Miedo a un planeta esf¨¦rico
Nuestro planeta Tierra es un territorio finito, pero en ¨¦l —y eso es lo maravilloso— uno puede encontrar de todo. Si usted, lector, est¨¢ firmemente convencido, por ejemplo, de que la Tierra —ya que hablamos de ella— no es redonda, sino plana, y de que la llegada del hombre a la Luna fue una burda patra?a orquestada por la NASA con la ayuda —en el gui¨®n— del insigne Arthur C. Clarke, sepa que no est¨¢ solo: los miembros de la Flat Earth Society (la Sociedad de la Tierra Plana) le acompa?an en su alternativa interpretaci¨®n de las cosas.
Fundada en 1956 por Samuel Shenton —que, como miembro de la Royal Astronomic Society y de la Royal Geographic Society, no puede ser considerado f¨¢cilmente un merluzo—, la International Flat Earth Society recogi¨® el testigo de la Universal Zetetic Society, que, a finales del siglo XIX, intent¨® mantener vivo el legado del inventor Samuel Rowbotham, que en 1849, a trav¨¦s de su panfleto La?Tierra no es un globo, se hab¨ªa convertido en el primer ap¨®logo moderno de una tesis que ya hab¨ªa entrado en descr¨¦dito en tiempos de Arist¨®teles. Tras el fallecimiento de Shenton en 1971, el tejano Charles Kenneth Johnson se hizo cargo de la sociedad, apelando a la autoridad b¨ªblica para cuestionar la naturaleza esf¨¦rica del planeta. La muerte de Johnson en 2001 puso en peligro la supervivencia de ese organismo disidente. "Todo pasaba por ¨¦l y no hab¨ªa demasiada (si es que, de hecho, la hab¨ªa) comunicaci¨®n directa entre los miembros. Johnson era la persona que serv¨ªa de fuerza de cohesi¨®n en la sociedad, y con su fallecimiento, los miembros restantes quedaron aislados y la sociedad dej¨® de existir", explica Daniel Shenton (sin parentesco con el primer Shenton, Samuel), un virginiano de 33 a?os residente en Londres que ha invertido no poco esfuerzo en devolverle la vida a la insensata Flat Earth Society. Shenton es su nuevo presidente y se enorgullece de haber captado 60 nuevos miembros para una cruzada que al final de la etapa Johnson contaba con 3.000 firmes creyentes. En los foros de www.theflatearthsociety.org, m¨¢s de 9.000 usuarios participan en animadas discusiones bizantinas sobre la ciencia y sus agujeros negros de fiabilidad.
En tiempos de Google Earth, la postura de Shenton resulta casi heroica y suele toparse con dos frecuentes actitudes: a) la de quienes piensan que est¨¢ como una cabra, y b) la de quienes le toman por un bromista. "Todo lo que puedo decir es que no es una broma", argumenta, "si la gente no me cree, no hay mucho m¨¢s que pueda hacer para convencerles. Entiendo que la postura de la sociedad es muy radical, pero no entiendo por qu¨¦ a la gente le cuesta tanto entender que voy en serio".
No deja de resultar curioso que Shenton encontrase su particular epifan¨ªa escuchando un disco de Thomas Dolby: "S¨¦ que suena extra?o, pero uno de sus ¨¢lbumes fue el responsable indirecto del renacimiento de la sociedad. En 1984 lanz¨® un disco titulado The flat earth, que inclu¨ªa una canci¨®n con el mismo t¨ªtulo. Crec¨ª en los ochenta y estaba familiarizado con otros de sus ¨¦xitos, pero The flat earth no tuvo tanta popularidad y no lo escuch¨¦ hasta mediados de los noventa, cuando encontr¨¦ una copia en vinilo en el campus de la universidad. La canci¨®n no trata sobre el hecho de que la Tierra sea plana: s¨®lo es una met¨¢fora. De todas formas, yo hab¨ªa o¨ªdo hablar de la Flat Earth Society y, guiado por la curiosidad, empec¨¦ a indagar hasta que me result¨® claro que sus ideas estaban en lo cierto. Cuando, en noviembre de 2009, refund¨¦ la sociedad, la primera persona con la que contact¨¦ fue Thomas Dolby. Le ofrec¨ª ser miembro honorario y acept¨® con mucha amabilidad". Shenton cree que el problema no est¨¢ en la ciencia, sino "en la aceptaci¨®n ciega de sus postulados sin preocuparse por investigarlos", y, por si alguien se lo est¨¢ preguntando, cree que tanto la evoluci¨®n de las especies de Darwin como las teor¨ªas sobre el cambio clim¨¢tico est¨¢n respaldadas por el suficiente porcentaje de evidencias como para darlas por ciertas.
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