?Cu¨¢nto vale una isla griega?
La propuesta alemana de vender territorio para salvar la crisis irrita a Grecia
A los griegos no les ha hecho mucha gracia la idea propuesta por dos parlamentarios alemanes para salir de la crisis. Los se?ores diputados Josef Schlarmann y Frank Sch?ffler, de la coalici¨®n de centro-derecha de Angela Merkel, sugirieron al diario sensacionalista Bild que, en lugar de recibir ayuda financiera de los alemanes, los griegos podr¨ªan vender algunas de las casi 6.000 islas deshabitadas que poseen. "?Vendan sus islas, griegos quebrados! Y la Acr¨®polis tambi¨¦n", titul¨® el diario Bild. "No, no creo que sea gracioso y tampoco que fuese una broma. Es absurdo", contest¨® ayer el ministro de Turismo griego, Pavlos Geroulanos.
Deshacerse del territorio para sacar dinero ha sido algo habitual en el pasado; nunca muy buena idea. La historia ha ense?ado a los gobernantes que el islote que hoy pasa por ser un terreno est¨¦ril puede convertirse en el futuro en una fuente de inagotables recursos o en un destino tur¨ªstico donde destrozar la tarjeta de cr¨¦dito. Los descendientes tienen adem¨¢s la costumbre de recordar c¨®mo se malvendi¨® parte de la patria. La mayor¨ªa de las veces, el negocio result¨® ser una ruina.
En el Egeo hay islas que cuestan entre 500.000 euros y 11 millones
El 24 de mayo de 1626, un colono holand¨¦s llamado Peter Minuit compr¨® a los indios carnasie la isla de Manhattan. Minuit pag¨® con telas, collares y una cantidad de baratijas por un valor total de 60 florines, 24 d¨®lares de la ¨¦poca seg¨²n recoge la p¨¢gina web de la ciudad. Ambas partes cerraron el trato pensando que hab¨ªan salido ganando: Minuit, por lo barato que le hab¨ªa salido el terreno, y los carnasie porque hab¨ªan conseguido pasar por ser los nativos de una tierra que pertenec¨ªa en realidad a la tribu de los lepane.
Tampoco obtuvieron muchos beneficios los franceses cuando en 1803 vendieron a Estados Unidos el territorio de Luisiana. El precio de la venta fue de 11,2 millones de d¨®lares de la ¨¦poca, m¨¢s del doble de lo que recibi¨® Espa?a por la venta de Florida. S¨ª result¨® rentable para los rusos la venta de Alaska en 1867, no porque se llenaran excesivamente los bolsillos con los 7,2 millones de d¨®lares que les cost¨® a los estadounidenses, sino porque entonces era un terreno improductivo y dif¨ªcil de defender. En aquel momento, nadie entendi¨® bien la operaci¨®n. La prensa estadounidense ironiz¨® llamando al territorio Icebergia, "la nevera nacional" o simplemente "la estupidez de Seward", nombre del secretario de Estado y quien m¨¢s insisti¨® en la compra. El acuerdo no fue ninguna tonter¨ªa: los nuevos propietarios encontraron primero oro y petr¨®leo cien a?os m¨¢s tarde.
La venta de territorios se hac¨ªa pasar casi siempre como una compensaci¨®n por la guerra que el pa¨ªs comprador hab¨ªa ganado. "Que los pa¨ªses hicieran negocio con parte de su territorio era harina de todos los d¨ªas, en el pasado", se?ala Carlos Malamud, historiador del Real Instituto Elcano, "M¨¦xico perdi¨® as¨ª la mitad de su territorio tras la Independencia. Si a alg¨²n dirigente se le ocurriera ahora ceder la patria de esa manera acabar¨ªa fusilado".
No est¨¢n los gobernantes griegos por la labor y tampoco parece que fuera la venta de territorios entre Estados a lo que se refer¨ªan los diputados alemanes, sino m¨¢s bien a particulares, quiz¨¢ a turistas germanos, que s¨ª que tienen experiencia e inter¨¦s en la compra de islas. "Es eso lo que est¨¢n haciendo con Mallorca, comprarla poco a poco", comenta el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Humana Pere Salv¨¤, que da el dato de 75.000 alemanes en Palma, entre empadronados y residentes de m¨¢s de seis meses. Puede ser una boutade, pero la idea ya fue sugerida hace 20 a?os por otro pol¨ªtico alem¨¢n, el diputado conservador Dionys Jobst, que propuso que el Gobierno federal deb¨ªa comprar la isla a Espa?a y convertirla en el land n¨²mero 17 de la Rep¨²blica Federal.
?Cu¨¢nto cuesta Mallorca? ?Y una isla griega? Tasarlas es posible, pero para dar una cantidad habr¨ªa que tener en cuenta demasiados factores, como el patrimonio hist¨®rico, la cantidad de suelo r¨²stico y la posibilidad de construir. M¨¢s f¨¢cil es dar un precio a la venta de islas privadas. Las 16 islas que se venden en la p¨¢gina web Private Islands Online est¨¢n entre los 581.000 euros y los 11 millones. Seg¨²n el fundador de esta empresa, Chris Krowl, los millonarios deben tener cuidado a la hora de comprar porque los pa¨ªses suelen poner muchas restricciones medioambientales. "En algunas ni siquiera se puede construir", explica.
En cualquier caso, hoy es dif¨ªcil que los Estados puedan perder la soberan¨ªa sobre su territorio. "Las constituciones suelen ser r¨ªgidas al respecto. Se puede vender un terreno desocupado, pero no la jurisdicci¨®n sobre ¨¦l", se?ala Antonio Remiro Brot¨®ns, catedr¨¢tico de Derecho Internacional.
Ante tal imposibilidad, y descartada la opci¨®n poco est¨¦tica de la invasi¨®n militar, algunos pa¨ªses se han inclinado por el llamado land grabbing (apropiaci¨®n de tierras en ingl¨¦s), una modalidad criticada por su car¨¢cter neocolonialista. China, India y Corea del sur llevan acaparando terrenos en ?frica desde hace 10 a?os. Tanto en esos casos como en la venta de islas habitadas, nadie suele preguntar a la poblaci¨®n si est¨¢ de acuerdo. En 1899, perdidas ya las islas Filipinas, Espa?a vendi¨® las islas Carolinas y las Marianas a Alemania por 25 millones de pesetas. La ¨²nica voz que se levant¨® contra la venta fue la del ex presidente Pi y Margall: "Debo rechazar toda cesi¨®n de territorios que se haga sin el consentimiento expl¨ªcito de sus habitantes porque es una cosa contraria a la dignidad y personalidad de los pueblos". Su opini¨®n no suena hoy tan antigua.
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