11 de marzo: D¨ªa Europeo en Recuerdo a las V¨ªctimas del terrorismo
Las efem¨¦rides y los actos de homenaje tienen un sentido profundo que va m¨¢s all¨¢ de lo formal, de lo protocolario. Si, adem¨¢s, es la efem¨¦ride de un hecho terrible y si el homenaje es a las v¨ªctimas de la violencia terrorista, esa percepci¨®n adquiere mayor relevancia si cabe. Rememorar lo ocurrido no supone reabrir heridas. Por el contrario, recordar es un acto de respeto, de justicia y de dignidad.
Por eso debemos empezar recordando aquel fat¨ªdico 11 de marzo de hace seis a?os, en 2004, en el que 192 personas fueron asesinadas, y 1.893 resultaron heridas, en Madrid. Un d¨ªa en que esa ciudad se convirti¨® en la capital del dolor. Todos sabemos que los terroristas no tienen el m¨¢s m¨ªnimo reparo, ni la menor consideraci¨®n por la vida humana. Y este desprecio alcanza su m¨¢xima expresi¨®n, su mayor irracionalidad, en los atentados masivos, como el de Madrid. Los m¨¢s de dos millares de familias afectadas directamente lo saben bien. Todas ellas contin¨²an tratando de recuperar sus vidas tras el horror.
El recuerdo de esta fecha forma parte de la reparaci¨®n integral de las v¨ªctimas
Aquel 11 de marzo, los terroristas no s¨®lo acabaron con la vida de 192 personas, aquel d¨ªa nos hirieron a todas las personas de bien. La sinraz¨®n de la barbarie nos atac¨® a todos. En esos trenes iban ciudadanos de diversos pa¨ªses (49 de las v¨ªctimas mortales no eran espa?olas); perdieron la vida y quedaron heridas personas de distinta condici¨®n social, creencias religiosas (no pocos eran musulmanes) e ideolog¨ªa pol¨ªtica; eran hombres y mujeres (algunas embarazadas); j¨®venes y mayores... Han pasado seis a?os, pero parece que fue ayer. Espa?a y Europa reaccionaron conmovidas e indignadas. Y respondieron de la ¨²nica manera que pod¨ªan hacerlo, con un¨¢nime solidaridad y con un compromiso com¨²n hacia las v¨ªctimas y sus familias. Esa solidaridad y ese compromiso de los ciudadanos, de los Gobiernos y de las instituciones europeas se plasmaron en la declaraci¨®n del 11 de marzo como el D¨ªa Europeo en Recuerdo de las V¨ªctimas del Terrorismo. Igualmente, se aprob¨® la Directiva Europea sobre indemnizaci¨®n a v¨ªctimas de delitos violentos, de diciembre de 2004, que prestaba especial atenci¨®n a las situaciones transfronterizas. En Espa?a, el Estado de derecho tambi¨¦n actu¨® como deb¨ªa y todos los terroristas fueron detenidos y puestos a disposici¨®n de la justicia. Los culpables fueron procesados y condenados, est¨¢n en la c¨¢rcel y lo estar¨¢n por muchos a?os.
Nuestro sentimiento com¨²n es, sin duda, de solidaridad con las v¨ªctimas, una solidaridad incondicional y de coraz¨®n. Todas ellas cuentan con nuestro respeto, el del Gobierno de Espa?a y el de la Uni¨®n Europea y sus instituciones. Y cuentan, tambi¨¦n, con nuestro compromiso firme de que no retrocederemos ni un paso hasta acabar con la barbarie terrorista y, lo m¨¢s importante, de que no dejaremos de hacer todo lo necesario, y m¨¢s a¨²n, para que las v¨ªctimas siempre, y en todos los casos, obtengan reparaci¨®n y justicia. El recuerdo de esta fecha es parte de la dignificaci¨®n de las v¨ªctimas porque, tal y como afirma Naciones Unidas, forma parte de la reparaci¨®n integral y tiene tanto valor como la indemnizaci¨®n, el acceso pleno a la justicia, la informaci¨®n y la garant¨ªa de no repetici¨®n. La nueva Ley de V¨ªctimas, que aprobar¨¢ Espa?a en esta legislatura, igual que las iniciativas europeas que hemos mencionado, va en esa direcci¨®n, en la de garantizar mejor la protecci¨®n integral de todas las v¨ªctimas del terrorismo.
