El lamento 'abertzale' es insuficiente
Nada m¨¢s hacerse p¨²blico el asesinato del polic¨ªa franc¨¦s, Jean-Serge N¨¦rin, el mediador surafricano, Brian Currin, que trabaja como asesor de la izquierda abertzale desde el pasado oto?o, se puso en contacto con algunos dirigentes de la formaci¨®n radical y les reclam¨® una declaraci¨®n cr¨ªtica al hilo de su compromiso con los principios pacifistas de Mitchell, base del proceso de paz de Irlanda del Norte, ratificados por las asambleas de la izquierda abertzale en febrero.
Veinticuatro horas despu¨¦s, la izquierda radical hac¨ªa p¨²blico un comunicado novedoso, pero insuficiente a la vez. Es novedoso e insuficiente cuando la izquierda abertzale expresa su pesar y lamenta la muerte producida en las cercan¨ªas de Par¨ªs y cuando reclama a ETA que "deber¨ªa de ratificarse en su posici¨®n favorable al desarrollo de un proceso democr¨¢tico expresado en su comunicado publicado en enero". En el rengl¨®n anterior, el comunicado precisa que ese proceso "debe llevarse adelante exclusivamente por medios pol¨ªticos y democr¨¢ticos en ausencia de todo tipo de violencia".
Los radicales expresan su "pesar" por la muerte "fortuita" pero no piden a ETA que deje las armas
Un comunicado as¨ª hubiera sido una revoluci¨®n hace 10 a?os, pero la sociedad vasca y espa?ola y, con ellas, sus partidos han puesto el list¨®n alto tras el fracaso del ¨²ltimo proceso de paz en 2006. Lo que en clave interna de la izquierda abertzale es un gran paso porque osa reclamar a ETA un cambio, para la mayor¨ªa de la sociedad y los partidos es un quiero y no puedo porque al comunicado le falta una clara exigencia a ETA de que abandone definitivamente las armas. Esa es, tambi¨¦n, la exigencia del Gobierno a la izquierda radical para que pueda comparecer legalmente en las pr¨®ximas elecciones, como ayer record¨® el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.
La izquierda abertzale no va hasta el final porque quiere evitar la ruptura traum¨¢tica con ETA, pese a que la mayor¨ªa de sus dirigentes y sus bases est¨¢n convencidos de que la banda ya no tiene futuro. Los hechos que rodearon el asesinato del agente franc¨¦s lo vuelven a demostrar. Un grupo de j¨®venes inexpertos, como el detenido Joseba Fern¨¢ndez Aspurz, reci¨¦n huido de Espa?a, procedente de la kale borroka, que organizan a la desesperada un robo masivo de coches en las cercan¨ªas de Par¨ªs y terminan a tiros con la Gendarmer¨ªa. Nada que ver con la ETA profesionalizada y peligrosa de los a?os ochenta, a la que no se le ocurr¨ªa crear problemas en Francia e incluso exigi¨® a la organizaci¨®n terrorista vasco-francesa, Iparretarrak, su cese para tener la retaguardia despejada.
Al paso que van las cosas, si ETA persiste en el terrorismo, como confirman los ¨²ltimos acontecimientos, la izquierda abertzale est¨¢ abocada a romper con ella o a que en el seno de la banda se produzca una escisi¨®n, lo que no cabe descartar.
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