Un curr¨ªculo estremecedor
Le gritaron "asesino" y "fascista" en la Universidad de Oviedo. Y el ex presidente del Gobierno, estadista y prestigioso conferenciante Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar les contest¨® con este gesto
Cre¨ªamos que Aznar no ten¨ªa trastienda ni s¨®tano ni vida interior, que se reduc¨ªa a lo que ve¨ªamos de ¨¦l, como esos decorados de teatro en los que los interruptores carecen de electricidad o los grifos de agua. Pero no. Debe de poseer, por rudimentario que sea, un mundo inconsciente que explica algunas de sus actuaciones. No ser¨ªa raro que en el instante de conciliar el sue?o ascendieran a la superficie su conciencia, como bultos impulsados desde las profundidades del oc¨¦ano por alguna burbuja de aire, cascotes de Bagdad mezclados con restos de cuerpos humanos mutilados por las bombas a las que ¨¦l prest¨® un apoyo entusiasta. Quiz¨¢ se recuerde entrando a saco en el monasterio de El Escorial arropado por la c¨²pula de la trama G¨¹rtel. Tal vez en esos instantes de soledad se vea con las piernas sobre una mesa, departiendo en plan colega con el presidente m¨¢s tonto de la historia de EE UU. O hablando en tejano frente a un p¨²blico tan estupefacto, para decirlo todo, como ¨¦l. Esos recuerdos justificar¨ªan sus discursos apocal¨ªpticos acerca de la Espa?a actual, a la que necesita ver reducida a los cascotes que atormentan su duermevela. Le urge que todos los Gobiernos que han sucedido al suyo est¨¦n compuestos por personas anormales, para pasar inadvertido cuando se cuente este periodo hist¨®rico. Ese dedo levantado en un templo de la sabidur¨ªa es un hito m¨¢s a a?adir a un curr¨ªculo gestual estremecedor. Y todav¨ªa es joven, de modo que no sabemos -tampoco ¨¦l, controlado como est¨¢ por el lado oscuro de la fuerza- hasta d¨®nde puede perfeccionarse en su ca¨ªda.
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