Derechos ling¨¹¨ªsticos
La Carta Europea de las lenguas regionales y minoritarias, firmada por el Reino de Espa?a a fecha 9 de abril de 2001, con entrada en vigor el 1 de agosto de 2001, dice en su art¨ªculo 8.1: "En materia de ense?anza, las Partes se comprometen, en lo que concierne al territorio sobre el cual esas lenguas son practicadas, seg¨²n la situaci¨®n de cada una de esas lenguas y sin perjuicio de la ense?anza de la(s) lengua(s) oficial(es) del Estado: a prever una educaci¨®n preescolar asegurada en las lenguas regionales o minoritarias en cuesti¨®n; o a prever que una parte sustancial de la educaci¨®n preescolar sea asegurada en las lenguas regionales o minoritarias en cuesti¨®n".
El Borrador do proxecto de decreto para o pluriling¨¹ismo no ensino non universitario de Galicia, hecho p¨²blico por el actual Gobierno de la Xunta, dice en su Art¨ªculo 5.1: "Na etapa de educaci¨®n infantil, o profesorado usar¨¢ na aula a lingua predominante entre o alumnado, se ben deber¨¢ ter en conta a lingua do contorno e procurar¨¢ que o alumnado adquira, de forma oral e escrita, o co?ecemento da outra lingua oficial de Galicia dentro dos l¨ªmites da etapa ou ciclo".
El decreto pone al gallego en inferioridad y al borde de su extinci¨®n como lengua efectiva
El citado borrador colisiona directamente con la Carta en un punto tan decisivo como la educaci¨®n infantil o preescolar (3-6 a?os), que es el periodo en el que el ni?o madura sus mecanismos neuroling¨¹¨ªsticos y pone las bases definitivas de las conexiones entre lengua y estructuras neurales. La Carta lo tiene muy en cuenta, y el Borrador lo ignora, haciendo de esta cuesti¨®n una nueva e impropia injerencia pol¨ªtica, y adem¨¢s del lado que parece menos necesitado de ayuda alguna. No deber¨ªa ser as¨ª, pues de que eso no sea as¨ª depende el futuro de la lengua propia de Galicia.
La sentencia del Tribunal Supremo, sala de lo contencioso administrativo, de 21 de octubre de 2009 (recurso de casaci¨®n 670/2008), dice: "El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha hecho notar que la conformaci¨®n de ambos preceptos
[se refiere a la Constituci¨®n y a la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos] no tiene por efecto garantizar a los hijos o a sus padres el derecho a una instrucci¨®n impartida en la lengua de su elecci¨®n, a?adiendo que interpretar estos dos art¨ªculos como si se reconocieran a toda persona dependiente de la jurisdicci¨®n de un Estado el derecho a ser instruido en la lengua de su elecci¨®n, conducir¨ªa a resultados absurdos, ya que todos podr¨ªan as¨ª reivindicar una instrucci¨®n impartida en cualquier lengua, en cualquiera de los territorios de los Partes Contratantes (STEDH de 23 julio 1968. Caso relativo a ciertos aspectos del r¨¦gimen ling¨¹¨ªstico en B¨¦lgica)".
Huelga decir que ese presunto o supuesto absurdo se puede producir aqu¨ª si los ciudadanos de los pa¨ªses interiores al Reino de Espa?a que vivimos fuera de esos pa¨ªses, pero en el mismo reino, reivindicamos similar derecho. De momento, ah¨ª queda esa posibilidad, que ser¨ªa justa para cualquier tribunal que trabaje sobre derechos comparados e igualdad legal bajo el mismo marco jur¨ªdico-constitucional. La desigualdad de hecho y derecho que plantean estas cosas es tan grave que ponen en cuesti¨®n todo e sistema jur¨ªdico (y, consecuentemente, pol¨ªtico). No se puede usar el Derecho para producir desigualdad real o sociol¨®gica.
Estos textos citados, m¨¢s otros muchos que se podr¨ªan citar (sobre todo los relativos a las bondades de una educaci¨®n infantil biling¨¹e o triling¨¹e, con el ingl¨¦s empezando a conocerse por el ni?o en ese desarrollo cognitivo b¨¢sico y definitivo del sistema ling¨¹¨ªstico-neural) conforman en s¨ª mismos una cr¨ªtica a la totalidad del proyecto de decreto que puede hacerse efectivo como decreto cualquier d¨ªa de estos. Un decreto que pone al idioma hist¨®rico y propio de Galicia en una clara inferioridad que, sumada a la desigualdad previa, lo sit¨²a al borde de su extinci¨®n como lengua efectiva, como lengua viva y de oportunidad, m¨¢s all¨¢ de su uso familiar y contextual (hipercontextual, digamos: s¨®lo en ciertos contextos). El resto de cuestiones, como que el ¨¢rea tecno matem¨¢tica sea en castellano y a¨²n otras de similar entidad, son, digamos, los clavos en el ata¨²d de una lengua a la que nos disponemos a enterrar desde su configuraci¨®n en el ¨¢rea infantil o preescolar.
Llegados a este punto, debo repetir hasta la extenuaci¨®n mi particular grito de ayuda: ?est¨¢ Galicia dispuesta a perder tambi¨¦n su lengua tras haber consentido la ruina de sus costas, el deterioro hist¨®rico de sus villas, la vulgarizaci¨®n de sus ciudades y la destrucci¨®n de buena parte de su medio natural? Contesten a eso y ah¨®rrennos problemas y trabajos, tan arduos, por cierto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.