El d¨¦ficit p¨²blico, una losa para la recuperaci¨®n
Entre la abundante informaci¨®n econ¨®mica de esta semana destacan los datos de ejecuci¨®n del presupuesto del Estado en 2009 y la balanza de pagos de diciembre. Estamos en el campo de los d¨¦ficit. A?os atr¨¢s, cuando se analizaban los d¨¦ficit del sector p¨²blico y el de la balanza de pagos, se hablaba de los twin deficit (d¨¦ficit gemelos), concepto con el que los economistas anti-Estado ven¨ªan a decir que la causa del desequilibrio exterior era la pol¨ªtica manirrota del Gobierno. Aquella teor¨ªa no ha tenido mucho ¨¦xito, entre otras cosas porque se olvida del sector privado. En Espa?a ten¨ªamos un d¨¦ficit por cuenta corriente del 10% del PIB en 2007, mientras el sector p¨²blico luc¨ªa un super¨¢vit del 2%. Era el sector privado el causante del d¨¦ficit exterior. Y es que, en vez de hablar de los d¨¦ficit gemelos, habr¨ªa que hablar de los d¨¦ficit trillizos, lo cual deja de ser una teor¨ªa y se convierte en una simple tautolog¨ªa contable, pues el d¨¦ficit exterior no es sino la suma de los d¨¦ficit de los sectores p¨²blico y privado.
La actuaci¨®n del Estado ha impedido un mayor descalabro de empresas y familias, pero no es gratis
Reducir el d¨¦ficit al 3% del PIB en 2013 va a requerir sangre, sudor y l¨¢grimas no s¨®lo a los gobiernos
Teor¨ªas aparte, vamos a los datos. El Estado cerr¨® 2009 con un d¨¦ficit de 99.785 millones de euros, un 9,5% del PIB. En 2008 este d¨¦ficit hab¨ªa sido de 30.572 millones, un 2,8% del PIB. S¨®lo la mitad de los gastos se cubrieron con ingresos no financieros, la otra mitad, con endeudamiento. A ello se deben a?adir los requerimientos a que dieron lugar las operaciones financieras (aportaciones patrimoniales a empresas y entes participados, pr¨¦stamos, etc¨¦tera), otros 29.000 millones. Todas estas cifras son asombrosas, pero a¨²n lo es m¨¢s comparar las previsiones que el Gobierno hizo en los Presupuestos de 2009 (PGE-09) con los resultados: en ellos se preve¨ªa un d¨¦ficit para el Estado del 1,5% del PIB, 17.100 millones de euros. La responsabilidad de la desviaci¨®n corre casi a partes iguales entre los ingresos y los gastos.
La causa fundamental de este monumental error de previsi¨®n es la muy distinta evoluci¨®n de la econom¨ªa respecto a lo previsto. En los PGE-09 se contemplaba un crecimiento del PIB nominal del 3,5% y el resultado ha sido una ca¨ªda del 3,4%. Adem¨¢s, la recesi¨®n ha afectado mucho m¨¢s al gasto interno en consumo y compras de viviendas que al PIB, lo que ha afectado en mayor proporci¨®n a la recaudaci¨®n por impuestos indirectos. Tambi¨¦n ha habido, por el lado de los ingresos, cambios de gesti¨®n tendentes a facilitar a las empresas liquidez adelantando devoluciones o aplazando el pago de impuestos. En todo caso, el batacazo de los ingresos impositivos, que cayeron un 23%, no se explica en su totalidad por factores econ¨®micos o de gesti¨®n, por lo que cabe pensar que ha aumentado notablemente la ocultaci¨®n fiscal. Por el lado de los gastos, las desviaciones m¨¢s importantes han sido debidas no a los realizados directamente por el Estado, sino a las mayores transferencias realizadas a otras administraciones: a los municipios para financiar el Plan E, a las CC AA como anticipo del regalo que el Estado les ha hecho al reformar su sistema de financiaci¨®n y, la mayor, al Servicio P¨²blico de Empleo Estatal para financiar las prestaciones por desempleo (19.255 millones), gracias a la cual las administraciones de Seguridad Social a¨²n pueden exhibir un super¨¢vit.
Sin duda, esta actuaci¨®n antic¨ªclica del Estado ha impedido un mayor descalabro de las econom¨ªas familiares, empresariales y del resto del sector p¨²blico en 2009, pero esto no sale gratis. El problema viene ahora, pues este d¨¦ficit, que se ampl¨ªa al 11,4% del PIB al a?adir el del resto de administraciones, es insostenible y por numerosas razones (las exigencias de nuestros financiadores externos, el Pacto de Estabilidad y la Ley de Estabilidad Presupuestaria espa?ola) hay que reducirlo de aqu¨ª a 2013 al 3% del PIB. La tarea va a requerir sangre, sudor y l¨¢grimas, no s¨®lo a los gobiernos, sino al conjunto de la econom¨ªa. A nivel macroecon¨®mico, el ajuste fiscal va a suponer un freno a la recuperaci¨®n durante los pr¨®ximos a?os. Por eso en Funcas acabamos de revisar las previsiones de crecimiento del PIB hasta -0,7% en 2010 y 0,8% en 2011, dos y cinco d¨¦cimas menos, respectivamente, que las de tres meses atr¨¢s. El consumo de los hogares, la inversi¨®n de las empresas y las exportaciones van mejor de lo previsto, pero el consumo y la inversi¨®n p¨²blicos reducen su aportaci¨®n al PIB en seis d¨¦cimas porcentuales en 2010 y siete en 2011 respecto a las previsiones anteriores. -
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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