo en Venecia, que log¨ªsticamente es un lugar seguro. Un juez me dijo que si viviera en Mil¨¢n o en el Sur me habr¨ªan puesto escolta, pero afortunadamente vivo en Venecia, porque con escolta se te acaba la vida.
D. L. Cuentas en el libro que el origen del enfrentamiento de los Nirta Strangio y los Pelle Vottari, dos clanes de la 'Ndrangheta calabresa, se debe a que uno lanz¨® un huevo a otro en un carnaval.
P. R. En San Luca, coraz¨®n negro de Calabria, hay 4.000 habitantes y 39 clanes. S¨ª empez¨® por el lanzamiento de un huevo, una banalidad, pero una ofensa calabresa. Del gesto aparentemente inocuo se pasa a mayores. La matanza de Duisburgo se inici¨® en 2006, cuando Maria Strangio fue asesinada por el clan rival, un atentado que en realidad deb¨ªa acabar con la vida de su marido, el 'ndranghetista Gianluca Nirta. Eso s¨®lo se puede lavar con sangre.
D. L. Explicas c¨®mo se ha instalado la Mafia en Alemania, c¨®mo blanquean dinero, c¨®mo compran restaurantes y hoteles. Pero ?y Espa?a? Hace poco le¨ª que hab¨ªan detenido a un capo de la Camorra en Barcelona. ?Tambi¨¦n les interesa Espa?a?
P. R. Les interesa por otros motivos. Es la barriga blandita de Europa. Espa?a y Holanda son los dos pa¨ªses por donde m¨¢s droga entra en Europa. Hay m¨¢s razones. Las c¨¢rceles espa?olas son para los mafiosos como el Club Med: los capos despachan tranquilamente desde la prisi¨®n con sus m¨®viles y contin¨²an sus negocios. Adem¨¢s, el clima es similar y tambi¨¦n el f¨ªsico. Pueden pasar m¨¢s inadvertidos.
D. L. En Alemania se percibe la Mafia como algo lejano, ?y en Espa?a?
P. R. Polic¨ªas italianos me dijeron que Alemania no est¨¢ preparada para luchar contra la Mafia; en Espa?a est¨¢n mejor dotados para la sospecha, pero aun as¨ª no calibran su poder de penetraci¨®n.
D. L. A largo plazo, ?qu¨¦ puede significar para Europa esa expansi¨®n?
P. R. Que se la est¨¢n comiendo. Lo que m¨¢s me molesta es que se ense?orean en toda Europa.
D. L. Parece que estemos en la Edad Media, con sus se?ores feudales.
P. R. Algo as¨ª. Pactan entre ellos, con los albaneses, con los rusos. La Mafia italiana ya no vende la droga al detalle, han subcontratado el negocio a los marroqu¨ªes principalmente. La situaci¨®n de Italia es como de guerra civil soterrada. La Mafia se ha apoderado de gran parte del sistema pol¨ªtico. En Rusia, cuando se rompi¨® el PC, las organizaciones mafiosas ocuparon todas las estructuras. Gas y petr¨®leo son buenos alicientes. Hay democracias parlamentarias y hay democracias mafiosas. No me canso de repetir que no es s¨®lo un problema italiano, es un asunto europeo.
D. L. ?Quieres decir que la Uni¨®n Europea es propicia al desarrollo de estas organizaciones criminales?
P. R. Yo dir¨ªa que lo que se dice propiciar no, pero hay mucha ignorancia. Adem¨¢s, la UE se encontr¨® con un sistema ya contaminado.
D. L. Petra, a ti te pasa lo que a m¨ª. Que cuando empiezo a hablar de ecolog¨ªa la gente bosteza. Es que antes de abrir la boca ya ponen cara de hast¨ªo.
P. R. Lo mismo. Amigas periodistas de toda la vida me dicen que veo a la Mafia hasta en el caf¨¦ con leche.
D. L. Vaya par de pesimistas estamos hechas.
p. r. Lo que pasa es que ante el poder de las multinacionales, de las grandes industrias, de Gobiernos culpables de omisi¨®n, el individuo se inhibe, siente que no puede hacer nada.
