"Mi cambio era una necesidad"

Es una de sus ¨²ltimas entrevistas como secretario general y se le nota que hace un ejercicio de contenci¨®n. Lo ¨²ltimo que querr¨ªa Manuel Chaves (Ceuta, 1945) es aguar el congreso de Gri?¨¢n, su sucesor en la Junta y en el PSOE.

Pregunta. ??ste es el ¨²ltimo tramo de su carrera pol¨ªtica?

Respuesta. Lo que est¨¢ claro es que es una etapa terminada para m¨ª. He dejado de ser presidente de la Junta y dentro de unos d¨ªas, secretario general. No tengo nostalgia, pero ha sido una de las etapas decisivas de mi vida. A partir de ahora, lo tengo muy claro: soy militante del PSOE y estar¨¦ a disposici¨®n del secretario general y tengo que cumplir con mis responsabilidades como ministro de Pol¨ªtica Territorial. Pero en ese contexto nacional, Andaluc¨ªa seguir¨¢ siendo para m¨ª un territorio referente.

"El 'chavismo' no existe porque no me he prestado a esos movimientos"

"El problema no es s¨®lo dirigir el PSOE andaluz, sino c¨®mo se dirige"

"El cambio generacional se ha hecho, aunque no a nivel de presidente"

"Los desencuentros entre Gri?¨¢n y yo los tenemos superados"

P. ?Cu¨¢l es su balance?

R. Sin hacer un ejercicio de falsa humildad, los 14 a?os de secretario general y los 20 a?os de presidente se ubican en 30 a?os brillantes de la historia reciente de nuestra comunidad. ?Que ha habido luces y sombras? Evidentemente. Ser¨¢n los ciudadanos los que lo juzguen.

P. Ha dirigido el PSOE 14 a?os y no hay chavismo, ?por qu¨¦?

R. Pues porque el personaje no se prestaba a ese tipo de movimientos. Ni se ha prestado. El chavismo se hubiera definido en funci¨®n de que hubiera otro movimiento opositor.

P. De usted se dice que es un maestro en el manejo de los equilibrios. ?Eso qu¨¦ es?

R. Bueno... Creo que he tenido la suficiente habilidad personal y pol¨ªtica para solucionar problemas y diferencias que pudieran surgir en el partido. He buscado siempre los puntos de encuentro entre posiciones divergentes, el tratar de garantizar el equilibrio entre corrientes, sectores o territorios. Muchas veces ha habido roces entre las provincias. Quiz¨¢s me puedo apuntar el haber garantizado los equilibrios necesarios.

P. Para ser l¨ªder del PSOE, ?hay que ser un equilibrista?

R. No, hay que dirigir. El problema no es s¨®lo dirigir, sino c¨®mo se dirige. El PSOE de Andaluc¨ªa es un partido unido y cohesionado, pero es complejo y dif¨ªcil, porque es de su padre y de su madre. Hay que ser consciente de que las organizaciones provinciales tienen mucho peso y hay que saber respetar su autonom¨ªa y que tengan tambi¨¦n su juego en las pol¨ªticas regionales.

P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® dejar la presidencia de la Junta?

R. Ten¨ªa absolutamente claro que no iba a terminar de presidente en 2012. La ¨²nica duda que ten¨ªa es si el proceso de transici¨®n iba a ser antes o despu¨¦s de las elecciones municipales. Lo ten¨ªa definido, planificado y hablado con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Tambi¨¦n ten¨ªa pensado qui¨¦n iba a ser mi sustituto en la presidencia. ?Qu¨¦ ocurri¨®? La decisi¨®n se tuvo que adelantar por mi entrada en el Gobierno de Espa?a. Pero la planificaci¨®n de que no iba a llegar la ten¨ªa pensada y la hab¨ªa hecho con toda la prudencia de la que soy capaz.

P. Pero antes de ese periodo, ?tambi¨¦n lo pens¨®?

R. Antes de las elecciones del 2008 tambi¨¦n hice esa reflexi¨®n con mi almohada, pero me di cuenta de que no se daban las circunstancias para llevar a cabo una transici¨®n. No hubiera sido posible en aquel momento.

