Oscarina
Por fin ha pasado. Por fin una mujer gana el Oscar, y no como actriz o maquilladora. No. Lo gana como directora. Encima lo tiene todo: es estupenda y guapa, no lleva gafas y va depilada (esto parece de obligado cumplimiento, ?anda qu¨¦!); adem¨¢s, lo gana por una peli de acci¨®n de las que te retuercen las tripas y duele. Y para colmo, compet¨ªa con su ex, que es el creador de las pelis m¨¢s taquilleras de Hollywood. Vamos, que da para alimentar el morbo, aunque ellos no lo abonen. Y esta tonter¨ªa, ha dado para mogoll¨®n de titulares, art¨ªculos, fotos, tertulias. Esto ha sido lo ¨²nico extraordinario de esta ceremonia. Personalmente, cre¨ªa que iba a haber algo que revolucionar¨ªa la gala. Estaba convencida de que jugar¨ªan a que le pillara a alg¨²n premiado en el servicio, y le tuvieran que esperar, o que al que anuncia un premio le entrara el p¨¢nico esc¨¦nico y se esfumara, as¨ª, sin avisar. Pesadillas con las que seguro todos los que suben a cualquier escenario sue?an que les va a pasar. Algo que desconcertara, para luego hablar de ello y hacernos pasar apuro ajeno, desde el sof¨¢, ?claro!. Pero nada. No pas¨® nada. Los vestidos preciosos, los t¨ªos guap¨ªsimos, los chascarrillos de las fiestas descritos con todo detalle,... Todo en su sitio. Pero ser¨¢ una de esas ceremonias que se olvidan.
Como nos olvidamos de los que se quedan clavados en la butaca con la cara de conformidad ensayada y "sonrisa de 'si ya sab¨ªa que no me lo iban a dar a m¨ª" que se les queda a los que en vez de recibir el Oscar se comen la chuletilla con el discurso. Porque la foto se la hacen s¨®lo a los ganadores, pero nadie habla de los que se han quedado a dos velas. De esos segundos interminables en los que dicen el nombre de los nominados, y ellas o ellos ponen cara de pavos, mientras les sudan las manos y notan chinchetas en la tripa. Sintiendo la presi¨®n de que en ese segundo, sus vidas pueden cambiar. Y todo para no escuchar sus nombres; y ah¨ª se quedan los tres pobres, con la sonrisa constre?ida, intentando acertar a aplaudir, mientras por dentro no quisiera saber lo que piensan. Encima hasta que las c¨¢maras siguen al ganador, no se puede bajar la guardia. Y no hablo de Clooney o Meryl Streep o Pen¨¦lope Cruz que ya tienen sus oscars de antes. Aunque creo que lo peor de los que no han ganado es la cantidad de explicaciones que tendr¨¢n que dar a sus parientes, y a toda la pe?a que les habr¨¢ llamado dici¨¦ndoles que otro a?o ser¨¢, pero que "al que le ten¨ªan que haber dado es a ¨¦l o a ella". Encima, tendr¨¢n que convencerles a todos lo de alrededor de que haber llegado a estar nominado es m¨¢s que un premio...
Pero este a?o, tan normal, la cara de pavo-pavo se nos ha quedado a medio mundo cuando realmente nos hemos dado cuenta de que en la industria del ocio m¨¢s potente del mundo, la dedicada al s¨¦ptimo arte, la que mayor proyecci¨®n e influencia social tiene... no hab¨ªa ninguna mujer directora que hubiese ganado el Oscar. Bueno, y es que... desde 1929 hasta hoy s¨®lo han estado nominadas cuatro directoras. Sglups.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.