EE UU ve la oportunidad para declarar la victoria
La retirada de tropas depende de la normalizaci¨®n iraqu¨ª
![Antonio Ca?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbeac12ba-699c-4d3e-89c6-e30be1d9a86c.png?auth=74fed457e58f28ed1f5682cefdc437f0ffd7a482e0124e2212ab78e056c83af2&width=100&height=100&smart=true)
Las elecciones que hoy se celebran representan para EE UU la oportunidad de declarar, finalmente, su victoria en Irak, a?os despu¨¦s de una guerra que desangr¨® el pa¨ªs, alent¨® el extremismo en todo el mundo y debilit¨® gravemente a los propios norteamericanos. Esa victoria, manifestada en la consecuci¨®n de una incipiente democracia en una sociedad medianamente pacificada, es todav¨ªa reticente y lejana.
El n¨²mero de tropas estadounidenses se ha reducido de 170.000 a menos de 100.000 (ser¨¢n unos 50.000 en verano). Tambi¨¦n ha decrecido su influencia en el mantenimiento del orden y de la seguridad en el pa¨ªs. El Ej¨¦rcito iraqu¨ª se ha desarrollado tanto como para, no s¨®lo ocuparse de la protecci¨®n de sus ciudadanos, sino para haberse convertido en una de las instituciones m¨¢s respetadas.
El peligro es que los sun¨ªes se sientan marginados del mapa pol¨ªtico
Ir¨¢n cuenta a¨²n con grandes aliados en la comunidad chi¨ª de Irak
Estados Unidos tiene tambi¨¦n mucha menor influencia en la actividad pol¨ªtica. El Gobierno y el Parlamento iraqu¨ªes, aunque con dificultades, han conseguido construir un modelo pol¨ªtico de cierta operatividad: s¨®lo en un a?o se ha aprobado m¨¢s de medio centenar de leyes importantes, entre ellas unos presupuestos nacionales aceptados por las distintas comunidades religiosas.
La convicci¨®n, hasta hace poco, de que esas comunidades acabar¨ªan enfrent¨¢ndose en una guerra civil, ha dado paso a una relativa esperanza de acuerdo, y la idea de un Irak unificado y democr¨¢tico resulta, al menos formalmente, la m¨¢s extendida entre chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos. Los ciudadanos iraqu¨ªes son ostensiblemente m¨¢s libres, sus mujeres gozan de niveles de igualdad superiores a los de pa¨ªses vecinos y la econom¨ªa recobra impulso.
Todo esto es la parte medio llena de la botella. La parte medio vac¨ªa, aquella que se refiere al riesgo todav¨ªa significativo de que todos los avances acaben saltando por los aires ante la fragilidad de la situaci¨®n, es la que m¨¢s preocupa hoy en Washington.
Las elecciones de ma?ana ser¨¢n las primeras en las que el ganador no estar¨¢ constitucionalmente obligado a formar un Gobierno de unidad. Se pondr¨¢ a prueba, pues, la verdadera voluntad de cada grupo religioso respecto a sus viejos rivales; de la magnanimidad de los ganadores depender¨¢, en gran medida, el ¨¦xito de las elecciones.
Ser¨¢, por tanto, dif¨ªcil la formaci¨®n de un Gobierno. La Administraci¨®n norteamericana pronostica varios meses de negociaciones hasta que los pr¨®ximos gobernantes asuman sus responsabilidades.
Eso dejar¨¢ un peligroso tiempo de vac¨ªo de poder que los extremistas -debilitados, pero no derrotados- pueden aprovechar para intentar desbaratar el proceso. Si la violencia aumenta considerablemente tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil para Estados Unidos continuar con sus planes de retirada de tropas, y todo ello puede conducir a una escalada que acabe con las conquistas realizadas hasta el momento.
El presidente Barack Obama no puede, por supuesto, imaginar peor pesadilla que la de a?adir a sus problemas actuales el de un Irak nuevamente incendiado, pero lo cierto es que la Administraci¨®n norteamericana no cuenta actualmente con suficiente margen de actuaci¨®n como para moldear Irak de acuerdo con sus intereses.
De hecho, una de las mayores virtudes de la actuaci¨®n norteamericana en los ¨²ltimos meses ha sido su admirable equidistancia respecto a las fuerzas en litigio en Irak. Hoy por hoy, no se puede decir que ninguna de las candidaturas a votaci¨®n sea el candidato de Washington.
Estados Unidos ha trabajado bien con el primer ministro Nuri al Maliki, un chi¨ª, y cont¨® con los chi¨ªes como primeros aliados tras la invasi¨®n de 2003. Pero en la actualidad, los responsables norteamericanos impulsan la integraci¨®n de los sun¨ªes en el sistema que se construye y alientan las soluciones unitarias.
Desde la perspectiva estadounidense, el mayor peligro que se atisba en estas elecciones es el de que los sun¨ªes interpreten que sus intereses no han sido suficientemente tenidos en cuenta, deslegitimen al ganador y regresen a la violencia como medio para conquistar al poder. "La verdadera medida de estas elecciones la tendremos cuando sepamos la reacci¨®n de los perdedores", ha advertido el embajador norteamericano en Bagdad, Christopher Hill.
Un actor imprevisible en el futuro de Irak es su poderoso vecino y rival: Ir¨¢n. La Administraci¨®n norteamericana considera que el r¨¦gimen iran¨ª, enfrentado entre s¨ª y desgastado en la represi¨®n de sus opositores, est¨¢ hoy en peores condiciones de emprender aventuras internacionales. Pero eso no es una garant¨ªa de que Ir¨¢n, en camino de ser un pa¨ªs con tecnolog¨ªa nuclear avanzada, saque por completo sus manos de Irak, donde cuenta con importantes aliados pol¨ªticos dentro de la comunidad chi¨ª y donde tiene conexiones demostradas con algunos grupos armados.
![Dos heridos por la explosi¨®n de un coche bomba en la ciudad santa de Nayaf descansan en un hospital.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MZTXKWD7DUZBKBNNRYIERSREZ4.jpg?auth=b52d3645a4ad98d8e5ecdd2ab2557b8fd6888f6fa79e04fbb40dd5e8b4a7963d&width=414)
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