G¨®mez regresa a la distancia corta
El l¨ªder del PSM recupera las asambleas de vecinos de su ¨¦poca como alcalde de Parla para hacer llegar su mensaje - EL PA?S asiste como p¨²blico a dos encuentros
Emilio coge el micr¨®fono, se lleva la otra mano al bolsillo y espera unos segundos a que el resto de vecinos guarde silencio antes de soltar su comentario: "Has tocado puntos fundamentales en tu programa. Y es fundamental tener uno. Pero las elecciones no se ganan con programas. Son necesarios, s¨ª, pero en las elecciones pasadas el nuestro era bueno y nos machacaron. Hace falta un mensaje y tiene que ser uno y claro".
El hombre del programa es Tom¨¢s G¨®mez, el l¨ªder de los socialistas madrile?os. Mientras Emilio habla, ¨¦l toma nota en un cuaderno. Estamos en la Junta Municipal de Retiro, en uno de los coloquios vecinales que G¨®mez tiene desde hace dos meses con los ciudadanos. Son las siete de la tarde. G¨®mez acaba con este acto una jornada que empez¨® a las siete de la ma?ana. Algo m¨¢s de 70 personas han acudido a la cita con el l¨ªder socialista para escuchar sus propuestas y comunicarle sus inquietudes. La sala est¨¢ hasta arriba. La gente ha escuchado durante 25 minutos el discurso inicial de G¨®mez, un desenfadado repaso a un programa basado en cuatro ejes: sanidad ("una sanidad con tal calidad que haga que la gente con m¨¢s dinero quiera ir a la p¨²blica"), educaci¨®n (universal de cero a tres a?os), empleo (ayudas a los aut¨®nomos) y pol¨ªticas sociales (fundamentalmente hacer llegar las ayudas de la Ley de Dependencia).
Escribe sentado en la mesa. Parece m¨¢s un profesor que un pol¨ªtico
No hay c¨¢maras de televisi¨®n ni posibilidad de salir en la foto
"En esta ¨¦poca el mensaje debe ser muy claro", dice un participante
"Traed a la gente a los coloquios, a ver qu¨¦ les parece", pide el ex alcalde
Los que acuden a las asambleas llegan con ganas de poner al l¨ªder en aprietos
G¨®mez escribe sentado sobre la mesa con una pose informal para un pol¨ªtico, lejos de la postura est¨¢tica tras un atril que suele verse en televisi¨®n. Parece m¨¢s un profesor. Detr¨¢s de ¨¦l, David Lucas, el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, modera las preguntas de los asistentes al acto. Nadie en la sala sabe que un periodista de EL PA?S les est¨¢ escuchando, sentado entre el p¨²blico como cualquier vecino.
As¨ª es la escenograf¨ªa que Tom¨¢s G¨®mez ha dise?ado para estos coloquios. Por ahora lleva 20, mantenidos en distintos barrios de toda la regi¨®n, con unos 3.000 asistentes, seg¨²n los datos de su equipo. Aqu¨ª no hay c¨¢maras de televisi¨®n ni posibilidad de salir en la foto para aparentar buena conexi¨®n con la calle; es una reuni¨®n con los ciudadanos, la mayor¨ªa militantes socialistas pero, en cualquier caso, siempre cr¨ªticos. El secretario general del PSM se somete a sus preguntas, sin censuras y sin gui¨®n establecido. "Venimos a hablar de cualquier cosa, de lo que quieran, con absoluta libertad, de cosas municipales, auton¨®micas, de cuestiones de Estado, del encuentro intergal¨¢ctico entre Obama y Zapatero, de lo que sea... La pol¨ªtica es de los ciudadanos". Y de eso y de otras cosas hablan los vecinos.
"Hay muy pocas zonas verdes y bancos para que los mayores se puedan sentar", dice Mari Carmen en la asamblea de Retiro; "Aguirre se est¨¢ cargando la sanidad madrile?a, pero la soluci¨®n no es poner m¨¢s m¨¦dicos, sino utilizar a las enfermeras, que est¨¢n infrautilizadas", se?ala Juan en el mismo lugar.
G¨®mez no reh¨²ye la discusi¨®n. Escucha y habla de forma coloquial. Se aleja de la doctrina y del discurso monocorde. No improvisa -repite frases y chistes en las dos asambleas vecinales a las que ha asistido este peri¨®dico, Retiro y Moncloa-Aravaca-, pero parece que lo hace. Se mueve bien en el trato cercano, no reh¨²ye el debate y los vecinos se lo agradecen, a pesar de exigirle m¨¢s contundencia con el Gobierno de Aguirre. En ocasiones, el l¨ªder de los socialistas recurre a su propia experiencia:
-Yo soy hipertenso. Antes, cuando ped¨ªa cita para la revisi¨®n me la daban para esa misma tarde. En diciembre llam¨¦ un jueves para pedir cita y me la dieron para el martes de la semana siguiente.