P. Parec¨ªa que usted optaba por un relevo m¨¢s joven. ?Se frustr¨®?

R. Es verdad que lo pens¨¦. Pero no vi a la persona que podr¨ªa representar ese cambio generacional, aunque el cambio generacional en el partido y el gobierno se hab¨ªa hecho. La edad media de la direcci¨®n regional es de 42 a?os. Es verdad que a nivel de icono, de s¨ªmbolo, es el presidente y el secretario general y eso no se ha producido. Bien, ¨¦sa es una tarea que le corresponde ahora a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n.

P. ?Opt¨® por Gri?¨¢n porque era el ¨²nico que reun¨ªa todo el consenso del PSOE?

R. Lo primero que tengo que decir es que el cambio era necesario. Hab¨ªa una necesidad, reclamada por algunos sectores de la sociedad andaluza. 19 a?os de presidente desgastan bastante. El cambio era una necesidad y uno piensa en la persona que lo va a sustituir, que re¨²na las mejores condiciones. Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n es una persona de partido, con una formaci¨®n econ¨®mica de las m¨¢s potentes en Espa?a, lo cual es una garant¨ªa, tiene gran visi¨®n de futuro, representa un cambio de estilo, de ser, de estar, de las maneras de enfocar las cosas y seguramente har¨¢ cambios en las pol¨ªticas y la estructura de la Administraci¨®n.

P. Pero ?era la ¨²nica persona que garantizaba el consenso?

R. Para m¨ª s¨ª. Yo sab¨ªa que Gri?¨¢n iba a tener el respaldo del partido. Eso es un factor que pesa mucho a la hora de pensar en la sustituci¨®n.

P. Sorprende que en un partido tan complicado como el suyo no haya habido ni una persona que haya cuestionado su propuesta de sucesor. ?Eso denota par¨¢lisis en el PSOE?

R. Par¨¢lisis no, sino cohesi¨®n. Es verdad que puede haber gente que piense que otra persona lo podr¨ªa haber hecho mejor que Gri?¨¢n, pero es una posici¨®n excepcionalmente minoritaria. No ha estado exento de debate todo esto en algunos sitios.

P. ?D¨®nde?

R. En muchos sitios, lo que pasa es que no se ha trasladado a los medios de comunicaci¨®n.

P. ?Qu¨¦ ha pasado para adelantar un congreso que consideraban innecesario?

R. Sigo insistiendo en que no hab¨ªa problemas de bicefalia. Uno podr¨¢ decir, ?bueno, por qu¨¦ antes no era imprescindible y despu¨¦s era necesario? No es un cambio de opini¨®n, era una necesidad. Siempre he entendido que tengo que hacer lo mejor para el partido y llega un momento en que me doy cuenta de que lo mejor es celebrar el congreso cuanto antes.

P. En esta crisis de liderazgo, ?Gri?¨¢n se ha dejado algunos apoyos por el camino?

R. Creo que eso no ha cambiado. La discusi¨®n del congreso cre¨® en su momento una cierta inquietud. Pero el coste que ha representado ese debate de adelantar o no el congreso en todo el proceso de transici¨®n ha sido m¨ªnimo. Como ha sido m¨ªnimo, insignificante, pienso que no ha variado ni un ¨¢pice el apoyo y el aval que el partido le va a dar a Gri?¨¢n en el congreso.

P. ?La amistad que mantienen se ha resentido?

R. No. Es cierto que hemos tenido diferencias. Los desencuentros que hayamos podido tener, los hemos hablado y los tenemos pr¨¢cticamente superados.

P. ?Este momento es el m¨¢s dif¨ªcil para el PSOE?

R. Es un momento dif¨ªcil, como lo es para el conjunto de la sociedad. El peso de la crisis es abrumador sobre el conjunto de los ciudadanos, y cuando las soluciones no son ni pueden ser inmediatas, qu¨¦ duda cabe que le resta credibilidad al partido gobernante. Enfrentarse a esa crisis plantea muchas dificultades. Estoy convencido de que retornar¨¢ la confianza en la econom¨ªa y, por lo tanto, tambi¨¦n en el Gobierno.

