La incertidumbre electoral y el d¨¦ficit presionan la libra esterlina
La divisa brit¨¢nica cae un 2% y acumula fuertes retrocesos respecto al d¨®lar y al euro - Reino Unido se une al conjunto de pa¨ªses atacados por los mercados
Primero fue Grecia; despu¨¦s Espa?a, Portugal e Irlanda. Los mercados siguen sacudiendo all¨¢ donde sospechan de una posible crisis fiscal, una eventual crisis pol¨ªtica, una dif¨ªcil salida de la crisis, casi cualquier cosa. Reino Unido y la anta?o todopoderosa libra esterlina recibieron ayer una buena dosis de esa medicina, que suele recetarse desde los rascacielos de Wall Street y de la misma City de Londres: la moneda brit¨¢nica cay¨® un 2% contra las principales divisas -una cifra enorme para lo habitual en un solo d¨ªa- y amenaza ruina. Se deja un 7% contra el euro en dos semanas y un 7% adicional contra el d¨®lar en 2010.
Las apuestas contra la libra -rebautizada ya, con toda la sorna, como "la peseta esterlina"- responden a una peligrosa combinaci¨®n de miedos: una econom¨ªa an¨¦mica presuntamente ahogada por un mar de deuda -el d¨¦ficit es similar al griego-, una devaluaci¨®n encubierta por parte del banco central que ahora pasa factura y, sobre todo, una enorme incertidumbre pol¨ªtica, sin un favorito claro en las elecciones de mayo.
El avance de los laboristas en las encuestas preocupa a los inversores
Durante apenas un par de horas, la libra estuvo ayer en ca¨ªda libre y parec¨ªa confirmar los vaticinios del gur¨² Bill Gross, de Pimco: "Reino Unido descansa sobre un lecho de nitroglicerina", dijo hace unas semanas Gross en relaci¨®n al enorme endeudamiento acumulado. Durante el d¨ªa, varios analistas se unieron a ese corifeo de malos augurios. "La libra se ha convertido en una divisa vulnerable", dijo a Bloomberg Bruce Stout, de Murray. "Hay una gran incertidumbre pol¨ªtica, que unida a la mala posici¨®n fiscal y a una pol¨ªtica monetaria titubeante dejan una extrema debilidad que puede ponerse de manifiesto a lo largo de las pr¨®ximas semanas", asegur¨® desde Londres Andrew Goodwin, de Oxford Economics.
Pese a que sali¨® del t¨²nel a finales de 2009, la econom¨ªa brit¨¢nica lleg¨® a acumular seis trimestres de recesi¨®n, con una ca¨ªda acumulada del 6%. La inflaci¨®n se ha disparado en torno al 3% por las compras de deuda por parte del banco central -la versi¨®n moderna de la m¨¢quina de imprimir dinero-, con una pol¨ªtica monetaria heterodoxa que despierta recelos. La deuda y el d¨¦ficit est¨¢n disparados. En fin, "la inquietud de los mercados est¨¢ justificada", explic¨® Julian Callow, de Barclays. En primer lugar, por las novedades en la arena pol¨ªtica: lo que parec¨ªa una victoria clara del partido conservador (con las recetas habituales: austeridad en el gasto, retirada de los est¨ªmulos...) se ha convertido, seg¨²n las encuestas, en un empate t¨¦cnico con los laboristas del primer ministro, Gordon Brown, que incluso podr¨ªa obtener una victoria ajustada.
"La comunidad inversora est¨¢ preocupada ante la posibilidad de que los laboristas no corrijan el d¨¦ficit r¨¢pidamente, lo que provocar¨ªa una rebaja en el rating y m¨¢s ataques sobre la libra", asegur¨® Callow. La compra de la divisi¨®n asi¨¢tica de AIG por parte de la aseguradora brit¨¢nica Prudential, anunciada ayer, tampoco fue una buena noticia: Prudential podr¨ªa verse obligada a vender libras para acometer la operaci¨®n, lo que supone m¨¢s presi¨®n.
Y sin embargo otros expertos invitan a ver las cosas con perspectiva. "Los mercados simplemente descuentan un largo periodo de pol¨ªtica monetaria laxa. La libra ya no es una moneda de reserva: para hacer felices a los inversores requiere un descuento a¨²n mayor", asegur¨® el economista Daniel Gros. Al final, los ataques contra el euro han dejado una moneda m¨¢s d¨¦bil, pero a la vez mejor situada para exportar. "Los inversores siguen buscando v¨ªctimas: ahora es la libra", dijo Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters. La especulaci¨®n es inherente a los mercados, "aunque a veces eso contribuya a alimentar el disparate de las teor¨ªas conspirativas", remach¨®.
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