Sanidad p¨²blica
Entre las ya numerosas promesas incumplidas por N¨²?ez Feij¨®o en el corto espacio de tiempo que lleva ejerciendo el cargo de presidente de la Xunta destaca aqu¨¦lla que anunciaba a bombo y platillo el aumento del gasto social. Basta con echar un r¨¢pido vistazo al presupuesto de 2010 para comprender por qu¨¦ la Xunta no ha vuelto a mencionar semejante propuesta.
Especialmente afectada por el incumplimiento de Feij¨®o se encuentra nuestra sanidad p¨²blica. En efecto, nuestro sistema sanitario, que representa un tercio del presupuesto p¨²blico de Galicia, que emplea a m¨¢s de 42.000 trabajadores y constituye uno de los principales instrumentos de cohesi¨®n de que dispone la sociedad, ha visto disminuir, contrariamente a lo prometido, sus recursos econ¨®micos. Algo especialmente grave en un pa¨ªs como Galicia que tiene el gasto p¨²blico sanitario por habitante m¨¢s bajo de la UE (15?) despu¨¦s de Grecia y que, adem¨¢s, se ha ido distanciando del promedio europeo desde 1993. La situaci¨®n empeora todav¨ªa m¨¢s si se tiene en cuenta que el porcentaje de la poblaci¨®n anciana en Galicia es mayor que el promedio europeo y que este grupo consume muchos m¨¢s recursos que el resto de la poblaci¨®n.
La situaci¨®n de las listas de espera es insostenible y amenaza la eficacia y la equidad del sistema
Estas restricciones presupuestarias, unidas a otras discutibles decisiones de los gestores sanitarios, han contribuido decisivamente a que en el ¨²ltimo a?o el n¨²mero de pacientes en las listas de espera quir¨²rgicas se haya incrementado en un 10% y el tiempo medio de espera en un 14%. Y en las listas de consultas el incremento haya sido del 4% y del 6% respectivamente. Si a ello a?adimos que la llamada lista de espera no estructural, que la conseller¨ªa se niega a publicar, alcanza en el promedio del Sergas el 32% y en ¨¢reas sanitarias como la de Vigo supera el 50%, comprenderemos f¨¢cilmente que nos encontramos ante una situaci¨®n insostenible que amenaza seriamente tanto la eficacia cl¨ªnica como la equidad del sistema.
Pero si analizamos las prioridades del gasto, es decir, los recursos que se destinan a cada nivel de atenci¨®n, concluiremos que, adem¨¢s de gastar poco, lo gastamos mal. La escasa prioridad de la atenci¨®n primaria y de la dimensi¨®n sociosanitaria del sistema conlleva la excesiva masificaci¨®n de estos centros, con un promedio de tiempo de visita de los m¨¢s bajos de Europa. Asimismo, esta escasa prioridad de la atenci¨®n primaria explica en gran medida la enorme carga asistencial de los hospitales, incluido el colapso de sus servicios de urgencias, donde un alto porcentaje de los casos podr¨ªan ser correctamente resueltos en los centros de atenci¨®n primaria, si ¨¦stos estuviesen convenientemente dotados.
Menci¨®n especial merece el sistem¨¢tico incumplimiento de la Ley de Incompatibilidades, con demoledoras consecuencias para nuestra sanidad p¨²blica. A ello se debe, entre otras disfunciones graves, el aumento artificial de las listas de espera, lo que obliga a los ciudadanos a buscar soluci¨®n en la sanidad privada en la que casualmente numerosos profesionales del sector p¨²blico trabajan ilegalmente. Conviene recordar al respecto que la Ley de Incompatibilidades en su art¨ªculo 12.1 considera especialmente incompatible las actividades profesionales privadas prestadas a personas a quienes se est¨¢ obligado a atender en el desempe?o del puesto p¨²blico. Tampoco los empleados p¨²blicos pueden ejercer su profesi¨®n en centros privados concertados pues la citada Ley de Incompatibilidades considera actividades en el sector p¨²blico "las desarrolladas en entidades colaboradoras y concertadas con la Seguridad Social en la prestaci¨®n sanitaria". Y, como es bien sabido, nadie puede percibir dos salarios del sector p¨²blico. Cabe todav¨ªa a?adir que la Ley General de Sanidad no permite establecer conciertos con centros privados cuando en alguno de sus trabajadores concurran las circunstancias que sobre incompatibilidades establece la legislaci¨®n correspondiente (Art. 93).
Teniendo en cuenta la gravedad y dimensi¨®n del problema, es preciso que la Xunta aclare cuanto antes qu¨¦ piensa hacer para resolverlo. Porque lo ¨²nico que no pueden permitirse N¨²?ez Feij¨®o y Pilar Farjas, despu¨¦s de sus encendidas proclamas de ley y orden, es mirar para otro lado cuando una ley de tal trascendencia social se incumple masiva y sistem¨¢ticamente.
A?adan ustedes a todo lo dicho el proceso de creciente externalizaci¨®n de recursos y de provisi¨®n de servicios sanitarios impulsado por el entusiasmo privatizador de la actual conselleira de Sanidade y tendr¨¢n una idea muy aproximada de los problemas que afligen a nuestra sanidad p¨²blica.
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