Si bien es cierto que los terroristas consiguieron uno de sus objetivos, el de causar dolor, tambi¨¦n lo es que no alcanzaron su principal prop¨®sito, sembrar el terror generalizado. Al contrario, los europeos, y los espa?oles en particular, dieron una lecci¨®n de ciudadan¨ªa, de sentido com¨²n, de altura de miras y de racionalidad, durante los d¨ªas y semanas posteriores al atentado; una actitud que no ha cambiado en estos seis a?os. Si lo que pretend¨ªan era que se generalizara un sentimiento antimusulm¨¢n o un incremento del racismo y la xenofobia contra el mundo ¨¢rabe, o el islam, para justificar as¨ª sus ataques, debemos afirmar que no lo consiguieron.
Hoy, especialmente hoy, tenemos que afirmar que la Uni¨®n Europea mantiene un firme y en¨¦rgico compromiso con la seguridad. Un compromiso que, de ning¨²n modo, puede ser ajeno a la defensa de la libertad. M¨¢s seguridad, s¨ª, pero con derechos y libertades. Hemos avanzado mucho desde entonces en Europa y en Espa?a. Es verdad que la terrible experiencia del 11-M en Madrid, y la del 7-J en Londres, un a?o despu¨¦s, as¨ª como el antecedente del 11-S de 2001, nos ha obligado a permanecer alertas y m¨¢s comprometidos que nunca con la paz y la seguridad en Europa y en el mundo. El terrorismo internacional, yihadista o islamista, sigue activo, capaz de hacer mucho da?o, pero nosotros, los espa?oles y el conjunto de los europeos, estamos m¨¢s preparados que nunca para combatirlo; siempre con respeto a la legalidad internacional sobre derechos humanos y a los valores y principios fundamentales del constitucionalismo democr¨¢tico.
En suma, el valor central que inspira toda nuestra acci¨®n, tanto en la represi¨®n del terrorismo como en el apoyo a sus v¨ªctimas, es el de seguridad integral: una visi¨®n, defendida por Naciones Unidas y por la Uni¨®n Europea, que no opone seguridad a libertad, sino que considera a la primera como una condici¨®n b¨¢sica para la existencia de la segunda. Y es, precisamente, el recuerdo de las v¨ªctimas de aquel 11 de marzo de 2004, y de todas las v¨ªctimas del terrorismo, lo que nos da fuerza para no retroceder, ni en la lucha contra el terror, tenga la naturaleza que tenga, ni en el apoyo a las v¨ªctimas.
Dec¨ªamos al comienzo que recordar es un acto de respeto, un ejercicio de justicia y de dignidad. En el D¨ªa Europeo en Recuerdo de las V¨ªctimas del terrorismo, es una exigencia moral, un alegato a favor de la decencia y de los valores humanos. Decencia y valores que no poseen los asesinos. Principios que nos imponen la evocaci¨®n de los que murieron, y el ejercicio continuado de solidaridad con quienes siguen sufriendo las consecuencias de la violencia terrorista. Dedicamos un d¨ªa al a?o al recuerdo de las v¨ªctimas, de todas las v¨ªctimas. Y debemos trabajar el resto de los d¨ªas del a?o para que se cumpla la ley y se haga justicia, que es la mejor manera de honrarlas.
Cecilia Malstr?m es comisaria de Asuntos de Interior de la UE y Alfredo P¨¦rez Rubalcaba es ministro del Interior.
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