Dictadura es siempre dictadura
La muerte de Zapata deja al descubierto a los rehenes de sus prejuicios - La doble moral se impone en sectores de la izquierda y la derecha
La muerte del preso de conciencia cubano Orlando Zapata, tras 85 d¨ªas en huelga de hambre, no ha servido para ablandar al r¨¦gimen castrista, pero ha puesto de manifiesto que, en pol¨ªtica, hay convicciones viscerales que dif¨ªcilmente cambian. La salida de tono del actor Guillermo Toledo, que asegur¨® que el alba?il negro represaliado, preso de conciencia seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, era un simple "delincuente com¨²n" (versi¨®n del diario oficial cubano Granma), ha vuelto a sacar a la luz las reticencias que tienen amplios sectores de la izquierda para revisar su historia reciente, y aplicar a los dictadores comunistas el mismo rasero que a los reg¨ªmenes autoritarios de la derecha, que tampoco est¨¢ exenta de prejuicios heredados del pasado.
"Ponemos la mano en el fuego por Zapata", afirma Amnist¨ªa
Willy Toledo: "Prefiero lo logrado en Cuba que lo que ha hecho la banca"
Los progresistas deben condenar cualquier tiran¨ªa, dice Mu?oz Molina
"Ha fallado la educaci¨®n c¨ªvica", opina el historiador Juli¨¢n Casanova
Un manual del PP valenciano evita definir franquismo como dictadura
Ar¨ªstegui: "Los populares no somos herederos del r¨¦gimen de Franco"
Si Cuba es el gran y (casi ¨²ltimo) tab¨² entre algunos de los considerados progresistas o de izquierdas, para una parte de la derecha la bestia negra sigue estando en el pasado franquista. En uno y otro caso, suelen tolerar o justificar una u otra dictadura. Si hay una condena, se hace de forma ambigua. O para justificar la ausencia de cr¨ªticas se echa en cara que la "dictadura del otro" fue peor.
"Se justifica un r¨¦gimen dictatorial en funci¨®n de la ideolog¨ªa. Todas las dictaduras, sean de derechas o de izquierdas, tienen elementos comunes: un partido ¨²nico, negaci¨®n de derechos pol¨ªticos y civiles, represi¨®n de la oposici¨®n... Cualquier dem¨®crata deber¨ªa oponerse", afirma Jes¨²s de Andr¨¦s, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la UNED. A derecha e izquierda quedan temas pendientes por resolver. "En Espa?a a¨²n tenemos dos herencias: la sovi¨¦tica, en el caso de la izquierda, y el franquismo y dictaduras como la de Pinochet, en la derecha. Y a veces el debate se hace sobre opiniones superficiales y sin muchos conocimientos. En este pa¨ªs ha habido una modernizaci¨®n econ¨®mica, pero han fallado las educaciones c¨ªvicas, no se ha educado a la gente en las libertades", afirma Juli¨¢n Casanova, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Zaragoza. "A¨²n existen barreras ideol¨®gicas claras".
Para buscar ejemplos no hay que viajar en el tiempo. La semana pasada Willy Toledo, que se declara independiente de cualquier partido, fue objeto de duras cr¨ªticas cuando dijo que Zapata, muerto el 23 de febrero, era un "preso com¨²n". Ahora lamenta haber herido la memoria del disidente cubano y dice que no pretend¨ªa ser despectivo.
En el fondo de la cuesti¨®n no ha cambiado de opini¨®n. Preguntado en una entrevista telef¨®nica si considera a Cuba una dictadura, duda unos segundos antes de contestar: "Es simplificar una vez m¨¢s... prefiero un mill¨®n de veces lo que ha logrado la revoluci¨®n cubana que lo que han hecho los bancos y Emilio Bot¨ªn; es peor el embargo de Estados Unidos a Cuba, y es peor lo que pasa en Guant¨¢namo. Lo que se aplica es un doble rasero, sobre todo desde el PP, que se niega a condenar una dictadura fascista, con cientos de miles de desaparecidos, y arremete contra Cuba".
