"La alianza con Cajasol no tiene sentido"

Antonio Jara Andreu (Alquer¨ªas, Murcia, 1946) ha regresado al primer plano de la vida p¨²blica como presidente de una caja de ahorros, en un momento cr¨ªtico del sistema financiero y despu¨¦s de haber sido alcalde y diputado auton¨®mico y nacional. Asegura que CajaGranada no est¨¢ tutelada por un acuerdo pol¨ªtico y que el Pacto del Saray no puede reeditarse. Afirma que CajaGranada no puede quedarse sola pero que "la fortaleza ha de venir por la l¨ªnea de alianzas estrat¨¦gicas extracomunitarias".

Pregunta. Su antecesor dijo en su despedida que le dejaba una caja "solvente, fuerte, moderna, con futuro y aut¨®noma". ?El list¨®n parece muy alto?

Respuesta. Es cierto. No tengo que corregir esas declaraciones. CajaGranada es una buena caja. Lo dice nuestra auditor¨ªa de 2009 y lo dice el Banco de Espa?a.

"CajaGranada no se puede quedar sola, pero no nos vamos a disolver en otra"

"El Pacto del Saray fue bueno pero no estoy por su reedici¨®n"

"No tengo que ganar la reelecci¨®n, pero no por eso s¨®lo soy de manos libres"

"Quien me sustituya lo har¨¢ como presidente de CajaGranada"

P. Su nombramiento es fruto de un pacto pol¨ªtico entre el PSOE y el PP, denominado acuerdo estrat¨¦gico de estabilidad institucional y buen gobierno. ?Hasta qu¨¦ punto le condiciona su acci¨®n este compromiso?

R. Es cierto que la propuesta a la presidencia de la caja se formul¨® por los dos partidos mayoritarios en Granada, el PSOE y el PP. Dicho eso, el acuerdo de estabilidad institucional y buen gobierno de la caja se ha quedado en manos de su consejo de administraci¨®n. Los dos partidos formularon la propuesta e inmediatamente se replegaron, lo que creo es una decisi¨®n pol¨ªticamente acertada. Valor¨¦ ese acuerdo pol¨ªtico de inicio pero debo decir que no es un acuerdo que perviva en la vida de la caja. Por tanto, la caja no est¨¢ tutelada por el pacto pol¨ªtico.

P. ?El llamado Pacto del Saray forma parte de ese acuerdo?

R. Creo que ese fue un acuerdo amplio, pol¨ªtico y social, en un momento oportuno. Pero creo que no es bueno ante circunstancias distintas repetir las mismas actitudes. Es un error. El Pacto del Saray respondi¨® a una coyuntura muy especial que fue oportuno en aquel momento, pero no estoy por su reedici¨®n.

P. ?Qu¨¦ quiere decir con que "una alianza estrat¨¦gica es ineludible"?

R. CajaGranada tiene que crecer. Este es un mensaje en general que subyace a toda la reordenaci¨®n del sistema financiero espa?ol y andaluz. CajaGranada es una caja de la mitad de la tabla de las cajas espa?olas, saneada, en buena posici¨®n, pero que tiene que redimensionarse. Tiene que hacerse m¨¢s grande. En eso estamos, lo que pasa es que la gente se confunde inmediatamente y dice que esto quiere decir que se va a fusionar con no s¨¦ qui¨¦n. Y no es verdad.

P. ?Qu¨¦ quiere decir entonces?

R. Bueno, le voy a dar una f¨®rmula que va a entender. Una alianza estrat¨¦gica para CajaGranada tiene que preservar de manera ineludible su identidad como caja y su lealtad territorial. Con esos dos condicionantes, yo he le¨ªdo que hay fusiones fr¨ªas, fusiones calientes, templadas. He le¨ªdo que hay alianzas estrat¨¦gicas, que hay SIP, que hay absorciones, integraciones. No veo ning¨²n problema para que CajaGranada crezca, se fortalezca, sea m¨¢s grande, sin perder su identidad como CajaGranada y manteniendo su lealtad territorial.

P. Pero esos son los pilares del Pacto del Saray. ?Sigue vivo?

R. No, porque el Pacto de Saray ten¨ªa un matiz. "Solos podemos", y no creo en ese mensaje. Creo que tenemos que ser m¨¢s grandes. Para m¨ª lo importante es la salud antes que la estatura. Y CajaGranada tiene lo primero, pero no puede quedarse sola. Pero no nos vamos a disolver en ninguna entidad.

P. ?La mitad de los granadinos, seg¨²n diversas encuestas, apoyaban la integraci¨®n en Unicaja-Ja¨¦n-Cajasur?

R. CajaGranada es una caja inequ¨ªvocamente andaluza. No acepta el papel de caja provincial, municipal o caja local. Esto no est¨¢ en cuesti¨®n. Queremos fortalecer el sistema financiero andaluz, queremos estar presentes en los grandes proyectos de desarrollo de Andaluc¨ªa y as¨ª se lo he dicho al presidente de la Junta de Andaluc¨ªa.

