El buscador de sombras

"Mir¨¦ el retrato La reina Isabel de Francia a caballo, de Vel¨¢zquez, el que tiene el caballo blanco y est¨¢ en el Museo del Prado. Primero le quit¨¦ el caballo y, despu¨¦s, a la reina. Me qued¨¦ con su falda y convert¨ª los ricos bordados en construcciones geom¨¦tricas, en una pieza transparente, con luz dentro", explica Aurelien Lortet (Vernon, Francia, 1967) ante una gran escultura de madera reciclada de 2009. La pieza forma parte de la muestra Universos paralelos que puede verse hasta el 26 de marzo en el anexo de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla (calle Gonzalo Bilbao, 7).

El artista franc¨¦s, afincado en Espa?a desde 1992 y residente en Carmona (Sevilla) desde 1996, presenta 11 de sus peculiares esculturas que est¨¢n a medio camino entre los aut¨®matas y los m¨®viles. Obras en las que para el autor es tan importante la sombra que proyecta como la escultura en s¨ª.

Son piezas complejas, llenas de peque?as puertas, que se abren para mostrar lugares secretos, y que est¨¢n realizadas con maderas y cristales reciclados, a las que el escultor va a?adiendo objetos trouv¨¦ o alg¨²n tipo de maquinaria que los convierte en instrumentos, como es el caso de Zoom¨®rfica, una especie de zanfo?a de una cuerda.

"Me gusta que en las piezas pueda verse la pelea que sostengo con la materia, se ven las heridas. No trato de esconder nada. Todo es transparente, se puede tocar o abrir. Las esculturas est¨¢n hechas por un tocador y por eso las hago para que la gente puede tocarlas. Qu¨¦ ser¨ªa una pieza de Rodin si no puedes pasarle la mano", argumenta Lortet, quien obtuvo una beca en La Casa de Vel¨¢zquez de Madrid, d¨®nde conoci¨® a la tambi¨¦n artista Adriana Espinoza (La Habana, Cuba, 1966). Universos paralelos es una de las escasas ocasiones en las que la pareja expone junta.

Entre las obras de Lortet destaca tambi¨¦n Venus, el coraz¨®n del problema, una met¨¢fora de la fragilidad humana, con la que el artista ha participado en la muestra Venus rob¨®tica, en el Cabinet des Curieux de Par¨ªs.

Adriana Espinoza presenta 11 linograbados en blanco y negro sobre papel de arroz. Son abstracciones con una gran profundidad que, a veces, se acercan a motivos vegetales y en las que la artista plasma sus "ritmos mentales". "Son como radiograf¨ªas de mis sentimientos", confiesa.