La Fiscal¨ªa indagar¨¢ el cobro de 2,2 millones por la recalificaci¨®n de Lezama
La fiscal jefe de Vizcaya considera que "es un tema serio, de corrupci¨®n"
La Fiscal¨ªa de Vizcaya va a estudiar el caso del cobro de 2,2 millones de euros por la familia de la alcaldesa de Lezama, la peneuvista Alaitz Etxeandia, por recalificar unos terrenos para la construcci¨®n de 52 viviendas. "Es un tema serio, de corrupci¨®n", afirm¨® ayer rotunda a EL PA?S la fiscal jefe de Vizcaya, Carmen Ad¨¢n.
Tras leer la informaci¨®n publicada ayer por este diario, la fiscal reconoci¨® que su contenido obliga a iniciar un estudio para determinar si el Ministerio P¨²blico abre de oficio una investigaci¨®n. "Vamos a mirar de qu¨¦ va este asunto. Hay que valorarlo, estudiarlo y luego decidiremos", apunt¨® Ad¨¢n, quien se mostr¨® cauta y no quiso hablar de la comisi¨®n de ning¨²n posible delito. "Es un tipo de noticia que puede dar lugar a una investigaci¨®n de oficio", explic¨®.
El Superior rechaza dos veces ejecutar el fallo que anula el plan urban¨ªstico
Una plataforma vecinal teme que se repita el caso de los chal¨¦s de Barrika
El Ayuntamiento de Lezama recalific¨® un ¨¢rea de 7.725 metros cuadrados en el centro del municipio, aprobada de manera definitiva desde octubre de 2007. Ocho meses antes, el padre de la alcaldesa, una t¨ªa y cuatro primos firmaron un acuerdo con dos constructoras por seis millones de euros, seg¨²n constata un auto de un juzgado de Bilbao. Dos a?os despu¨¦s, el acuerdo se cambi¨® y el pago qued¨® en 5,3 millones, de los que la familia Etxeandia ha percibido ya 2,2 millones. Los 3,1 restantes deber¨ªan recibirlos cuando las constructoras tuviesen el terreno disponible para edificar, con todos los tr¨¢mites administrativos culminados. La fecha l¨ªmite era el mes de abril de 2011.
Sin embargo, el planeamiento municipal de Lezama, que posibilit¨® que el solar, catalogado como urbano, pasase a urbanizable, lo que permite construir viviendas, fue anulado en junio pasado por el Tribunal Superior vasco, lo que ha llevado a las constructoras a renunciar al proyecto y, por tanto, al pago de los 3,1 millones pendientes. Ambas empresas reclaman adem¨¢s los 2,2 millones ya abonados a la familia de la alcaldesa.
El llamado solar de Txupetxa es una zona considerada inundable desde 1993 por el Gobierno, calificaci¨®n que el propio Ayuntamiento no pidi¨® cambiar cuando empez¨® a tramitar las normas urban¨ªsticas en 2002 e incluso en la aprobaci¨®n inicial del planeamiento en 2006. S¨®lo en 2007, pocos d¨ªas antes de la preceptiva aprobaci¨®n por el Gobierno, present¨® un informe para eliminar la calificaci¨®n de inundable y convertirlo en urbanizable. En solo cuatro d¨ªas, la Direcci¨®n de Aguas, entonces en manos de EA, modific¨® su criterio y rebaj¨® la zona inundable,dejando fuera el solar de los Etxeandia. Y ello pese a admitir que el informe municipal "s¨®lo ha podido ser analizado con premura", seg¨²n rezaba el texto firmado el 20 de junio de 2007 por el entonces director de Aguas, Tom¨¢s Epalza.
La anulaci¨®n por el Superior de todo el planeamiento urban¨ªstico no ha tenido consecuencias.
La plataforma vecinal Lezama Bizirik, que present¨® la denuncia aceptada por el Superior, ha pedido la ejecuci¨®n de la sentencia ante los intentos del consistorio de urbanizar el solar de los Etxeandia. Como el Ayuntamiento ha recurrido el fallo ante el Supremo, podr¨ªa suceder que dentro de tres a?os se declarase ilegal una recalificaci¨®n con viviendas ya construidas, como ha ocurrido en el municipio vizca¨ªno de Barrika, con 14 chal¨¦s en un ¨¢rea de especial protecci¨®n.
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Superior ha rechazado por dos veces la petici¨®n de los vecinos, que supondr¨ªa paralizar el proyecto urban¨ªstico de Txupetxa. En un auto del 10 de diciembre, el tribunal argumentaba que era necesaria la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial de Bizkaia. Una segunda resoluci¨®n, del pasado 17 de febrero, desestimaba la medida porque en este caso debe existir una sentencia firme, as¨ª que se deber¨ªa esperar a la resoluci¨®n del Supremo.
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