Sus palabras tienen una representatividad social limitada. Pero traslucen una forma de pensar muy extendida. Miguel Bos¨¦ es uno de los artistas que ha salido en defensa de Toledo: "No s¨¦ qu¨¦ creer sobre Zapata. No tengo informaci¨®n clara". Un grupo de actores -incluidos Javier Bardem, Alberto San Juan y Luis Tosar- envi¨® el martes una carta a la prensa dando su apoyo al actor y denunciando una campa?a contra ¨¦l. Ayer, el escritor Eduardo Galeano, tambi¨¦n dio su opini¨®n: "Respeto a alguien capaz de hacer una huelga de hambre y morir por lo que cree, pero no lo comparto. En Cuba se aplica una lupa, se magnifica todo porque conviene a los enemigos de la justicia social, aunque no aplaudo todo", informa Elsa Cabria.
La informaci¨®n de Amnist¨ªa Internacional no deja lugar a la duda. Zapata era uno de los 55 presos de conciencia adoptados por la organizaci¨®n en Cuba (m¨¢s de 200, seg¨²n la Comisi¨®n Cubana de Derechos Humanos). Fue detenido en tres ocasiones, siempre por expresar sus opiniones, hasta que en mayo de 2004 fue condenado a tres a?os de prisi¨®n por "desacato", "des¨®rdenes p¨²blicos" y "resistencia", mientras ped¨ªa la liberaci¨®n de otro preso pol¨ªtico.
Durante su estancia en prisi¨®n su pena fue ampliada hasta 36 a?os por mal comportamiento. "Ponemos la mano en el fuego por personas como Zapata", afirma Olatz Cacho, de Amnist¨ªa. Esta organizaci¨®n afirma que el de Cuba es "un sistema legal represivo que restringe las libertades fundamentales en un grado que supera con creces lo que permiten las normas internacionales de derechos humanos".
El escritor Antonio Mu?oz Molina se considera progresista y, justo por eso, cree que cualquiera que lo sea tiene el deber moral de condenar cualquier dictadura, sea del signo que sea: "La insolidaridad hacia la lucha por los derechos humanos en los reg¨ªmenes autoritarios comunistas es una larga tradici¨®n de la izquierda; es una de sus grandes verg¨¹enzas. Es escandaloso que las personas que en Occidente gozan de la democracia se permitan criticar a otras que aspiran a lograr unos m¨ªnimos derechos".
"La izquierda democr¨¢tica, en el sentido m¨¢s amplio y no s¨®lo IU, debe hablar claro de una vez", afirma el escritor, que se muestra indignado por el hecho de que varios actores hayan apoyado a Toledo, pero no hayan mostrado la misma solidaridad con Orlando Zapata y los 26 disidentes cubanos que est¨¢n enfermos y siguen en prisi¨®n.
La condescendencia de sectores de la izquierda con las dictaduras comunistas es hist¨®rica. "Es un romanticismo perverso. La izquierda es heredera de una actitud que tuvimos todos antes de la ca¨ªda del socialismo real, creyendo que Stalin era el malo de la pel¨ªcula y Lenin el bueno, y que si utilizaba la violencia era porque estaba en una situaci¨®n de guerra civil. Y lo mismo ocurre con la revoluci¨®n cubana", opina el catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica Antonio Elorza. "Lo que no se dan cuenta es de que, desde la izquierda, se puede condenar al mismo tiempo el embargo, que s¨®lo perjudica al pueblo cubano, y a la dictadura castrista", a?ade.
Pese a que esa anuencia ha menguado con el tiempo, el Gobierno socialista sigue recibiendo cr¨ªticas por la supuesta tibieza con la que trata a La Habana. "Entendemos que tener relaciones puede ser una v¨ªa de apertura", reconoce la diputada socialista Carmen Hermos¨ªn. "Conozco a gente cercana que sigue defendiendo a los dirigentes cubanos, aunque en general creo que cada vez son m¨¢s los que piensan que no podemos seguir teniendo relaciones pseudo-paternalistas con pa¨ªses que machacan los derechos humanos con el pretexto de que sufren un embargo", dice.
