Israel y EE UU atraviesan su peor crisis
La Casa Blanca pide explicaciones por el "insulto" de anunciar nuevas colonias - El embajador israel¨ª en Washington: "La relaci¨®n es la m¨¢s tensa desde 1975"
La tensi¨®n entre Estados Unidos e Israel por la construcci¨®n de nuevos asentamientos en territorios palestinos ha escalado hasta un punto que el embajador israel¨ª en Washington ha calificado como "el peor momento en las relaciones bilaterales desde 1975". Altos funcionarios de ambos pa¨ªses trabajaban ayer fren¨¦ticamente en la soluci¨®n de un conflicto que debilita a los dos y compromete seriamente las posibilidades de paz en la zona, pero el Gobierno de Israel insisti¨® en que no renunciar¨¢ a nuevas construcciones en Jerusal¨¦n Este.
La declaraci¨®n del embajador israel¨ª, Michael Oren, realizada durante una conversaci¨®n el s¨¢bado con los c¨®nsules israel¨ªes en Estados Unidos y revelada ayer por el diario Haaretz, ha puesto a todos en alerta sobre la gravedad de una crisis que afecta a un elemento esencial de la pol¨ªtica exterior estadounidense. Los lazos con Israel son el pivote sobre el que gira la pol¨ªtica de seguridad norteamericana y la raz¨®n ¨²ltima de su implicaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Un cambio significativo de esas relaciones podr¨ªa generar un movimiento de incalculables consecuencias en la regi¨®n m¨¢s inestable del planeta.
Netanyahu afirma que no renunciar¨¢ a construir m¨¢s casas en Jerusal¨¦n Este
A la crisis actual se suma la desconfianza hacia Obama desde que era candidato
Pese a esa trascendencia, ambos Gobiernos han resaltado en los ¨²ltimos d¨ªas las profundas diferencias que se han ido acumulando desde que Barack Obama lleg¨® a la Casa Blanca con la firme intenci¨®n de obligar a Israel a congelar los asentamientos. El detonante de la crisis actual fue el anuncio por parte del Gobierno israel¨ª de la construcci¨®n de 1.600 nuevas viviendas en Jerusal¨¦n Este (la parte ¨¢rabe de la ciudad) coincidiendo exactamente con la llegada al pa¨ªs la pasada semana del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Washington hab¨ªa concedido enorme importancia a ese viaje, el de mayor jerarqu¨ªa diplom¨¢tica desde el comienzo de esta Administraci¨®n, y confiaba en que sirviera para relanzar el di¨¢logo palestino-israel¨ª. El anuncio de nuevos asentamientos se vio aqu¨ª, por tanto, como un deliberado boicoteo por parte de las autoridades israel¨ªes a los esfuerzos norteamericanos.
As¨ª lo expresaron claramente durante el fin de semana los m¨¢s altos responsables gubernamentales. "Fue insultante, un momento desafortunado y dif¨ªcil para todo el mundo", declar¨® la secretaria de Estado, Hillary Clinton. "Es una afrenta, un insulto, pero, m¨¢s a¨²n, es una manera de debilitar este fr¨¢gil intento de llevar la paz a la regi¨®n", a?adi¨® el principal asesor pol¨ªtico de la Casa Blanca, David Axelrod.
El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, trat¨® el domingo de contener el enfrentamiento y calific¨® la coincidencia del anuncio con la visita de Biden como un accidente "lamentable y perjudicial" que atribuy¨® a una mera descoordinaci¨®n entre sus colaboradores. Washington no acept¨® esa versi¨®n. Axelrod insisti¨® en que el episodio ten¨ªa la apariencia de haber sido "premeditado y calculado" para da?ar la posici¨®n negociadora norteamericana. El portavoz del Departamento de Estado, P. J. Crowley, manifest¨® ayer que Washington est¨¢ a la espera de explicaciones convincentes de parte de los responsables israel¨ªes.
Esta tensi¨®n ha tenido de inmediato resonancia en el m¨¢s importante lobby a favor de Israel, el American Israel Public Affairs Commitee (AIPAC), que ha hecho p¨²blica una declaraci¨®n en la que advierte que Obama est¨¢ presionando excesiva y unilateralmente al Estado jud¨ªo. "La Administraci¨®n deber¨ªa hacer un serio esfuerzo por evitar m¨¢s exigencias a Israel", afirma el AIPAC.
El enfrentamiento con Israel no es una pol¨ªtica muy popular en Estados Unidos, y Obama es, por tanto, el primer interesado en poner fin a la tensi¨®n. Pero no parece que, fuera de la ret¨®rica habitual en estos casos, ¨¦sa sea una misi¨®n f¨¢cil. Ayer mismo, Netanyahu dio garant¨ªas a los miembros de su partido en el Parlamento de que no renunciar¨¢ a la construcci¨®n de las 1.600 viviendas anunciadas en Jerusal¨¦n Este.
Sin la congelaci¨®n de todos los asentamientos, es impensable que los palestinos accedan a un di¨¢logo de paz serio. Sin ese di¨¢logo es imposible que los Gobiernos ¨¢rabes respalden a la Administraci¨®n de Obama. Y sin ese respaldo se complica considerablemente la estrategia norteamericana respecto a Ir¨¢n, incluso en Afganist¨¢n. Todos los elementos est¨¢n conectados y se ven, por tanto, afectados por la crisis diplom¨¢tica actual.
Las relaciones entre Estados Unidos e Israel no han estado hist¨®ricamente exentas de tensi¨®n. La declaraci¨®n del embajador israel¨ª ayer alud¨ªa a 1975, cuando el Gobierno de Gerald Ford pidi¨® la retirada israel¨ª de una parte del Sina¨ª egipcio. El primer George Bush, Bill Clinton y hasta Ronald Reagan vivieron momentos dif¨ªciles con el gran aliado. Pero en la crisis actual se suma adem¨¢s la desconfianza hacia Obama dominante entre la clase pol¨ªtica israel¨ª -y en parte de su opini¨®n p¨²blica- desde que era candidato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.