Elorza opina que el nuevo Guggenheim de Urdaibai "no toca en este momento"

El alcalde de San Sebasti¨¢n, Od¨®n Elorza, alert¨® ayer del riesgo de que la econom¨ªa del Pa¨ªs Vasco "no pueda soportar tantos nuevos equipamientos culturales". Algunos de ellos suponen "un lujo" al que no se puede aspirar en situaci¨®n de crisis. "En estos momentos, no toca", se?al¨® en concreto sobre el nuevo Guggenheim de Urdaibai, motivo de serias discrepancias entre su promotora, la Dipuitaci¨®n de Vizcaya, y el Ejecutivo. "El pa¨ªs no puede permitirse tantos lujos", argument¨® el primer edil donostiarra, y tiene tambi¨¦n "otras necesidades, educativas, sanitarias o de infraestructuras".

Elorza realiz¨® esta advertencia, en la que incluy¨® el riesgo de "colapso" de las infraestructuras culturales, tras su primera entrevista oficial con el lehendakari, Patxi L¨®pez, celebrada en Vitoria. El alcalde de San Sebasti¨¢n le inform¨® en detalle de dos proyectos ya avanzados de la ciudad -la remodelaci¨®n del Museo de San Telmo y la Casa de la Paz y los Derechos Humanos- y le pidi¨® que abandere la candidatura de la ciudad a Capital Cultural Europea para 2016. "No conlleva gasto alguno" y el logro "ser¨ªa de gran importancia para Euskadi" en su conjunto, argument¨®. El lehendakari, asegur¨® Elorza, se prest¨® a "ponerlos en valor y utilizar la maquinaria del Gobierno para darles proyecci¨®n", tanto en Euskadi como en el conjunto de Espa?a y Europa.

Elorza advierte del riesgo de "colapso" de infraestructuras culturales

El primer edil resalt¨® que esas tres iniciativas, que calific¨® de "proyectos estrat¨¦gicos de pa¨ªs" y que expuso al lehendakari junto con sus concejales de Innovaci¨®n y Capitalidad, Marisol Garmendia, y de Cultura y Juventud, Denis Itxaso, tienen su financiaci¨®n resuelta. "No hemos venido a pedir dinero", recalc¨®. Como ejemplo, Elorza explic¨® que la Casa de la Paz y los Derechos Humanos -que acoger¨¢ el Palacio de Ayete, antiguo lugar de veraneo de Franco, con la carga simb¨®lica que ello supone-, funcionar¨¢ los dos primeros a?os, hasta reconvertirse en una fundaci¨®n p¨²blico-privada, con los exclusivos recursos del personal municipal. "No habr¨¢ m¨¢s gasto corriente ni se contratar¨¢ personal. No nos lo podemos permitir", resalt¨®.

En contraste, critic¨® que otros equipamientos, en referencia impl¨ªcita al nuevo Guggenheim, no s¨®lo no se sustenten en una reflexi¨®n global y estrat¨¦gica de pa¨ªs y se planteen al servicio "de un territorio" o "con una bandera partidista", adem¨¢s de suponer una inversi¨®n inicial y una exigencia econ¨®mica de mantenimiento "desmedidos". "Pueden llevar al Departamento de Cultura a situaciones l¨ªmite", sostuvo. Para evitarlo, abog¨® por "una estrategia de pa¨ªs y un an¨¢lisis global" de lo que ya hay y de lo que falta, planteada desde el reto de "no incrementar el gasto p¨²blico". "Tenemos que actuar con lo que tenemos, con la m¨¢xima dignidad y creatividad", defendi¨®. Y la palabra clave es "sostenibilidad", abund¨®. Tal t¨¦rmino no ha de aplicarse s¨®lo al medio ambiente o a la econom¨ªa, sino tambi¨¦n a las infraestructuras culturales, que deben responder a ese criterio, tanto en su inversi¨®n inicial como en su mantenimiento en el tiempo. "El pa¨ªs no se puede permitir, ni ahora ni en el futuro, seguir con ese crecimiento continuado" de equipamientos. Elorza se mostr¨® partidario de volcar la acci¨®n ahora en proyectos "dirigidos a los creativos, a los artistas".

La filosof¨ªa expuesta ayer por el alcalde de San Sebasti¨¢n parece conectar con la de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa, cuya responsable de Cultura, Mar¨ªa Jes¨²s Aranburu, reconoci¨® recientemente haber tenido que reducir o aplazar diversas inversiones y apost¨® por no emprender nuevos grandes proyecto, sino "sacar todo el partido" a lo ya existente.

Elorza pidi¨® "mucha prudencia, mucha contenci¨®n, an¨¢lisis global de pa¨ªs y mucho acuerdo", entre las instituciones implicadas.

En referencia impl¨ªcita a la Diputaci¨®n de Vizcaya, realiz¨® un llamamiento a no utilizar los proyectos como armas de enfrentamiento pol¨ªtico. A su juicio, el momento obliga a "pedir sacrificios a todo el mundo porque no llega, no ahora ni dentro de dos a?os, sino tampoco en el futuro. Hay que cambiar el esquema de pa¨ªs".