D. L. S¨®lo podemos hacer peque?as cosas.
P. R. Yo he llegado a la conclusi¨®n de que s¨ª podemos hacer algo. Cuando escribo en la prensa alemana temas como las relaciones entre Mafia y pol¨ªtica, mis amigos me preguntan si me parece que eso es interesante para el lector alem¨¢n. Es diferente cuando escribes un art¨ªculo que queda estupendo porque est¨¢ lleno de muertos. Como una novela negra en la que no hay muertos. Y no es verdad. Cuando escrib¨ª sobre Salvatore Cuffaro, el pol¨ªtico democristiano y ex presidente regional de Sicilia condenado a cinco a?os en primera instancia por encubrimiento de la Mafia, era necesario hacerlo. Era el que controlaba todo el dinero europeo que entraba. Luego fue condenado a siete a?os en segunda instancia. ?Eso no es interesante?
D. L. ?Qu¨¦ pas¨® con Cuffaro? ?Cumpli¨® la condena?
P.R. Nooo. ?ste es el problema de Italia: si la condena no es de tercer grado, no pasa nada. Fue destituido de su cargo en Sicilia, pero se hizo senador. Ahora tiene inmunidad.
D. L. Parece una broma.
P.R. Es una broma.
D. L. La gente se muestra indiferente, parece que nadie reacciona.
P. R. Para la gente es humillante. Gran parte de Italia est¨¢ sacando partido de esta situaci¨®n. En Italia s¨®lo te puedes hacer pol¨ªtico si tienes algo que esconder. Un pol¨ªtico propone una buena ley y sale alguien que le recuerda que en el a?o tal se compr¨® una casa con dinero negro. Ya est¨¢ pillado, ya ha entrado en el sistema.
D. L. Me cuesta entender que las plazas est¨¦n vac¨ªas, que la gente no se eche a la calle encabronada.
P. R. No est¨¢n vac¨ªas. Hubo un movimiento muy fuerte contra Berlusconi, el vaffanculo, algo as¨ª como decir vete a la mierda, y hay una gran contestaci¨®n en Facebook. Los j¨®venes son muy activos, pero no tienen esperanza. En Italia, todo est¨¢ ocupado por quienes manejan el cotarro. O entras en el juego o no hay silla para ti.
D. L. Petra, me ha interesado especialmente lo que explicas de las mujeres de la Mafia o de las anti-Mafia. Ya rodaste una pel¨ªcula sobre ellas, pero tras leer este libro el tema me sigue impresionando. Desde Letizzia Battaglia, la fot¨®grafa siciliana reconocida en todo el mundo por sus fotograf¨ªas de la Mafia, una mujer libre y luchadora, que lamenta que los 'malos' se hayan apoderado de nuestros valores, hasta Rosaria, joven viuda de Lito Schifani, el escolta del fiscal Falconi que tambi¨¦n muri¨® en el atentado y que se ha convertido en un s¨ªmbolo anti-Mafia, o la mujer de Tot¨® Riina, o la mujer y las hijas del mafioso Vittorio Mangano. Me da la impresi¨®n de que el papel de la mujer es muy importante.
P. R. A m¨ª lo que me asombra es que la gente se sorprenda cuando digo que las mujeres de la Mafia no son meras comparsas. Durante mucho tiempo, el discurso establecido fue que eran pobres v¨ªctimas inocentes de sus maridos violentos e ignorantes. ?Mentira! Una organizaci¨®n de semejante calibre no funcionar¨ªa sin ellas. Son las mujeres las que educan a sus hijos en los valores de la Mafia. Son ellas las que se ponen al frente cuando sus maridos est¨¢n en prisi¨®n o huidos.
D. L. Escribes de dos mujeres estupendas en extremos opuestos. De la fiscal anti-Mafia de Palermo Anna de Palma, que ahora est¨¢ en la Comisi¨®n anti-Mafia de Roma, y de la defensora de los mafiosos Rosalba di Gregorio. Se nota que te cae simp¨¢tica.
P. R. Es evidente de qu¨¦ lado est¨¢ Rosalba. Trabaja al ciento por ciento en defensa de los mafiosos. Tenemos muy claro en qu¨¦ lado est¨¢ cada una. Creo que ella est¨¢ en el lado equivocado y eso no impide que me sea simp¨¢tica. S¨¦ que no soy la ¨²nica, a muchos magistrados tambi¨¦n les cae bien.
D. L. Quiz¨¢ la historia m¨¢s dolorosa sea la de Rita Atria, una siciliana que vio c¨®mo su padre y su hermano mafiosos eran asesinados por sus colegas. A los 16 a?os decidi¨® que la mejor manera de vengarlos era colaborando con la justicia. Ya escribiste un libro sobre ella, pero me emociona.
