El AVE desplaza al debate sobre la territorialidad en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s

Los efectos de la crisis han enfriado la movilizaci¨®n ciudadana y los partidos, con grandes dificultades, s¨®lo han logrado en estos 15 d¨ªas de campa?a electoral reunir en sus m¨ªtines a escasas decenas de simpatizantes. Hoy se celebra la primera vuelta de las elecciones regionales en Francia (la segunda ser¨¢ el pr¨®ximo domingo) y los vascofranceses, con una tasa de desempleo del 16%, tampoco est¨¢n para echar cohetes. Su estado de ¨¢nimo se ha reflejado en una triste y discreta campa?a centrada en reuniones en peque?as salas, en mercados de pueblo, repartos callejeros de propaganda o en los carteles de los partidos colocados en los paneles oficiales frente a ayuntamientos o colegios.

La ambig¨¹edad se mantiene en las formaciones del mundo 'abertzale'

"El nacionalismo vasco es aqu¨ª un discurso de ricos y de ni?os mimados"

Este escaso entusiasmo demuestra, adem¨¢s del cansancio, un evidente desapego por la nueva apuesta electoral, cuyo envite se dilucidar¨¢ muy lejos del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s: "All¨ª arriba, en Burdeos, sede del pr¨®ximo Consejo Regional de Aquitania, un poder lejano y vago para los vascofranceses", apunta Richard Irazusta, dirigente de AB (Abertzaleen Batasuna). Mientras para el conjunto de Francia los analistas se centran en la posible derrota del presidente, Nicolas Sarkozy, y de su partido, la UMP, aqu¨ª la votaci¨®n tendr¨¢ otra significaci¨®n y se traducir¨¢ en la postura del electorado sobre la cuesti¨®n central de esta campa?a: la LGV, la L¨ªnea de Gran Velocidad, equivalente al AVE, que ha desplazado como asunto principal al largo debate sobre la territorialidad (la demanda de un departamento propio).

Es evidente que para una gran mayor¨ªa de los vascofranceses las reivindicaciones nacionalistas pasan a un segundo plano, aunque se reconozca que cierto distanciamiento de la violencia de la mayor¨ªa de los "abertzales del norte" ha permitido al nacionalismo un discreto avance al "otro lado de la muga". No obstante, tal avance, principalmente de AB en las ¨²ltimas elecciones al Parlamento de Estrasburgo, a las que concurri¨® en coalici¨®n con los Ecologistas Europeos, puede verse mermado por la decisi¨®n de retomar su alianza con Batasuna (legal en Francia) en estos comicios.

Hijo de refugiados y veterano nacionalista, I?aki Hernandorena, recuerda que en las ¨²ltimas europeas la coalici¨®n de AB y los verdes obtuvo un eurodiputado y casi el 20% del voto en San Juan de Luz, mientras que Batasuna, que concurr¨ªa en solitario, apenas lograba algo m¨¢s del 3%. "Ha habido presi¨®n de los radicales para volver a la antigua alianza, y la ¨²ltima Asamblea General de AB fue muy tensa, porque la opci¨®n por la coalici¨®n entre abertzales s¨®lo se alcanz¨® por dos votos. El mismo escenario que hace dos a?os. La excusa de la unidad no resuelve el debate de fondo", apunta Hernandorena.

Para Richard Irazusta y para Mikel Epalza, cura de Sokoa, la decisi¨®n de AB no logr¨® la unanimidad y se centr¨® en la fuerte personalidad de su portavoz, Peio Etcheverry-Ainchart, quien no desea cortar los puentes con la izquierda abertzale, ni decantarse por los socialistas en la segunda vuelta como har¨¢n los verdes.

Esa ambig¨¹edad perdura en el mundo abertzale. "Tienen mala conciencia, pero siguen sin romper con una organizaci¨®n que mantiene los mismos postulados que Batasuna del sur, inmersa en el debate conocido. Nuestra gente est¨¢ cansada de falsas promesas de condena de la violencia y desconf¨ªa de toda posible tregua [de ETA]. Se necesitan tiempo y hechos para creer en ello. Hay que estar vigilantes y no dejar que la situaci¨®n se pudra", subraya Irazusta, quien, como la mayor¨ªa de los afiliados a su organizaci¨®n, considera Iparralde, el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, como el marco prioritario de su acci¨®n pol¨ªtica y opta por la participaci¨®n institucional.

Este regreso a la antigua alianza entre abertzales puede desmovilizar a los votantes moderados de AB, que ven, adem¨¢s, que el debate nacionalista es obviado por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que lo considera un problema menor. Jacques Labrousse, profesor y socialista, indica: "Aqu¨ª el nacionalismo vasco es un discurso de ricos y ni?os mimados".

Jean Tellechea, primer candidato peneuvista (PNB en Francia) en estas elecciones, no comparte evidentemente esas cr¨ªticas. Nacido en Saint Etienne de Baigorri hace 40 a?os, con estudios de Ingenier¨ªa en Bilbao, y de familia cat¨®lica sin tradici¨®n pol¨ªtica, se acerc¨® al PNV en 1998. Tras lograr unos resultados "dignos" en las ¨²ltimas europeas, Tellechea afirma que se quitaron los complejos y decidieron "partir de nuevo". Aunque presentan 95 candidaturas en los cinco departamentos, s¨®lo han hecho campa?a en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Pragm¨¢tico y ambicioso, avanza que su partido debe abandonar su situaci¨®n de formaci¨®n minoritaria en el pa¨ªs vecino y lograr un sitio diferente en su paisaje pol¨ªtico. Al tiempo, arremete contra AB-Batasuna, a los que acusa de quedarse en la contestaci¨®n y no abordar un programa posibilista.

"La independencia es un termino obsoleto y desfasado en la construcci¨®n de una Europa de naciones, a la que nuestro movimiento ha participado desde los a?os treinta en el seno de la democracia cristiana europea. Hoy, nuestros objetivos se centran en unas reivindicaciones b¨¢sicas, como la oficialidad del euskera, el proyecto de Colectividad Territorial Vasca y el AVE, aunque seamos cr¨ªticos sobre la forma en que se ha gestionado el proyecto", concluye este edil de Urrugne.

La l¨ªnea f¨¦rrea de alta velocidad seguir¨¢ siendo el gran debate en los pr¨®ximos d¨ªas. De las 11 candidaturas a estas elecciones, s¨®lo los socialistas, la UMP, y el PNB apoyan que pase por el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s.