Mi madre y yo

Bonito t¨ªtulo: Por el placer de volver a verla es la versi¨®n espa?ola protagonizada por Miguel ?ngel Sol¨¢ y Blanca Oteyza de Encore une fois, si vous permettez, comedia sentimental autobiogr¨¢fica donde Michel Tremblay, el autor canadiense m¨¢s celebrado internacionalmente, evoca a su madre, motor de su vocaci¨®n.

Sol¨¢ encarna al narrador, alter ego de Tremblay, y se desdobla en el ni?o pregunt¨®n que fue, mientras Oteyza interpreta a Nana, mujer melodram¨¢tica, ingenua, amante de novelas inveros¨ªmiles y preocupada hondamente por la educaci¨®n sentimental de su hijo. Las dos primeras escenas de este montaje sencillo y limpio de Manuel Gonz¨¢lez Gil tienen la hechura na¨ªf de esas tiras c¨®micas donde el travieso Calvin o el adolescente Zits acaban recibiendo una maternal reprimenda. Agarrado a la frazada protectora de Linus, Sol¨¢ ani?a la voz cuando bastar¨ªa quiz¨¢ con que prestara la suya al chaval: est¨¢ estupendo como narrador y a medida que su personaje se hace adolescente. Su papel no tiene la enjundia del de su pareja, escrito para Rita Lafontaine, actriz fetiche de Tremblay.

En la madre joven del principio, c¨®micamente pegada al clich¨¦, Oteyza resulta menos convincente que en la entrada en a?os, a la que imprime car¨¢cter, dolor subterr¨¢neo y un hondo perfil melodram¨¢tico. Su interpretaci¨®n va felizmente in crescendo. En Por el placer de volver a verla no hay grandes conflictos, sino una suave corriente subterr¨¢nea de afectos no declarados y de cuentas pendientes que, as¨ª es la vida, acabamos saldando con fantasmas.