Un h¨ªgado por 130.000 euros
Tras serle denegado en Espa?a, salv¨® su vida pagando por un trasplante en el hospital de Tianjin en China. ?scar Garay relata a EL PA?S c¨®mo funciona lo que las organizaciones sanitarias llaman 'turismo de trasplantes'. Como el suyo s¨®lo hay dos casos m¨¢s en Espa?a
El 15 de septiembre, tras recibir la noticia, ?scar decidi¨® beberse todos los gin-tonics de Bilbao. A lo grande, dispuesto a terminar con seis meses de sequ¨ªa, junt¨® a sus amigos para anunciarles que, en el mejor de los casos, le quedaba un a?o de vida. Estamos en 2008. En el hospital de Basurto, la doctora que lleva su caso le acaba de comunicar que no cumple el protocolo para entrar en las listas de trasplantes de h¨ªgado. A partir de ahora ya s¨®lo resta esperar y tratar de sufrir lo menos posible. ?scar se bebe Bilbao y, dando tumbos, cruza el parque de Do?a Casilda hasta llegar a su casa. Al h¨ªgado ya le pod¨ªan ir dando.
Aquel d¨ªa fue su ¨²ltima concesi¨®n a la melancol¨ªa. No estaba dispuesto a rendirse por el simple hecho de que el sistema de salud no diera respuesta a su problema. "Un mes despu¨¦s de la realizaci¨®n de la segunda quimioembolizaci¨®n se realiza nueva resonancia magn¨¦tica nuclear (RMN) en la que se objetiva progresi¨®n de la enfermedad tumoral. Ante este hecho se desestima tratamiento quir¨²rgico (trasplante hep¨¢tico o resecci¨®n); se informa al paciente de la situaci¨®n. Diagn¨®stico: Hepatocarcinoma multic¨¦ntrico, tratamiento con quimioembolizaci¨®n arterial selectiva (dos veces) sin respuesta, progresi¨®n tumoral, cirrosis hep¨¢tica VHC". As¨ª concluye el informe del hospital de Basurto, perteneciente al Servicio Vasco de Salud. No hay espacio para la esperanza... al menos no en Espa?a.
Momentos antes de entrar en el quir¨®fano le pidieron 10.000 d¨®lares m¨¢s: o pagaba, o el h¨ªgado ser¨ªa para otro
Al volver de China, con "un pie en el otro barrio", ?scar fue acogido en el hospital de Cruces. Se recuper¨®
?scar tiene una certeza: si no hubiese cogido aquel avi¨®n en noviembre de 2008, hoy estar¨ªa muerto
Catorce meses despu¨¦s, resiste. Su calidad de vida no es la mejor, y al menos dos veces ha pasado por situaciones cr¨ªticas
Aunque este pa¨ªs es l¨ªder mundial en donaci¨®n y trasplantes de ¨®rganos, con una tasa de 34,3 por mill¨®n de habitantes, los n¨²meros demuestran que es insuficiente
Las ONG insisten: "Tienen una cosecha de ¨®rganos que obtienen de miles de personas que pasan por sus campos de concentraci¨®n"
La mujer de ?scar:"S¨¦ perfectamente que este tema puede levantar muchas suspicacias. Pero quiero que la gente sepa que fue una decisi¨®n muy meditada, nada fr¨ªvola, y la tomamos plenamente conscientes del riesgo que supon¨ªa"
Los rumores vuelan en Bilbao, y ?scar, que vive aqu¨ª desde que naci¨® en 1957, ha escuchado hablar de un amigo de un amigo que viaj¨® a China para trasplantarse un h¨ªgado. Un caso ins¨®lito. La Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes s¨®lo tiene registrados tres en Espa?a -adem¨¢s de cuatro de ri?¨®n: uno tambi¨¦n en China y al menos otro en Pakist¨¢n- y hasta hoy se manten¨ªan en el m¨¢s absoluto de los secretos. El ¨²ltimo es el de ?scar Garay. Dos meses despu¨¦s de que le confirmaran que no entraba en la lista de trasplantes aterrizaba en Pek¨ªn junto a su mujer, Teresa. El 11 de diciembre, previo pago de aproximadamente 130.000 euros, le operan en el hospital N¨²mero 1 de Tianjin (Tianjin First Center Hospital, en ingl¨¦s). En total fueron 52 d¨ªas. ?l apenas tiene recuerdos de esas casi ocho semanas en China. Lo pas¨® mal, muy mal. Ella, tambi¨¦n, "probablemente, peor", dice ?scar, pero a Teresa no se le olvida cada detalle del viaje. Turismo de trasplantes, lo llaman desde las organizaciones sanitarias. A ellos la experiencia les parece de todo menos tur¨ªstica.
