El Parten¨®n, en venta

Que la Uni¨®n Europea no pasa por sus mejores momentos es f¨¢cil de deducir contemplando la foto de sus actuales dirigentes: al provisional Zapatero, ese h¨¢bil vendedor de humo al que sus adversarios toman por ingenuo, y al incombustible Dur?o Barroso, de nulo carisma, se les suman ahora un presidente del Consejo con cara de estar permanentemente desbordado y una "ministra de Asuntos Exteriores" que en sus mejores momentos parece una de esas puritanas amas de llave de las novelas de Agatha Christie. Poca cosa, como se ve, para afrontar lo que pomposamente siempre llaman "retos del siglo XXI".

Sin embargo, que los asuntos vayan mal, sobre todo en Grecia, no justifica la afrenta contra este pa¨ªs por parte de la prensa amarilla brit¨¢nica y alemana. El Bild, por ejemplo, un peri¨®dico que envenena diariamente a millones de lectores, adem¨¢s de afirmar que los griegos son gen¨¦ticamente manirrotos, ha sugerido que se pongan a la venta bienes patrimoniales hel¨¦nicos, e incluso islas, para paliar el desastre de la actual crisis. Con respecto a las islas, el tema no deber¨ªa sorprendernos, pues hace unos a?os ya se debati¨® en el Parlamento alem¨¢n la posibilidad de adquirir Mallorca.

Con relaci¨®n a los bienes patrimoniales, supongo que lo que m¨¢s apreciar¨ªan los compradores alemanes es el Parten¨®n. Pero no ser¨ªa de desear que pagaran justos por pecadores y la sociedad griega, la primera en sufrir la rapacidad de sus especuladores, no deber¨ªa ser privada, tambi¨¦n, de sus tesoros art¨ªsticos. ?Vender¨ªamos la Sagrada Familia o la Alhambra para hacer frente a los desmanes de F¨¨lix Millet, el Pocero y la gente de esa ralea que con tanto ah¨ªnco ha trabajado para nuestro bienestar? Ser¨ªa un esc¨¢ndalo. Pero la prensa alemana y brit¨¢nica no considera escandaloso que Grecia se desprenda de sus bienes patrimoniales para pagar su deuda. Se me ocurre una idea: Gran Breta?a y Alemania podr¨ªan enjuagar esa deuda pagando el "alquiler" de los tesoros griegos depositados desde hace siglos en el British Museum o en el Pergamon. Tener los frisos del Parten¨®n en casa es un lujo al alcance de pocos y los lujos, hoy, deben pagarse.