P. Entonces, ?por qu¨¦ no ser¨ªa aplicable la llamada teor¨ªa de las dos torres (dos grandes cajas)?

R. CajaGranada aporta algo muy importante. Y es que le da equilibrio y distribuci¨®n adecuada a los servicios financieros en el territorio. CajaGranada no se va a ir nunca de la Alpujarra o de los montes orientales. Y CajaGranada quiere estar en Andaluc¨ªa y quiere estar como CajaGranada, no est¨¢ en otro proyecto ni se le espera.

P. ?Y c¨®mo va a hacerse m¨¢s grande? ?Hay alg¨²n contacto o iniciativa?

R. No lo hay y si lo hubiera no se lo dir¨ªa, porque antes debe saberlo el consejo de administraci¨®n. Lo que quiero decir es que est¨¢ en una actitud muy receptiva y muy activa en este proceso de reordenaci¨®n, lo que nos diferencia del Pacto del Saray.

P. ?Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil un acuerdo con una caja no andaluza?

R. En el actual escenario andaluz, tres cajas de ahorro est¨¢n muy bien. Para nosotros, yo no descartar¨ªa nada en este momento, pero en todo caso le dir¨¦ que nuestra fortaleza ha de venir por la l¨ªnea de alianzas estrat¨¦gicas extracomunitarias.

P. ?Extracomunitaria?

R. S¨ª.

P. ?Pero una alianza estrat¨¦gica con Cajasol, sin perder la identidad, s¨ª ser¨ªa competitiva?

R. Esa alianza no tiene ning¨²n sentido para CajaGranada. Si tuviera que descartar alguna, descartar¨ªa ¨¦sta. Sin duda. Hay una diferencia muy notable de dimensi¨®n en activos. Y eso no podr¨ªa ser nunca una alianza estrat¨¦gica, eso se llamar¨ªa de otra manera. Y yo no estoy dispuesto, e insisto en que quien me sustituya lo har¨¢ como presidente de CajaGranada. Ese es mi compromiso. Y, adem¨¢s, ?qu¨¦ aporta eso al sistema financiero andaluz? Esa alianza intracomunitaria no aporta nada. En Andaluc¨ªa el sistema financiero no puede someterse a clich¨¦s manidos. Se acab¨® la historia de la caja ¨²nica, y creo que est¨¢ muy bien la historia de la terna de cajas.

P. ?Qu¨¦ tal se lleva con sus colegas Medel y Pulido?

R. Bien, muy bien. Conozco a Braulio Medel desde comienzos de los 80. Es un presidente que me merece un enorme respeto. Nuestras relaciones son cordiales. Conozco menos al presidente de Cajasol, pero he hablado con ¨¦l, y la disponibilidad de CajaGranada va a estar siempre abierta con estas dos entidades, sin que esto se pueda entender, en ning¨²n caso, como un proyecto de alianza con ninguna de ellas.

P. Cumple ahora 64 a?os y, por tanto, s¨®lo estar¨¢ un mandato de presidente. ?Eso le deja las manos m¨¢s libres?

R. No tengo que ganarme una reelecci¨®n. Pero no s¨®lo por eso, soy de manos libres. Y no he recibido ninguna indicaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, ni del Gobierno andaluz sobre lo que tengo que hacer en la caja.

P. ?Siguen siendo los localismos un problema en Andaluc¨ªa?

R. Todos los ismos son en principio sospechosos y el localismo tambi¨¦n lo es. Si hay un espacio en el que el localismo es perverso es en el espacio financiero. He le¨ªdo unas manifestaciones del presidente Gri?¨¢n en el sentido de que ¨¦l no ve imposibles ni perniciosas alianzas estrat¨¦gicas de las cajas andaluzas m¨¢s all¨¢ del territorio de la comunidad. De hecho, hemos tenido una experiencia reciente que ha sido muy bien acogida. Por tanto, ese es un campo abierto y CajaGranada ve esa opci¨®n como otra cualquiera.

P. Se ha reunido ya con el Banco de Espa?a. ?Qu¨¦ le han recomendado?

R. El Banco de Espa?a ve con buenos ojos la situaci¨®n de CajaGranada. Muy pronto vamos a tener su visita [inspecci¨®n] y, hasta que ese momento llegue, no doy nada por sentado. Nos ha recomendado estar atentos a la evoluci¨®n de la reordenaci¨®n del sistema y trabajar en el mantenimiento de nuestra situaci¨®n. No me gusta que desde fuera se limiten las posibilidades de la caja. No estamos urgidos. No nos est¨¢ empujando nadie. El Banco de Espa?a no me ha dado ninguna indicaci¨®n, ni ninguna premura. Y mis noticias son -y la fuente es la CECA y el Banco de Espa?a- que se est¨¢ intentando alguna reforma legislativa que permitiese resolver estas dificultades para articular esas alianzas estrat¨¦gicas.