P. Recuperar la confianza suele ser lo m¨¢s complicado.

R. Claro, pero ?se puede decir que la confianza est¨¢ ahora depositada en el PP? Creo que no. El PP hace lo que es m¨¢s f¨¢cil: est¨¢ esperando sentado a que la crisis acabe con el Gobierno o con el PSOE y no colabora con el Gobierno. Por mucho que lo digan las encuestas, no creo que la sociedad andaluza conf¨ªe en que el PP vaya a ser el que saque a Andaluc¨ªa de la crisis. La sociedad andaluza actual es de centro izquierda, mayoritariamente progresista y no creo que conf¨ªe en un partido muy de derechas como el PP.

P. Pero ustedes van a cumplir 30 a?os en el poder.

R. Es evidente que 30 a?os pesan, pero hay argumentos suficientes para trasladar que han sido 30 a?os brillantes en la historia de Andaluc¨ªa, con sus luces y sus sombras.P. Hay ocho encuestas que dicen que hay un cansancio del electorado y que el cambio de Gri?¨¢n no se ve.

R. S¨ª, pero porque el peso de la crisis es tan abrumador que la gente no ha podido percibir que se ha dado un cambio importante. El reto que tenemos es generar un clima de confianza y entonces se percibir¨¢ mejor el cambio.

P ?C¨®mo se les da la vuelta a las encuestas?

R. En Andaluc¨ªa hay un elemento clave. Nadie se va a creer que el PP sea el partido del cambio ni que Javier Arenas vaya a ser el adalid del cambio. Un dirigente pol¨ªtico que tuvo una posici¨®n ambigua con la autonom¨ªa, que se opuso al pago de la deuda hist¨®rica, que le quit¨® la tutela a Andaluc¨ªa sobre las cajas de ahorros, que nos llev¨® al Constitucional por los complementos de las pensiones, que fue el ide¨®logo del PP sobre el maltrato del Gobierno a Andaluc¨ªa no es cre¨ªble como adalid del cambio. El otro factor es que la gesti¨®n de la econom¨ªa empiece a dar resultados, genere confianza y credibilidad a los gobiernos.

P. De Arenas no tiene usted buena opini¨®n.

R. No, no la tengo. Lo respeto, admito que pueda tener una parte de raz¨®n, pero hay actitudes pol¨ªticas y humanas rechazables en Arenas. El PP sabe que represento 20 a?os de la historia de Andaluc¨ªa, 20 a?os que quieren enfangar con acusaciones de corrupci¨®n, de deshonestidad. Todo es falso, pero ellos saben que algo queda. Yo nunca hubiera puesto en marcha una estrategia para destruir a una persona.

P. ?El pago de la deuda hist¨®rica es un mal negocio?

R. ?Por qu¨¦? Los solares ?son o no dinero?, ?se pueden o no convertir en dinero? Es una cosa que nunca he entendido, sin olvidar que se han pagado 420 millones de euros en met¨¢lico. Y que ese tema lo saquen un partido y un dirigente que se opusieron rotundamente a que se pagara la deuda, me parece hip¨®crita y c¨ªnico.

P. Pero la respuesta del PSOE no ha sido esa.

R. Sobre eso no voy a decir nada.

P. ?Qu¨¦ le parece la renuncia de Monteseir¨ªn?

R. La decisi¨®n de no presentarse a la reelecci¨®n ha sido del propio alcalde y hace ya meses que nos lo comunic¨®. Creo que es una decisi¨®n l¨®gica despu¨¦s de tres mandatos, tras los que va a quedar la transformaci¨®n m¨¢s importante de Sevilla desde la Expo de 1992. Que contin¨²e o no hasta el final de la legislatura es una decisi¨®n del propio Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn. Si quiere mi opini¨®n personal, creo que deber¨ªa agotar su mandato.