Las aguas extienden sus alas
Los grandes humedales de la Pen¨ªnsula renacen con las lluvias del invierno
Las lluvias de los dos ¨²ltimos meses han hecho revivir las l¨¢minas acu¨¢ticas espa?olas, un patrimonio natural que guarda entre sus carrizales una gran biodiversidad de especies y convierte estos ecosistemas en uno de los tesoros naturales del pa¨ªs. M¨¢s de 2.500 humedales de todo tipo y condici¨®n de conservaci¨®n que albergan casi la mitad de las aves acu¨¢ticas que hibernan en el Mediterr¨¢neo occidental, y de los que 63 han sido considerados de importancia internacional por el Convenio de Ramsar.
En estos momentos todav¨ªa invernizos, con las cotas de agua mayores de la ¨²ltima d¨¦cada en los cuencos de cada lagunazo, estos enclaves naturales se han convertido en uno de los mejores espect¨¢culos que ofrece la naturaleza. Las mayores lagunas de la Pen¨ªnsula, las desembocaduras fluviales m¨¢s extensas y las inabarcables marismas son en estos d¨ªas un destino tur¨ªstico y ornitol¨®gico que no hay que perderse.
01 Marismas del Guadalquivir (Sevilla, Huelva y C¨¢diz)
El suroeste peninsular rezuma agua por los cuatro costados. Aunque menos que anta?o, cuando el paisaje marisme?o expand¨ªa sus brazos h¨²medos por varios cientos de miles de hect¨¢reas, los fuertes temporales de las semanas pasadas, que han causado importantes inundaciones, tienen su lado positivo: han revivido parte de aquel esplendor. Aqu¨ª reparte sus hechuras el aguazal m¨¢s notorio de Espa?a, el parque nacional de Do?ana, capaz de eclipsar por su fama bien merecida la totalidad del entorno que le rodea. Pero en esta comarca llana hasta la desesperaci¨®n, tomada por arrozales, naranjales, campos de fresas, olivares y pastizales, que modifica su fisonom¨ªa en funci¨®n de las cosechas y las mareas, hay mucho m¨¢s; no se trata s¨®lo de un lugar acomodado para la vida silvestre, sino tambi¨¦n para el viajero que quiera internarse en su abanico de iniciativas ecotur¨ªsticas de bajo impacto en el medio natural.
02 La laguna de Gallocanta (Zaragoza)
Cada uno de los grandes ecosistemas acu¨¢ticos peninsulares tiene su especie emblem¨¢tica, y esta laguna aragonesa tiene a las grullas como protagonistas. La inmejorable situaci¨®n que presenta este a?o, con una l¨¢mina de agua de 14 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n y 80 cent¨ªmetros de profundidad, ha tra¨ªdo hasta sus orillas a 24.000 ejemplares de la zancuda emplumada, el doble que el a?o pasado. Durante el mes de febrero, la laguna acogi¨® a la mayor¨ªa de los bandos procedentes de Extremadura y Andaluc¨ªa en su viaje primaveral hacia sus zonas de nidificaci¨®n del norte de Europa.
03 Lagunas de Villaf¨¢fila (Zamora)
El complejo lagunar de Tierra de Campos vive su mejor situaci¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada tras pasar de las apenas 70 hect¨¢reas de inundaci¨®n a las 500 que presenta en este momento. A sus tres lagunas principales, nombradas como Salina Grande, Barillos y Las Salinas, se suman otras 22 de menor entidad, que otros a?os permanecen secas. La invernada masiva de ¨¢nsares comunes, que superan los 30.000 individuos, es su principal atractivo ornitol¨®gico, pero a ellos hay que a?adir en los campos cerealistas que circundan las lagunas la presencia de m¨¢s de 2.000 avutardas, con la mayor densidad planetaria, y la mayor poblaci¨®n de cern¨ªcalos primillas de Castilla y Le¨®n, con 300 parejas.
04 Laguna de Fuente de Piedra (M¨¢laga)
El antiguo saladar antequerano se desborda en estos d¨ªas por todos lados inundando barbechos y olivares que hac¨ªa varios lustros que no conoc¨ªan el agua. Las lluvias incesantes han anegado toda la llanura aluvial, y los barros pringan cada rinc¨®n de su exuberante per¨ªmetro, pero el espect¨¢culo es impresionante. Tres elevaciones topogr¨¢ficas: el Cerro del Palo, el cortijo de la Plata y la Herniza, dominan la laguna. Su excepcional atractivo es la colonia de cr¨ªa de flamencos, que cada a?o trae a sus aguas saladas a m¨¢s de 12.000 parejas. Pero el invierno trae tambi¨¦n a la zona aves migradoras, como ¨¢nsares, grullas, patos colorados o tarros blancos. En sus cercan¨ªas, otras lagunas, como las de La Ratosa, Casta?uela y Dulce, tambi¨¦n inundadas en su m¨¢xima expresi¨®n, sirven de apoyo a las colonias de aves.
05 Albufera (Valencia)
Una laguna litoral cerrada al mar por los aportes fluviales de los r¨ªos Turia y X¨²quer se convirti¨® en uno de los humedales m¨¢s importantes de Espa?a. Hoy, a pesar de los problemas que le genera estar acosada por el urbanismo, la agricultura y la caza, sigue siendo uno de los lugares con m¨¢s comunidades de aves acu¨¢ticas de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El Rac¨® de la Olla; la laguna de la Albufera; la mata de El Fang; la devesa de El Saler; los marjales de Alfafar, Valencia y Sollana; las dunas del Dosel y muchos otros parajes se muestran al viajero como lugares estrat¨¦gicos donde se pueden observar numerosas especies de aves lim¨ªcolas y an¨¢tidas en cualquier ¨¦poca del a?o.
06 Los Aiguamolls de L'Empord¨¤ (Girona)
En la bah¨ªa de Rosas, al noreste de Catalu?a, dentro de la comarca del Alto Ampurd¨¢n y entre las desembocaduras de los r¨ªos gerundenses Muga y Fluvi¨¢, se encuentra una de las zonas naturales emblem¨¢ticas de Catalu?a. Todo este sistema de lagunas, marjales y arrozales est¨¢ considerado como el peque?o Do?ana catal¨¢n, con una excepcional riqueza natural que avala este reconocimiento. Los vertebrados m¨¢s importantes y f¨¢ciles de observar se encuentran en el grupo de las aves, de las que se citan m¨¢s de 336 especies distintas, cuyas poblaciones se han visto muy incrementadas desde la constituci¨®n de las reservas. Noventa de ellas son nidificantes en la zona, entre las que destacan avetoros, avetorillos, cercetas carretonas, alcaudones chicos y calamones.
07 Delta del Ebro (Tarragona)
Cerca de 32.000 hect¨¢reas de sedimentos empujados m¨¢s de 25 kil¨®metros mar adentro dan vida a la feraz llanura aluvial del delta del Ebro. Un mundo ambiguo entre dulce y salado donde las playas, las dunas, las salinas, los arrozales, las acequias, los ca?izales, las lagunas, los bosques ribere?os y el propio Ebro han creado un ecosistema ¨²nico a mitad de camino entre lo silvestre y lo humano. Un gigantesco estero irrigado por cientos de acequias y brazos de riego que var¨ªan su rostro al ritmo de las cosechas de arroz. Los aficionados a la ornitolog¨ªa y los buscadores de playas perdidas tienen en estos lares algunas de sus mejores bazas, con un plantel de especies aladas que supera las 325, y un rosario de playas dunares y arenales sin l¨ªmite que alargan sus suaves perfiles durante m¨¢s de 90 kil¨®metros de litoral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.