Homenaje a las que cantaron antes
El Festival Ellas Crean se suma a las celebraciones del D¨ªa de la Mujer
"A m¨ª me encantan las cantaoras antiguas, la Ni?a de los Peines, la de Antequera...". Roc¨ªo M¨¢rquez (Huelva, 1985) es una cantaora agradecida a la generaci¨®n anterior. Su carrera en el flamenco apenas comienza, aunque ha trabajado a fondo para estar en el escenario. Desde que con cuatro a?os cantase fandangos en su ciudad natal al Festival Internacional de Cante de las Minas de la Uni¨®n de 2008 que le dio a conocer, esta joven de gesto dulce y voz aterciopelada ha luchado por dedicarse a la m¨²sica. Pero reconoce que la gran lucha fue de la generaci¨®n anterior. "Hasta no hace mucho si una ni?a dec¨ªa que se quer¨ªa dedicar al flamenco era m¨¢s o menos como que se echaba a la mala vida", reconoce. "Mi generaci¨®n lo ha tenido mucho m¨¢s f¨¢cil".
Dicen que la voz de Roc¨ªo M¨¢rquez recuerda a la de la Ni?a de la Puebla
Dicen de ella que tiene un eco antiguo en su voz, que recuerda a su admirada Ni?a de la Puebla. Ella gusta de hacer los cantes m¨¢s cl¨¢sicos en el escenario y, sin embargo, en el D¨ªa Internacional de la Mujer, minutos antes de salir al escenario del Teatro de la Zarzuela como parte del festival Ellas Crean, reconoce admirar a las artistas que rompen con todo. "Los prototipos nos hacen da?o. Admiro much¨ªsimo a Mayte Mart¨ªn, por ejemplo, que ha sabido traerse a su terreno el cante y hacer lo que ella quer¨ªa hacer sin preocuparse por lo que puedan decir".
Roc¨ªo no pertenece a una estirpe de abolengo en el flamenco, ni sali¨® de uno de los barrios ligados a este arte. Estudi¨® en la Escuela de Cristina Heeren de Sevilla, una suerte de conservatorio que provee al flamenco de artistas j¨®venes, respetuosos con la tradici¨®n pero con ganas de dejar huella. Su paso por Las Minas le puso el sello de calidad. Sin embargo, ella recalca esa sutil diferencia entre hombres y mujeres que sigue existiendo. "El festival de La Uni¨®n tiene 50 a?os. En 50 ediciones s¨®lo cinco mujeres han ganado La L¨¢mpara Minera". La L¨¢mpara es el m¨¢ximo galard¨®n que se puede obtener en este concurso de nuevos talentos, el m¨¢s prestigioso en el flamenco.
Ella cree que ahora el cambio tiene que venir en la incorporaci¨®n de la mujer a los instrumentos: el toque, las palmas, la percusi¨®n. Comienza a haber m¨¢s nombres de cantaoras y bailaoras en los carteles, pero no de instrumentistas. Tampoco las mujeres son las m¨¢s vanguardistas. "Si uno piensa en el baile, Israel Galv¨¢n o Andr¨¦s Mar¨ªn son grandes rompedores. No hay tantas mujeres que se atrevan a hacer en el escenario lo que hacen en la intimidad".
A pesar de su juventud y el respeto que le debe a los cl¨¢sicos, M¨¢rquez est¨¢ lista para arriesgar. Prepara un espect¨¢culo junto a la soprano marroqu¨ª Samira Kadiri en el que mezclar¨¢n m¨²sicas del Magreb con m¨²sica andalus¨ª, sefard¨ª y flamenco. Tambi¨¦n trabaja junto al cantante de ¨®pera Jos¨¦ Manuel Zapata un repertorio de tango argentino. "Cada uno tiene que hacer las cosas como las siente, yo acepto los consejos y las cr¨ªticas, pero hay que escucharse a uno mismo".
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