Liderazgo insuficiente
El pasado a?o, 1.099 pacientes recibieron un trasplante hep¨¢tico en Espa?a, pero otros 127 murieron mientras aguardaban en la lista. Y aunque este pa¨ªs es l¨ªder mundial en donaci¨®n y trasplantes de ¨®rganos, con una tasa de 34,3 por mill¨®n de habitantes, los n¨²meros demuestran que es insuficiente. En 2009, la cifra de donantes, la de trasplantes renales y la de pulmonares aument¨®, pero la de h¨ªgados descendi¨® ligeramente. La ca¨ªda de donaciones procedentes de personas fallecidas en accidentes de tr¨¢fico no ha impedido que se bata un nuevo r¨¦cord -4.028 en total-, aunque probablemente s¨ª haya influido para conseguir menos h¨ªgados -de los 1.099, s¨®lo 29 proced¨ªan de personas vivas-. A 31 de diciembre de 2009, 5.400 enfermos se encontraban en la lista de espera para recibir un ¨®rgano, 722, el h¨ªgado, seg¨²n los datos publicados por la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). Por supuesto, en cualquier estad¨ªstica no hay menci¨®n ni a ?scar ni a las otras dos personas que viajaron a China buscando una alternativa.
Rafael Matesanz, director de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, asegura que son hechos muy recientes y que los tres receptores est¨¢n vivos. Cuando recibe la llamada de este peri¨®dico ya conoce perfectamente cada caso, hasta los detalles m¨¢s peque?os. Hace unos meses se pusieron en contacto con todos los equipos de trasplante de Espa?a para recabar informaci¨®n. Matesanz considera pr¨¢cticamente imposible que haya alg¨²n caso m¨¢s, pero sabe que a partir de ahora el riesgo de que se genere un efecto mim¨¦tico est¨¢ ah¨ª. Consciente de que la impotencia puede llevar a un enfermo a tomar este camino, dice: "Hay que entender, aunque no se comparta, que una persona a la desesperada haga esto. Es un reflejo universal. Pero, al mismo tiempo, la ONT est¨¢ muy volcada en luchar contra el turismo de trasplantes. Ni m¨¦dica ni ¨¦ticamente comparto esta pr¨¢ctica". Precisamente, los pr¨®ximos 23, 24 y 25 de marzo, Madrid acoge una Conferencia de Alto Nivel sobre Trasplante de ?rganos, con la colaboraci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Trasplantes. Entre los asuntos que se van a tratar figura el del comercio de ¨®rganos, y uno de los lemas elegidos es: "Por la autosuficiencia y contra el turismo de trasplantes". China, con todos los focos encima, aparece entre los 72 pa¨ªses invitados.
?rganos de ejecutados
?scar comprende el debate, las aristas en las que se mueve. No lo reh¨²ye, ni ignora todo lo que se cuenta sobre China. Los condenados a pena de muerte y el comercio de ¨®rganos est¨¢n presentes en las conversaciones, igual que la alt¨ªsima probabilidad de que su nuevo h¨ªgado venga de un ejecutado por el r¨¦gimen de Pek¨ªn. El sistema de donaciones en China no est¨¢ desarrollado y los ¨®rganos vitales, como es el h¨ªgado, proceden de cad¨¢veres. "Los indicios apuntan claramente a condenados a pena de muerte. La OMS calcula que entre un 5% y un 10% de los trasplantes de ri?¨®n se hacen bajo comercializaci¨®n, pero con China es muy dif¨ªcil tener cifras", sostiene Matesanz. Pa¨ªses como Pakist¨¢n, India, Filipinas, Egipto, Rumania, Moldavia, Per¨², Ecuador y Colombia facilitan ¨®rganos a enfermos de naciones ricas. Espa?a vive muy ajena a esta problem¨¢tica, no as¨ª otros pa¨ªses europeos. "En Reino Unido y Alemania hay muchos m¨¢s casos. Los brit¨¢nicos viajan a Pakist¨¢n y a la India, y los alemanes, al sureste asi¨¢tico o al entorno de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica", aclara Matesanz. El abogado de derechos humanos Carlos Iglesias, que en 2003 present¨® en la Audiencia Nacional una querella por torturas y genocidio contra el ex presidente Jian Zeming y contra Luo Gan (coordinador de la oficina 610, creada para controlar al movimiento espiritual de inspiraci¨®n budista Falun Gong), incide en la misma cuesti¨®n: "Por cultura, ellos no donan ¨®rganos. Y adem¨¢s, contrariamente a Taiw¨¢n y Hong Kong, tampoco ha existido pol¨ªtica de concienciaci¨®n para donantes. Tienen una cosecha de ¨®rganos que obtienen de miles de personas que pasan por sus campos de concentraci¨®n". Sin embargo, por encima de datos m¨¢s o menos fiables y de las m¨²ltiples evidencias, ?scar tiene una certeza: si no hubiera cogido aquel avi¨®n a mediados de noviembre de 2008 hoy estar¨ªa muerto; su mujer, viuda, y su madre, sin su ¨²nico hijo. El d¨ªa en el que le dieron la noticia en Basurto ella le acompa?aba.