-Es que no habr¨ªa dicho usted que era Tom¨¢s G¨®mez, si lo hubiera dicho se la habr¨ªan dado antes. Pues vaya...- le boicotea una se?ora desde las filas de atr¨¢s.
La espontaneidad salta con frecuencia mientras el secretario general habla, sobre todo por parte de quienes le oyen.
-?Y de d¨®nde dice que es usted?- interrumpe una se?ora.
-De Parla- contesta G¨®mez.
-Ah. Una amiga m¨ªa tiene un hijo que vive all¨ª.El p¨²blico es variopinto, pero predomina la gente de mediana edad, simpatizante del PSOE, con ganas de poner en aprietos al l¨ªder aunque le reconozcan el valor de dar la cara y de atenderles personalmente.
De todas las maneras que existen de captar electores, Tom¨¢s G¨®mez ha optado por la m¨¢s dif¨ªcil. Pero puede que surta efecto. Vi¨¦ndole moverse en la distancia corta se entiende que fuera el alcalde m¨¢s votado de Espa?a en 2003 y 2007. Fue en Parla donde utiliz¨® las mismas asambleas vecinales para abrir las puertas del Ayuntamiento y atender las quejas de los parle?os. Lleg¨® a ganar con el 75% de los votos.
?sta es otra liga, pero la idea de G¨®mez es que lo que funcion¨® en Parla puede servir tambi¨¦n para darse a conocer en toda la regi¨®n. Eso es lo que le achacan los militantes, que no entienden c¨®mo su secretario general no ha sido a¨²n capaz de conectar con la gente.
Federico interviene en la asamblea: "Estamos convencidos del desastre que ha creado Aguirre en sanidad, educaci¨®n y servicios p¨²blicos, pero estoy con Emilio, y tengo un cierto grado de desasosiego porque vuestro mensaje y vuestras propuestas no est¨¢n llegando al ciudadano. En la ¨¦poca en que vivimos el mensaje debe ser conciso y muy claro. Esto me preocupa".
G¨®mez explica a Federico que le gustar¨ªa tener m¨¢s espacio en los medios de comunicaci¨®n, que Telemadrid no les da tiempo y que los periodistas ven m¨¢s interesante las declaraciones sobre el famoso "hijoputa" de Aguirre que sus propuestas.
Esto sucede en la Junta Municipal de Retiro. All¨ª, G¨®mez es suave en sus comentarios a los medios. Normal. Unos d¨ªas antes se ha desayunado con tres p¨¢ginas de El Mundo donde se desgranan las cr¨ªticas que el l¨ªder socialista dedica a la prensa en las asambleas ciudadanas. El diario cuenta que G¨®mez dice a los vecinos que los medios de comunicaci¨®n cuentan mentiras y que se mueven por dinero.
En Retiro, G¨®mez se muestra m¨¢s comedido y s¨®lo arremete contra la televisi¨®n p¨²blica de Aguirre. Dos semanas despu¨¦s, en Moncloa-Aravaca, en el colegio Rosa Luxemburgo, el secretario general deja entrever sus cr¨ªticas a los medios cuando una mujer le pregunta si sus propuestas han salido en la radio. El acto es en esta ocasi¨®n a las ocho de la tarde en una peque?a clase del colegio. Unas 60 personas, sentadas muy juntas en torno a G¨®mez, le oyen decir: "De los medios no hablo porque no me deja mi equipo. Ya no digo m¨¢s lo que opino de los medios de comunicaci¨®n".
Poco a poco, pregunta a pregunta, G¨®mez desgrana algunos de los puntos de su proyecto para tratar de enganchar al simpatizante: 50.000 puestos de trabajo para hacer posible la Ley de Dependencia, o convertir a Madrid en un puente empresarial con Am¨¦rica Latina. Su intenci¨®n es calmar la preocupaci¨®n de los posibles votantes con grandes dosis de optimismo. "Una cosa es la sensaci¨®n t¨¦rmica y otra la temperatura", dice recurriendo a un ejemplo del que ha tirado mucho en las ¨²ltimas semanas. "La sensaci¨®n t¨¦rmica dice: Aguirre gana las elecciones. Nuestras encuestas nos dicen que ahora mismo el PP perder¨ªa la mayor¨ªa absoluta. ?sa es la temperatura real".
Y concluye pidiendo ayuda a los militantes: "Que el mensaje llegue depende de todos nosotros. Somos 33.000. Traed a los pr¨®ximos coloquios a gente que no lo sea, a ver qu¨¦ les parece. Eso vale m¨¢s que el prime time de las televisiones".
Han pasado dos horas. La gente tiene ganas de m¨¢s y se inicia un nuevo turno de preguntas. Da tiempo para otras tres o cuatro. En la ¨²ltima, una chica se queja de la falta de residencias de calidad para los ancianos. G¨®mez critica directamente a Aguirre por ello. "Es que son ese tipo de cosas las que no funcionan. Con eso es con lo que hay que acabar. Es que Aguirre es mala". En las butacas, se oye el comentario de Federico, un comentario de militante: "?se, ¨¦se es el mensaje".
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