El portero que s¨®lo quiere disfrutar

El secreto de C¨¦sar S¨¢nchez (Coria, C¨¢ceres, 1971) es que compite con la ilusi¨®n de un ni?o al que le permiten jugar unas semanas m¨¢s con la ¨¦lite. Quiz¨¢ unos meses y, por qu¨¦ no, un par de a?os. ?se es el karma que interioriz¨® C¨¦sar cuando lleg¨® al Valencia en diciembre de 2009, procedente del Tottenham, donde pas¨® cinco meses y apenas disput¨® tres partidos. Pero recuper¨® la inocencia de los primeros a?os en el Valladolid, cuando debut¨® en 1992 frente al Bar?a de Johan Cruyff en Zorrilla (0-6). Han pasado 18 a?os, cinco en el Madrid y tres en el Zaragoza, y C¨¦sar sigue estirando su carrera hasta alcanzar la excelencia, como el domingo en el Calder¨®n ante el Atl¨¦tico, parando un aluvi¨®n de remates que no evitaron un 4-1 marcado por las expulsiones de Marchena y Miguel. Y la ira de C¨¦sar, col¨¦rico con el ¨¢rbitro, P¨¦rez Burrull, por detener el encuentro tras recibir un empuj¨®n de Assun??o para que consultara con el cuarto ¨¢rbitro, que decret¨® el penalti y la expulsi¨®n de Marchena. A P¨¦rez Burrull el Comit¨¦ T¨¦cnico de ?rbitros le sustituy¨® ayer por Mejuto Gonz¨¢lez para el Osasuna-Getafe del domingo. Y C¨¦sar, que vio la quinta tarjeta amarilla, se une a la larga lista de bajas para el Valencia-Racing del lunes en Mestalla: Marchena, Miguel y Banega por sanci¨®n; Albelda, Mathieu y Bruno por lesi¨®n.

Albelda: "A m¨ª no me sorprende. Es el ¨²nico que le disput¨® el puesto a Casillas"

Otxotorena le ha hecho mejorar en el uno contra uno y en las posiciones corporales

C¨¦sar cobra un sueldo de unos 600.000 euros brutos, que, sin embargo, aumentan exponencialmente a medida que va disputando partidos. Ya lleva 29, el pen¨²ltimo en la Liga Europa, frente al Brujas, arrebat¨¢ndole tambi¨¦n en esa competici¨®n la titularidad a Moy¨¤ tras un fallo de ¨¦ste en el campo belga. Moy¨¤, el fichaje m¨¢s caro del pasado verano para el Valencia, que pag¨® cinco millones al Mallorca, fue una apuesta del entrenador, Unai Emery.

"C¨¦sar juega sin preocupaciones. Disfruta y por eso desprende tanta ilusi¨®n", dice Fernando G¨®mez, director deportivo del Valencia, sorprendido por el rendimiento del guardameta al que fueron a buscar al Tottenham para que cubriera temporalmente la lesi¨®n del arquero titular, el brasile?o Renan, cedido ahora en el Xerez.

"A m¨ª no me sorprende. Es el ¨²nico portero que le disput¨® el puesto a Casillas", tercia el mediocentro Albelda, quien, a los 32 a?os, coincide con C¨¦sar en una fase final de su carrera que resume as¨ª: "Despu¨¦s de haber sufrido muchos desenga?os, lo que quieres es disfrutar. Quieres ganar, claro, pero sobre todo disfrutar, y asumes mejor las derrotas".

C¨¦sar pas¨® un mal trago en su ¨²ltima fase en el Zaragoza, la del descenso, y tambi¨¦n en el adi¨®s al Real Madrid, engullido por un duelo medi¨¢tico con Casillas. Ahora es un hombre pegado al tel¨¦fono m¨®vil, convertido casi en un ap¨¦ndice m¨¢s de su cuerpo: habla, ve pel¨ªculas... Su mejor amigo en la caseta es Zigic. No es un l¨ªder, condici¨®n de Villa, Albelda y Marchena, pero le gusta crear ambientes positivos en el vestuario.

"Cuando llega el final de la carrera hay jugadores que lo asumen y otros que se sobreponen y mejoran. Es el caso de C¨¦sar", explica Pako Aiestaran, preparador f¨ªsico del Valencia. "A un jugador lo retiran tres cosas: la falta de ilusi¨®n, que le hace descuidarse; una lesi¨®n; o la p¨¦rdida de fuerza. C¨¦sar mantiene la ilusi¨®n". "Cuando uno se hace veterano", prosigue Aiestaran, "solicita mucho m¨¢s de los preparadores. Y ¨¦l ha encontrado la persona adecuada: Otxotorena [Jos¨¦ Manuel, preparador de porteros del Valencia y de la selecci¨®n]. Una referencia en conocimientos y capacidad que le ha hecho aprender aspectos de los que no se hab¨ªa percatado". "Ha mejorado el uno contra uno, tanto en la percepci¨®n como en c¨®mo atacarlo", descifra Otxotorena, "y en las posiciones corporales en la porter¨ªa y fuera de ella". Pero lo m¨¢s importante, subraya Otxotorena, no es eso, sino la predisposici¨®n al trabajo constante, la autocr¨ªtica y la ilusi¨®n de "un cr¨ªo de 20 a?os".