Rosi tiene 77 a?os, la energ¨ªa de una mujer de 35 y, tirando de t¨®pico, el car¨¢cter duro de las mujeres vascas. "Entramos en la consulta y le dijeron: 'Malos resultados, no se ha podido hacer nada'. La quimioembolizaci¨®n no hab¨ªa funcionado. ?scar pregunt¨® que cu¨¢nto le quedaba de vida y la doctora le respondi¨® que entre 6 y 12 meses. ?l se qued¨® aparentemente tranquilo y dijo: 'Bueno, pensar¨¦ que me ha tocado la Loto. Todos tenemos que pasar por esto'. Y a partir de aquel d¨ªa yo me empec¨¦ a poner mala". Al salir del hospital se marcharon a comer juntos, antes de que ?scar rompiera su abstemia de los ¨²ltimos meses -"de eso me he enterado ahora, pero ya no volvi¨® a beber despu¨¦s", recuerda con humor-. Pasado el shock de las primeras horas empezaron a mover todos los hilos con el ¨²nico objetivo de salvar a ?scar. A cualquier precio, en cualquier lugar del mundo. Acudieron a la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra, hablaron directamente con prestigiosos m¨¦dicos espa?oles, en Barcelona, en otras ciudades. Y nada. "En este caso no cumpl¨ªa los requisitos para un trasplante. El Servicio Vasco actu¨® correctamente. Se aplican los Criterios de Mil¨¢n, establecidos internacionalmente para seleccionar pacientes con cirrosis y hepatocarcinoma. No hay duda sobre esto. Cuando no se cumple, el enfoque terap¨¦utico es otro. Lo m¨¢s importante para hacer un trasplante es que se pueda extirpar un tumor, que haya posibilidades de supervivencia. Estamos en la obligaci¨®n de seleccionar bien a qui¨¦n se dedica un ¨®rgano. Cuando se adopta la decisi¨®n de incluir a alguien en la lista de espera debe tener una posibilidad de supervivencia adecuada. La media de un trasplantado de h¨ªgado en Espa?a es superior a 14 a?os y algunos han llegado ya hasta los 25", detalla Matesanz.
Mientras ?scar estuvo en China, Rosi hablaba con ¨¦l y con su nuera dos veces al d¨ªa a trav¨¦s de Skype. "Nunca dec¨ªa que se encontraba mal, ni aqu¨ª ni all¨ª. No me enter¨¦ de muchas cosas de las que estaban ocurriendo en Tianjin. Si por m¨ª fuera, no le habr¨ªa dejado volver en las condiciones en las que lleg¨® a Espa?a. Pero hubo momentos en que cre¨ª que a mi hijo no le ve¨ªa m¨¢s", recuerda. Treinta personas fueron a despedirle en Bilbao cuando el 21 de noviembre de 2008 viaj¨® hacia Pek¨ªn, y bastantes m¨¢s le recibieron a su regreso, el 12 de enero. Ella no fue a Sondika. Hab¨ªan sido probablemente los dos peores meses de su vida y no estaba preparada para ver a ?scar bajar del avi¨®n con 20 kilos menos y en aquel estado. Fue ella quien pag¨® la operaci¨®n. ?C¨®mo iba a dudar entre 130.000 euros y la vida de su hijo? El dinero nunca fue el problema en este caso. Lo dif¨ªcil fue llegar hasta all¨ª.
