?Pero es que hubo alguna vez un milagro espa?ol?
Rotundamente, s¨ª: el jam¨®n de Jabugo. Pero ni uno solo m¨¢s. Es verdad sin embargo que hace unos a?os no paraba de hablarse del milagro espa?ol. ?Qui¨¦n lo hac¨ªa? ?Qui¨¦n se invent¨® eso del milagro espa?ol? Como es l¨®gico, la prensa extranjera, que tiene un conocimiento tan preciso de lo que ocurre en Espa?a como el que la prensa espa?ola tiene de lo que ocurre en el extranjero. La diferencia es que, mientras que en Inglaterra o en Francia ni siquiera se enteran de lo que dice de ellos la prensa espa?ola, nosotros siempre estamos preparados para colocar en primera p¨¢gina lo que la prensa inglesa o francesa dice de Espa?a. ?Se imaginan por ejemplo a Alistair Darling, ministro de Econom¨ªa del Reino Unido, visitando la sede de EL PA?S para convencer a los miembros de su redacci¨®n de que la econom¨ªa brit¨¢nica no va tan mal como ellos creen? Pues Elena Salgado visit¨® no hace mucho la redacci¨®n del Financial Times con un prop¨®sito parecido. Dir¨¢n ustedes que el Financial Times no es EL PA?S, y tienen raz¨®n, entre otras razones porque EL PA?S sabe mucho m¨¢s que el Financial Times sobre la econom¨ªa espa?ola. La prueba es que Salgado cosech¨® un gran ¨¦xito: dos d¨ªas antes el diario brit¨¢nico hab¨ªa dicho que la econom¨ªa espa?ola iba muy mal y dos d¨ªas despu¨¦s dijo que iba muy bien. Ese es el conocimiento que el Financial Times tiene de la econom¨ªa espa?ola.
"No nos faltaba de nada. Ten¨ªamosa Nadal, Adri¨¤, Almod¨®vary al juez Garz¨®n"
Pero s¨ª: andando por ah¨ª yo tambi¨¦n not¨¦ que la gente, y en particular los periodistas, no paraba de hablar del milagro espa?ol, no paraba de preguntar por el milagro espa?ol. La idea era m¨¢s o menos la siguiente: Espa?a hab¨ªa salido de 40 a?os de dictadura, hab¨ªa construido una democracia y hab¨ªa iniciado una edad de oro propiciada por una explosi¨®n de talento, de energ¨ªa y de creatividad largamente reprimidos. En la econom¨ªa la cosa no pod¨ªa estar m¨¢s clara: desde mediados de los noventa Espa?a era una de las locomotoras europeas, durante 15 a?os flirte¨® con un crecimiento del 4% del PIB y en 2006 su renta per c¨¢pita superaba a la italiana; tambi¨¦n hab¨ªa milagro pol¨ªtico: despu¨¦s de 30 a?os de democracia -el m¨¢s largo periodo de libertad de la historia moderna del pa¨ªs-, para muchos sectores de la izquierda europea Zapatero era el prototipo perfecto de una izquierda por fin renovada y un estadista de talla mundial. ?Y qu¨¦ decir de lo dem¨¢s? No nos faltaba de nada: ten¨ªamos a Rafa Nadal, ten¨ªamos a Ferran Adri¨¤, ten¨ªamos a Pedro Almod¨®var, ten¨ªamos incluso al juez Garz¨®n, impartiendo justicia por el mundo como un Batman togado. En fin: que todo lo que ven¨ªa de Espa?a era interesante, audaz, envidiable, modern¨ªsimo. ?Y qu¨¦ ¨ªbamos a decir nosotros cuando nos preguntaban por ah¨ª si eso era cierto? Como Andr¨¦s Calamaro, soy un canalla y un bandido desde mi m¨¢s tierna edad, pero incluso los canallas y los bandidos respetamos ciertas reglas, y una de ellas consiste en no hablar mal de tu pa¨ªs con gente que no es de tu pa¨ªs. Adem¨¢s, por entonces era in¨²til: en una ocasi¨®n, en una charla con izquierdistas italianos, me atrev¨ª a insinuar que quiz¨¢s Zapatero no era un cruce exacto entre Pericles y San Jos¨¦ de Calasanz y fui severamente amonestado; en otra ocasi¨®n ensay¨¦ una divagaci¨®n filos¨®fica y autocr¨ªtica a prop¨®sito de una frase fundamental de Chiquito de la Calzada ("Musho cobarde pa tan poco canap¨¦"), pero en seguida me interrumpieron para preguntarme si Chiquito era disc¨ªpulo de Savater y si sus obras se hab¨ªan traducido ya a las principales lenguas de cultura.
Hasta que se acab¨® el milagro. No entrar¨¦ en detalles de sobra conocidos por ustedes; el caso es que todo era mentira. La econom¨ªa era un fantasma creado por la doble ilusi¨®n del ladrillo y el consumo: ahora se agot¨® el ladrillo, se hundi¨® el consumo; adem¨¢s, se acab¨® el crecimiento, salvo el del paro y la deuda. Tambi¨¦n Zapatero es ahora un fantasma, un zascandil ingenuamente optimista, gestero e ignorante, que no merece la confianza de nadie, y Espa?a es un pa¨ªs que no ha superado ni superar¨¢ el franquismo -un pa¨ªs apenas democr¨¢tico, incapaz de afrontar cara a cara su pasado-, como prueba el hecho de que un juez irreprochable como Garz¨®n va a ser inhabilitado por tratar de investigar los cr¨ªmenes del franquismo. Por lo dem¨¢s, Rafa Nadal no da pie con bola, Ferran Adri¨¤ se ha tomado unas vacaciones y la ¨²ltima pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var es Los abrazos rotos. En fin, que ya nadie se acuerda siquiera del jam¨®n de Jabugo, y mucho me temo que en alg¨²n momento llegar¨¢ incluso a ponerse en duda la clarividencia contrastada de Chiquito: no es que hubiera pocos canap¨¦s; es que no hab¨ªa ninguno. Este es el negro retrato que se est¨¢ pintando del pa¨ªs por ah¨ª y, a menos que alguien lo remedie, el que se va a seguir pintando en los pr¨®ximos tiempos. Naturalmente, es un retrato tan falso (o tan veraz) como el rosado retrato anterior, con la diferencia de que en el anterior sal¨ªamos guapos y en este salimos horrendos; yo por lo menos no le veo nada bueno, ni siquiera algo que lo parece: los canallas y los bandidos tenemos prohibido hablar mal de nuestro pa¨ªs cuando salimos fuera, pero no hablar bien, lo que significa que antes ten¨ªamos que callarnos, pero ahora ya no. Joder, qu¨¦ verg¨¹enza: a ver si ahora va a resultar que somos unos patriotas.?
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