P. R. Sucedi¨® en el a?o horrible de 1992, en que asesinaron a Falcone y Borsellino. Primero empez¨® su cu?ada, que no pertenec¨ªa a una familia mafiosa, a colaborar con la justicia. Y con ella se fue a Roma. Un magistrado me pas¨® el diario de Rita. La primera cosa que tenemos que hacer es combatir a la Mafia dentro de nosotros. Eso lo escribi¨® una chica de 16 a?os. Impresionante, ?verdad? Transfiri¨® la admiraci¨®n que sent¨ªa por su padre, que era un capo, al fiscal y juez instructor Paolo Borsellino. Cuando iba a cumplir 18 a?os fue asesinado Borsellino, y un mes despu¨¦s, ella se tir¨® desde la ventana del piso de una s¨¦ptima planta en que viv¨ªa. Dej¨® escrito que quer¨ªa ser enterrada con una camisa blanca y una pajarita negra. Ni su madre ni nadie de la familia fueron al funeral. Luego la mamma destroz¨® con un martillo la l¨¢pida en la que se hab¨ªa inscrito La verdad vive y la fotograf¨ªa de su hija.
D. L. ?Qu¨¦ fue de la cu?ada?
P. R. Se hizo polic¨ªa. Es curioso, ya estando casada con un mafioso quer¨ªa ser polic¨ªa. Ahora lo es, con nombre falso, en alg¨²n lugar de Italia.
D. L. T¨² lograste entrevistar a la madre porque te plantaste cada d¨ªa ante la puerta de su casa. Fue terrible, ?no?
P. R. Inolvidable. No mostr¨® pena ni remordimiento.
D. L. La Iglesia, la santa Iglesia, a la que tanto apreciamos. Hablemos de eso.
P. R. Si el Partido Comunista hubiera sido capaz de ponerse de acuerdo con la Iglesia, a¨²n existir¨ªa. Los mafiosos siguen casi todos los mandamientos. Si hay una justicia divina, ?para qu¨¦ preocuparse de la terrenal? Tipos como don Pino Strangio, p¨¢rroco de San Luca, que ya estaba ah¨ª cuando se empez¨® a invertir el dinero de los secuestros en el tr¨¢fico de coca¨ªna y que enterr¨® a tres de las v¨ªctimas de Duisburgo, te ponen los pelos de punta. Pero tambi¨¦n est¨¢ el padre Pugliese, de Palermo, que fue asesinado por la Mafia. Ah¨ª se ve el papel de la Iglesia, que lo dej¨® solo, aislado. Un magistrado me dijo: La Iglesia es siempre m¨¢s veloz que nosotros".
D. L. Las historias de la Mafia siempre son tristes. Petra, ?piensas continuar?
P. R. S¨ª, ya lo estoy haciendo. Incluso bajo amenaza, he descubierto cosas muy interesantes en Erfurt y Duisburgo, esa zona de Alemania donde reina la 'Ndrangheta que me amenaz¨®. Me puse una peluca negra... Parec¨ªa una prostituta rusa. Debo continuar porque no quiero rendirme. Adem¨¢s, quiero investigar para mi nuevo libro. As¨ª podr¨¢n censurarlo tambi¨¦n.
Cruzada contra la sombra de la Mafia
Petra Reski
(Kamen, Alemania, 1958) es una experta en el mundo de la Mafia. Estudio filolog¨ªa, literatura y ciencias sociales en Trier, M¨¹nster y Par¨ªs, y trabaj¨® en importantes medios alemanes, como 'Stern' o 'Die Zeit'.
Viaj¨® a Sicilia a finales de la d¨¦cada de los ochenta y acab¨® qued¨¢ndose a vivir en Venecia. Desde all¨ª investiga el fen¨®meno de la Mafia, sus finanzas y su expansi¨®n por el continente europeo.
'Mafia' (Seix Barral) es el primero de sus libros que se edita en Espa?a. Cuenta c¨®mo la Mafia se ha instalado desde hace d¨¦cadas en Alemania. Los abogados de tres personajes sobre los que hablaba en el libro se querellaron, y la editorial decidi¨® tachar algunos p¨¢rrafos y continuar con la distribuci¨®n. Se ha convertido en todo un fen¨®meno editorial y medi¨¢tico en Alemania y en Italia.
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