Tianjin es una gran urbe china con casi 12 millones de habitantes y a s¨®lo 137 kil¨®metros de la capital. En el tren r¨¢pido se llega en media hora. Diciembre es duro, con un clima fr¨ªo y seco, a pesar de estar junto al mar, en el extremo norte del Gran Canal que conecta los r¨ªos Yangtze y Amarillo. Es una ciudad con un fuerte desarrollo, empujado por la industria petroqu¨ªmica, textil, el autom¨®vil y la metalurgia, adem¨¢s de la planta de EADS que comenz¨® a funcionar en 2009. En el distrito de Nankai se encuentra el hospital N¨²mero 1 de Tianjin, uno de los m¨¢s importantes de China para trasplantes de ¨®rganos y pionero en los de h¨ªgado.
"Te van sacando dinero por todos lados "
A principios de octubre, el intercambio permanente de correos electr¨®nicos es ya un hecho. Los contactos a trav¨¦s de amigos espa?oles llevan a un m¨¦dico del Ministerio de Salud chino, que es quien hace de intermediario con el doctor Shen Zhongyiang, presidente del hospital. El 17 de octubre, siempre en ingl¨¦s, le solicitan a ?scar datos personales y cl¨ªnicos "para llevar a cabo un trasplante de h¨ªgado", incluido el nombre del hospital espa?ol y los m¨¦dicos que le hab¨ªan atendido. Despu¨¦s de varios correos durante la segunda quincena de octubre, el 3 de noviembre llega la confirmaci¨®n esperada. "Me alegro de comunicarles que nuestro presidente acepta que venga para la operaci¨®n. Puede venir lo antes posible. El coste de la operaci¨®n es de 115.000 d¨®lares [la cantidad finalmente fue bastante mayor: "te van sacando dinero por todos lados", recuerda Teresa], lo que incluye el tratamiento preoperatorio, la operaci¨®n, la asistencia m¨¦dica posterior y el cuidado de las enfermeras, la medicaci¨®n, la persona que se ocupa de las traducciones (habla ingl¨¦s y chino y tambi¨¦n se encarga de gestiones), la seguridad, la habitaci¨®n en un hotel para un pariente y el transporte entre el aeropuerto y el hospital. Si la hospitalizaci¨®n excede de un mes deber¨¢ pagar 147 d¨®lares por cada d¨ªa. Si termina con sus tr¨¢mites, por favor inf¨®rmeme de la hora de llegada para que organice que un coche le recoja en el aeropuerto de Pek¨ªn, y tambi¨¦n para fijar la hora de la operaci¨®n". En correos sucesivos se habla de la forma de pago, de los bancos a utilizar o de que un visado de turista ser¨¢ suficiente para entrar en el pa¨ªs.
La persona que lo planific¨® todo desde China escribe en un perfecto ingl¨¦s. En una de sus ¨²ltimas comunicaciones, el 16 de noviembre, explica que no debe transferirse dinero a la cuenta del hospital, sino a una cuenta personal de la que ir¨¢ sacando fondos progresivamente. El 23 de noviembre ?scar llega a Tianjin, poco m¨¢s de dos meses despu¨¦s de que en Basurto le rechazaran como candidato a trasplante. Junto a ¨¦l, su mujer. Una semana antes de emprender viaje se han casado. Por lo que pueda pasar. Porque llevan 17 a?os juntos y quieren que todo el mundo sepa que ¨¦sa es su voluntad. Lo han hecho en Bilbao, ¨²nicamente con sus madres y una pareja de amigos. "S¨¦ perfectamente que este tema puede levantar muchas suspicacias. Pero quiero que la gente sepa que fue una decisi¨®n muy meditada, nada fr¨ªvola, y la tomamos plenamente conscientes del riesgo que supon¨ªa", nos escribe Teresa en un meditado correo.