Algunos expertos coinciden en que la izquierda debe enfrentarse a una revisi¨®n profunda, algo que el secretario general del PCE, Jos¨¦ Luis Centella, no comparte: "El partido ya hizo revisi¨®n de la etapa sovi¨¦tica. En la actualidad, centrar el tema de los derechos humanos en Cuba es una tonter¨ªa, cuando hay tantos problemas con los derechos humanos en el mundo. No hay ni una declaraci¨®n del Parlamento espa?ol condenando Guant¨¢namo. Hay mucho cinismo. Cuba es un referente para Am¨¦rica Latina".
Mientras, la derecha tambi¨¦n se enfrenta a sus fantasmas, aunque el portavoz de Asuntos Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Ar¨ªstegui, considera que no son comparables. "Una mayor¨ªa aplastante de militantes y simpatizantes del PP condena sin ning¨²n tipo de problemas el franquismo", afirma el diputado. "Pero no podemos admitir que todas las propuestas que se han hecho de condena al franquismo impliquen que el PP es heredero del franquismo, cuando nosotros somos de centro-derecha".
El PP conden¨® en el Parlamento espa?ol por primera vez la "dictadura" de Francisco Franco el 20 de noviembre de 2002, cuando se cumpl¨ªa el 27? aniversario de su muerte. Pero en 2006, el PP y la ultraderecha fueron los ¨²nicos partidos que no censuraron el franquismo en el Parlamento Europeo, mientras un a?o despu¨¦s el eurodiputado Jaime Mayor Oreja afirmaba que no pensaba condenar el franquismo porque "representaba a un sector muy amplio de los espa?oles" y calificaba de "disparate" la ley de memoria hist¨®rica.
En noviembre de 2006, el PP vot¨® en el Senado en contra de rehabilitar la figura de Juli¨¢n Grimau, l¨ªder comunista fusilado por el franquismo en 1963. Uno de los votos fue el del senador Manuel Fraga, varias veces ministro con Franco. El PP aleg¨® que no era competencia del Legislativo, sino del Tribunal Supremo, revisar un caso ya juzgado. Pero no hace falta echar la mirada tan atr¨¢s, porque el mismo d¨ªa que el actor Guillermo Toledo hac¨ªa sus declaraciones sobre Zapata, las Cortes valencianas debat¨ªan sobre un manual para la integraci¨®n de inmigrantes del Gobierno regional, del PP, que evita definir el franquismo como dictadura.
"Es una l¨¢stima que la derecha ataque con dureza a Cuba y sea tan condescendiente con el franquismo, mientras desde la izquierda se critican los cr¨ªmenes franquistas, pero no a Cuba, donde hay claramente una dictadura, o Venezuela, que lleva camino de convertirse en una", afirma Jes¨²s de Andr¨¦s. "El gran tab¨² de la derecha tambi¨¦n es su origen", argumenta el polit¨®logo, que pone como ejemplo a Fraga, fundador del partido Reforma Democr¨¢tica, embri¨®n de Alianza Popular y a su vez del PP. "La gente del PP que estuvo en el franquismo contribuy¨® a desmontarlo", afirma Ar¨ªstegui, que insiste en que es mucho m¨¢s grave la "laxitud" del PSOE en pol¨ªtica exterior no s¨®lo con Cuba, sino con Venezuela, Bolivia o Nicaragua.
El PSOE disiente. "El PP tiene una actitud radical con Cuba, sobre todo por el origen de izquierdas de la revoluci¨®n cubana, pero en 30 a?os de democracia no han sido capaces de condenar de forma clara el franquismo", asegura la diputada Carmen Hermos¨ªn.
Mu?oz Molina tambi¨¦n considera un tab¨² de la derecha, una muestra de la cerraz¨®n del PP, que no sea capaz de reconocer el error que supuso la guerra de Irak. "En Espa?a no hay un verdadero debate democr¨¢tico", opina el escritor, "todos se tiran los trastos a la cabeza y ¨¦sa es una lecci¨®n que tienen que aprender, igual la derecha que la izquierda".
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