"Se ha cumplido lo que su Majestad orden¨®"

"Me levanto a las ocho en J¨¢vea. A las 9.30 me llama el secretario general de Pol¨ªtica de Defensa con malas noticias: un accidente de helic¨®pteros en Afganist¨¢n. [...] Informo al Rey y al Presidente. Quiero llegar con urgencia a Madrid para informar a las familias. No deseo que las noticias gen¨¦ricas creen alarma. Hay que dar los nombres de los fallecidos cuanto antes [...]. Tambi¨¦n llama el Pr¨ªncipe vivamente interesado [...]. Ordeno que personalmente se informe de la noticia a los familiares m¨¢s cercanos. Si es posible, digo, que lo hagan los jefes de las unidades afectadas. [...] Reuni¨®n con el Presidente en Moncloa. Siento su cercan¨ªa y emotiva solidaridad con los ej¨¦rcitos.

"No logro dormir ni un minuto. Me afeito con el agua de una botella"

Un talib¨¢n reivindica el atentado, pero me dice el secretario de Estado de Defensa que ha hablado con el Jemad [Jefe del Estado Mayor de la Defensa] y que no es nada cre¨ªble, que ya lo ha hecho en otras ocasiones, y que es un delincuente que, al parecer, s¨®lo quiere cobrar dinero.

Volamos hacia Herat. Lo primero que hago al llegar a la base es dar el p¨¦same a la sargento Susana P¨¦rez Torres, cuyo esposo ha fallecido. Visito a los heridos. Sobre las 10.30 horas voy en helic¨®ptero al lugar del accidente y lo recorro exhaustivamente. Hacemos el mismo recorrido que los helic¨®pteros accidentados hab¨ªan hecho.

El capit¨¢n Exp¨®sito me pide que pase adonde est¨¢n identificando cad¨¢veres. Es una sala sanitaria llena de mesas. Quedo impresionado. Paso mesa por mesa... Es una de las experiencias m¨¢s fuertes de mi vida. De todas maneras me alegro de haber visto los restos mortales para que esa experiencia me acompa?e y me haga sentir cerca de los soldados de Espa?a. Rezo en silencio. Como consecuencia de la tensi¨®n, dice el m¨¦dico, me sale un flem¨®n en la boca [...].

No logro dormir ni un minuto. A las cuatro y media me lavo y afeito con el agua mineral de una botella [...]. Despu¨¦s de la misa y de entrar todos los f¨¦retros al H¨¦rcules mando un mensaje al Gabinete de Moncloa y al Rey para decirles que salimos hacia Espa?a. Nos esperan 16 horas de vuelo con escala en Estambul. [...] El secretario de Estado me dice que han aparecido unos restos muy peque?os, de mil¨ªmetros, en el lugar del accidente. Le digo que proceda como deba, pero que quiz¨¢ lo procedente ser¨ªa repatriarlos [...]. Hablo con el capit¨¢n de la Guardia Civil desde Estambul. Me asegura que es normal que en estos accidentes aparezcan peque?os restos sin ninguna entidad identificatoria [...].

A las 20 horas llegamos a Getafe. Cuando nos bajamos, voy con el Jeme [Jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra] a dar novedades al Rey: "Se ha cumplido lo que su Majestad me orden¨®". Al Presidente le doy un abrazo y el Rey tambi¨¦n me abraza".