Y sigue: "Pero cuando la persona que est¨¢ en el filo decide luchar por vivir, los que le rodean s¨®lo pueden estar ah¨ª. Me gustar¨ªa que se trate el problema con respeto, igual que nosotros respetamos las decisiones de la ONT y sabiendo que el tiempo que le quedaba a ?scar era muy breve. Gracias al amor de una madre hacia su hijo y con el respaldo incondicional de nuestras familias y amigos, que nos apoyaron en su d¨ªa y lo siguen haciendo d¨ªa a d¨ªa, pudimos hacer realidad la oportunidad que nos hab¨ªan ofrecido. Su estancia en el hospital fue como la de cualquier paciente en Espa?a, pero rodeado de cientos de enfermos chinos y extranjeros, nunca apartados ni con tratos de favor. M¨¢s bien al contrario: fue duro, muy duro, por las barreras de idioma, culturales, la soledad y la lejan¨ªa de las personas en las que te apoyas diariamente. Y sin saber si iba a volver con ¨¦l o sola con las maletas y la amargura. Pero afortunadamente volvimos. Salvamos las primeras suspicacias y ahora es atendido por un equipo m¨¦dico que est¨¢ ah¨ª para lo que necesite. S¨®lo puedo dar las gracias a todos los que nos han ayudado; y a los que no comparten lo que hemos hecho, que al menos comprendan que no ha sido un camino de rosas. Aunque cada d¨ªa se va pareciendo m¨¢s...". Hemos hablado muchas horas, pero Teresa ha querido sentarse ante el ordenador y explicarse en soledad, sin el periodista que le pregunta por los hechos o le plantea debates morales.
Denuncias de Falun Gong
Unos d¨ªas antes, en el Caf¨¦ Comercial de Madrid, Carlos Iglesias escucha por primera vez la historia de un espa?ol que viaja a China para que le trasplanten un h¨ªgado. Lleva muchos a?os investigando sobre el comercio de ¨®rganos, y como abogado de Falun Gong (un culto diab¨®lico para el Gobierno chino) consigui¨® hace cuatro meses que el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, cursara una comisi¨®n rogatoria a China con la intenci¨®n de interrogar al ex presidente Jiang Zemin y a otros cuatro dirigentes del r¨¦gimen. La querella, en relaci¨®n con la muerte de seguidores de Falun Gong entre 1999 y 2002, fue presentada en 2003. Este movimiento cifra en m¨¢s de medio mill¨®n el n¨²mero de personas asesinadas, adem¨¢s de cr¨ªmenes de extracci¨®n masiva de ¨®rganos internos para utilizarlos en trasplantes a occidentales. "En noviembre de 2006 vino a Espa?a David Kilgour , ex secretario de Estado canadiense y autor, junto con David Matas, de un informe sobre alegatos de extirpaci¨®n de ¨®rganos a practicantes de Falun Gong en China. Se lo entreg¨® a la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes y les pedimos a ellos y al Ministerio de Sanidad que dieran instrucciones y recomendaran no viajar all¨ª. No s¨®lo por la procedencia de los ¨®rganos, sino por la propia supervivencia del paciente. La ONT no da datos ni advierte en su p¨¢gina web de los riesgos a la gente que pretenda viajar", denuncia Iglesias. El informe concluye que "sus ¨®rganos vitales (de prisioneros de Falun Gong), incluyendo corazones, ri?ones, h¨ªgados y c¨®rneas, fueron pr¨¢cticamente sustra¨ªdos simult¨¢neamente de manera no voluntaria para venderlos a precios elevados, a veces a extranjeros, quienes normalmente tienen largas esperas para las donaciones voluntarias de tales ¨®rganos en sus pa¨ªses de origen". En el apartado de recomendaciones sostiene que "los Estados extranjeros deber¨ªan promulgar leyes extraterritoriales que penalicen la participaci¨®n en una sustracci¨®n de ¨®rganos sin consentimiento". Adem¨¢s, como reclama Iglesias, "deber¨ªan advertir a los viajeros, avisando a su poblaci¨®n de que los trasplantes de ¨®rganos en China provienen en su mayor¨ªa de presos que no dan su consentimiento, ya sean sentenciados a muerte o practicantes de Falun Gong".
La actual legislaci¨®n espa?ola no proh¨ªbe viajar a otro pa¨ªs y pagar por un ¨®rgano. Y sin embargo, en el Sistema Nacional de Salud "nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones o medios que no sea la solidaridad altruista". "Con nosotros, desde otros pa¨ªses tratan de hacer turismo de trasplantes, pero no les dejamos. Nuestra postura es clara en contra de este fen¨®meno, y la ministra Trinidad Jim¨¦nez anunci¨® hace unos meses que en la modificaci¨®n del C¨®digo Penal se tipificar¨ªa, como una ley extraterritorial -ser¨¢ delito aunque se lleve a cabo fuera de Espa?a-, la compra de ¨®rganos", cuenta Rafael Matesanz. La reforma legal ya est¨¢ en marcha.
Clientela multinacional
Por los altavoces del First Central Hospital llaman a Ma Zengshou. Es el nombre con el que han bautizado durante su estancia en Tianjin a ?scar Garay, 'Se?or caballo con una larga vida'. Tiene 51 a?os y un d¨ªa antes de la operaci¨®n cumple 52. De momento suma. Lo celebra. La vida all¨ª no es sencilla, aunque cuentan con una traductora, Cindy, que trata de facilit¨¢rsela. El hospital dedica algunas de las plantas m¨¢s altas a los pacientes que van a recibir un trasplante. De muerto a vivo, pero tambi¨¦n de vivo a vivo. Durante el mes que pas¨® ingresado -entre el 10 de diciembre y el 12 de enero; las semanas anteriores s¨®lo acud¨ªa a revisiones- no vio a m¨¢s occidentales. Coreanos, egipcios, paquistan¨ªes, saud¨ªes, yemen¨ªes o japoneses poblaban su planta y, sin duda, estaban mejor organizados que ¨¦l. "Cada paciente egipcio, por ejemplo, siempre iba acompa?ado de un hombre y una mujer. ?l se ocupaba del dinero, y ella, de la cocina", recuerda ?scar. Una de las cosas que no sab¨ªan es que tendr¨ªan que cocinarse ellos mismos. "Todo el hospital ol¨ªa a platos ¨¢rabes", cuenta Teresa. En una habitaci¨®n de la planta, los clientes se preparaban la comida y el trasiego era constante. "Compramos un hornillo y sartenes. Hac¨ªamos pollo frito, lentejas, pechugas. Iba por las ma?anas al mercado y cocinaba en el hospital. La traductora nos hizo una lista para que tambi¨¦n compr¨¢ramos toallas, papel higi¨¦nico, esponjas o jab¨®n. Nadie nos avis¨®. La limpieza era terrible, con esa mezcla de olores. La encargada de limpiar pasaba un kleenex por dos sitios y se marchaba", explica ?scar. "Los egipcios, en cambio, es como si fueran por agencias. Lo ten¨ªan todo perfectamente ordenado", contin¨²a Teresa. Si alguien lo pas¨® muy mal en Tianjin fue ella. Cuidar a ?scar, moverse en otro idioma en el laberinto administrativo del hospital, bancos, problemas con los hoteles, llamadas a Espa?a, cocinar, la inc¨®gnita siempre presente de si volver¨ªa sola... "Para Teresa fue dur¨ªsimo. Pas¨® muchas horas sola. Creo que no ir¨ªa otra vez. Cogimos la bolsa y el avi¨®n sin saber nada", dice ?scar, mientras ella hace un gesto sencillo de traducir: volver¨ªa, seguro. "Aunque soy mujer, sol¨ªa fumar con los egipcios. Nos hicimos amigos y a¨²n hoy mantenemos el contacto a trav¨¦s de Facebook. Nos daban masajes y nos invitaban a comer. No s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa hecho sin ellos", a?ade.
El tema del dinero fue un traj¨ªn. En Bilbao, sus amigos abrieron una cuenta dispuestos a sufragar lo que hiciera falta, aunque fue la madre de ?scar quien puso finalmente los 130.000 euros que cost¨® el trasplante. Teresa, nada m¨¢s llegar a China, abri¨® una cuenta en el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), de donde iba sacando cada d¨ªa distintas cantidades en d¨®lares que cambiaba en el hospital a yuanes. La clave estaba en el hombre del malet¨ªn, un tipo que viv¨ªa en los pasillos y que lo mismo vend¨ªa tarjetas de tel¨¦fono que tabaco. Era el conseguidor. Pero fundamentalmente era la persona que en funci¨®n de la fluctuaci¨®n del yuan respecto al d¨®lar cambiaba el dinero para ir pagando en una ventanilla todos los costes -el hospital eleg¨ªa con mucho tino qu¨¦ d¨ªas hab¨ªa que hacer ingresos-. Aproximadamente desembolsaron 45.000 euros hasta el 11 de diciembre, y el resto lo pagaron ese mismo d¨ªa, antes de pasar a quir¨®fano.
Uno de los momentos m¨¢s truculentos se vivi¨® esa ma?ana. "A las once y media me comunicaron que hab¨ªa llegado un h¨ªgado compatible. Me afeitaron el cuerpo. Y, de repente, con la cara descompuesta, entr¨® la traductora en la habitaci¨®n y dijo que el presidente del hospital ped¨ªa 10.000 d¨®lares m¨¢s o tendr¨ªamos que esperar, que hab¨ªa otro paciente al que tambi¨¦n le pod¨ªan trasplantar ese h¨ªgado. Teresa y yo nos miramos y dijimos que s¨ª. No pod¨ªamos esperar m¨¢s. Ella se march¨® a toda prisa al hotel, cogi¨® el dinero, busc¨® al conseguidor y cambi¨® lo que faltaba. A las tres me operaron".
Catorce meses despu¨¦s, ?scar resiste. Su calidad de vida no es la mejor del mundo, y al menos en dos ocasiones ha pasado por situaciones cr¨ªticas. Tras la intervenci¨®n sufri¨® rechazo y una insuficiencia renal aguda. En las ¨²ltimas semanas ha evolucionado favorablemente. No todos los que fueron a China pueden decir lo mismo. En marzo de 2006, un estadounidense, Eric de Leon, viaj¨® a Shanghai para un trasplante de h¨ªgado. Pag¨® 110.000 d¨®lares. En su pa¨ªs no cumpl¨ªa los protocolos y a los 50 a?os le hab¨ªan dado un a?o de vida. Un caso muy similar al de ?scar, salvo que Eric y su mujer, Lori, fueron contando y documentando gr¨¢ficamente todo el proceso en tiempo real a trav¨¦s de un blog. Eric ten¨ªa dos hijos y quer¨ªa verles crecer, explic¨® entonces al San Francisco Chronicle. Seg¨²n los datos que manejaba el peri¨®dico californiano, alrededor de 17.000 estadounidenses necesitaban un trasplante de h¨ªgado en 2004 y s¨®lo 6.100 lo consiguieron. Tasas mucho m¨¢s bajas que las de Espa?a. El 17 de marzo, Lori escribe: "El doctor le dijo a Eric que era muy afortunado. Le hab¨ªan puesto un h¨ªgado de 20 a?os. Joven y saludable. Hmmm... ?Quiz¨¢ por eso Eric se siente ya tan bien! Est¨¢ aburrido de pensar. En parte porque no ha sido capaz de dormir mucho. Adem¨¢s est¨¢ un poco paranoico. Piensa que las enfermeras est¨¢n jodi¨¦ndole. Tony dice que la paranoia es normal y que es uno de los efectos secundarios de las medicinas antirrechazo. Creo que tambi¨¦n tiene algo que ver con la barrera del idioma". La ¨²ltima entrada en el blog dice: "In loving memory of Eric G. De Leon. 20 de abril de 1955-22 de septiembre de 2008".
Presi¨®n internacional sobre China
?scar no sabe nada de su donante. Volvi¨® a Espa?a el 12 de enero de 2009 con un informe de dos p¨¢ginas firmado por el doctor Cheng Pan. Ni rastro de su edad, sexo, procedencia o caracter¨ªsticas del h¨ªgado. Nada de su anatom¨ªa patol¨®gica. Apenas 10 l¨ªneas sobre el tratamiento que deb¨ªa seguir en Bilbao. Los primeros meses fueron un calvario. "Llegu¨¦ hecho un cristo al hospital de Cruces. No sab¨ªan nada de que me hab¨ªa ido a China y estuve una semana aguantando porque no me daban cita. Me estaba muriendo. Primero me atendieron en casa, hasta que ingres¨¦ por urgencias. Ten¨ªa un pie en el otro barrio", recuerda. Pas¨® por varios fallos renales y se recuper¨®, pero una estenosis biliar le produce infecciones y le obliga a llevar de manera permanente una bolsa para recoger la bilis drenada. Muchas de las complicaciones en estos casos suelen derivarse de la misma cirug¨ªa. Que las autoridades sanitarias est¨¦n oficialmente en contra de que se pague por un ¨®rgano no implica que ahora no sea correctamente atendido, como un paciente m¨¢s. "C¨®mo se ha portado el hospital de Cruces ha sido fant¨¢stico", asegura su madre. "El Servicio Vasco de Salud ha actuado correctamente. No se discute que haya que darle cobertura ni se puede cuestionar c¨®mo ha obtenido el ¨®rgano a la hora de seguir el tratamiento", aclara Rafael Matesanz.
?scar quiere seguir peleando. Su sue?o es, ahora s¨ª, entrar en las listas para otro trasplante de h¨ªgado. Esta vez en Espa?a. Los especialistas juzgar¨¢n si cumple los requisitos, pero para el m¨¢ximo responsable nacional nada de lo que haya podido hacer ?scar juega en su contra: "Si necesita un trasplante, se plantear¨¢n los mismos criterios que la otra vez. Sin penalizaciones".
En los ¨²ltimos tiempos, la presi¨®n internacional para acabar con la compra de ¨®rganos ha aumentado. Incluso el Gobierno chino ha dado pasos p¨²blicamente en esa direcci¨®n. Sin embargo, la realidad es que las puertas del pa¨ªs asi¨¢tico parecen abiertas para quienes buscan una oportunidad. En agosto pasado, Pek¨ªn anunci¨® que pon¨ªa en marcha un sistema de donaciones para reducir la dependencia de los ¨®rganos de presos ejecutados. Huang Jiefu, viceministro de Salud, reconoc¨ªa esas pr¨¢cticas, pero aseguraba que se hac¨ªan previo consentimiento. "Si vas a ser ejecutado, especialmente en un sistema tan poco transparente, no tienes opciones reales", respond¨ªa Human Rights Watch. Song Wenli, director del departamento de trasplantes de ri?¨®n del Tianjin First Center Hospital, asegur¨® esta semana, en una consulta telef¨®nica desde Pek¨ªn destinada a un supuesto paciente extranjero, que en este hospital no se realizan actualmente trasplantes a extranjeros, informa Jos¨¦ Reinoso. Preguntado si el a?o pasado se hab¨ªan efectuado ese tipo de intervenciones, respondi¨®: "Ahora no las hacemos. El Departamento Estatal de Sanidad ha ordenado que no las hagamos". D¨ªas despu¨¦s se hizo la misma llamada en nombre de EL PA?S. Jiang Wentao, responsable del departamento de trasplantes de h¨ªgado, respondi¨® a las mismas cuestiones. "No, ya no hacemos, es pol¨ªtica estatal". ?Desde cu¨¢ndo? "No es oportuno decirlo. Deber¨ªas preguntar al director. Mi responsabilidad es el cuidado m¨¦dico".
Muy distintas fueron las palabras cuando, desde Espa?a, nos comunicamos por correo electr¨®nico con una de las personas que mediaron en la operaci¨®n de ?scar. Esto es un resumen de la conversaci¨®n: "Mi nombre es Antonia y vivo en Espa?a. Mi marido, Jaime, necesita un trasplante de h¨ªgado y estamos desesperados. No tenemos oportunidad en el servicio de salud espa?ol y sois nuestra ¨²ltima opci¨®n. ?l quiere viajar a su pa¨ªs. ?Qu¨¦ tenemos que hacer? Los m¨¦dicos nos han dicho que no vivir¨¢ m¨¢s de un a?o y hay que moverse r¨¢pido. Gracias". Las respuestas a los mails siempre fueron muy r¨¢pidas. "Hola, Antonia. Le paso el caso al hospital y trataremos de ayudar a su marido. Necesitamos su informe m¨¦dico para hacer el diagn¨®stico y preparar la posible operaci¨®n. Espero respuesta". Antonia: "Me dijeron que la operaci¨®n cuesta alrededor de 115.000 d¨®lares. No somos una familia con mucho dinero y si vamos a viajar a China deber¨ªamos ir hablando ya con los bancos. ?Es ¨¦ste el coste en 2010? ?C¨®mo debemos pagar? Estamos muy preocupados porque el tiempo corre". Pocas horas despu¨¦s recibimos la contestaci¨®n m¨¢s concluyente: "Realmente antes costaba 125.000 d¨®lares, pero seg¨²n transcurre el tiempo el precio est¨¢ subiendo ('is getting higher and higher' dec¨ªa exactamente). El coste de 2010 a¨²n no lo tenemos cerrado. Te informar¨¦ seg¨²n tenga m¨¢s noticias". A partir de ah¨ª, los siguientes correos entran en la forma de pago y queda claro que debe entregarse todo el dinero antes de entrar en el quir¨®fano. El hospital se queda a la espera de recibir el informe m¨¦dico desde Espa?a. A los Jaimes, como en su d¨ªa a ?scar y a los otros dos casos espa?oles, en algunos lugares de China les siguen dando la bienvenida.
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