"Ahora trabajo el triple para ganar la misma plata"
Llega cargado de bultos, bolsas, chaquetas, mochilas y una botella grande de agua para aliviar la sequedad de Madrid. Despu¨¦s de ocho meses casi se le hab¨ªa olvidado. "?Qu¨¦ hago? ?Me quito la coleta o quedo como un le¨®n?", pregunta antes de posar para el fot¨®grafo. Finalmente, elige el le¨®n no sin antes apaciguar algo su encrespada melena. Leonardo Sbaraglia (Buenos Aires, 1970) viene cansado y con hambre, despu¨¦s de cuatro d¨ªas agotadores de promoci¨®n de las dos pel¨ªculas que estrena este mes en Espa?a -El corredor nocturno, de Gerardo Herrero (el d¨ªa 5), y Las viudas de los jueves, de Marcelo Pi?eyro (el 26)- y con un jet lag que ni aspira a superar.
Pero en cuanto lee en la carta que hay posibilidad de un platito de jam¨®n sabe que todo se solucionar¨¢. "?C¨®mo lo echo de menos! Esto y el aceite de oliva". Tanto es as¨ª, que este actor argentino que se instal¨® en Espa?a durante ocho a?os en busca de trabajo y libertad de decisi¨®n, unta el jam¨®n en un platito de aceite de oliva. Ahora, una vez superada la fuerte crisis en su pa¨ªs, ha regresado a Buenos Aires, pero con algo muy m¨¢gico que naci¨® en Madrid: su hija Julia, de cuatro a?os, a la que ya suspira por ver. "Es que son cuatro d¨ªas sin verla, toda una eternidad", se medio disculpa mientras ense?a la foto en su m¨®vil y el regalo que le ha comprado.
El actor cree que es en el teatro donde se dan las condiciones plenas para crecer
Sbaraglia es en¨¦rgico y animado, tanto que hasta se atreve a entonar alguna estrofilla musical entre el jam¨®n y la corvina que ha elegido -"prefiero pescado, que en Argentina no lo saben hacer bien"-. Lleg¨® a Espa?a con la estela del ¨¦xito de la pel¨ªcula Plata quemada y aqu¨ª se qued¨® y triunf¨®. Una larga relaci¨®n de pel¨ªculas -"todas muy diferentes"- y premios, entre ellos un Goya al mejor actor revelaci¨®n por Intacto, consiguieron que este int¨¦rprete, al que le gusta que los directores le pongan al l¨ªmite de sus posibilidades, viviera en Madrid una experiencia ¨²nica. "Despu¨¦s de 15 a?os trabajando en Argentina ten¨ªa la sensaci¨®n de que estaba como aprisionado, de que estaba renunciando a la libertad. En Espa?a, donde no era nadie, fue como empezar de nuevo. Me despojaron del molde y me dieron libertad. He ganado en experiencia, arrojo, me he hecho m¨¢s grande y ya no me estoy cuidando tanto el culo. Me preocupo menos del exterior y creo que ahora, con casi 40 a?os, es un buen momento para sentirlo. Es muy bonito".
No le falta trabajo, aunque s¨ª confiesa que ahora tiene que "participar en tres proyectos para conseguir la misma plata que hace poco tiempo con uno solo". Acaba de terminar en Buenos Aires, tras 10 a?os sin pisar un escenario, la primera temporada de la obra teatral La huella, junto a Pepe Soriano, que espera poder traer a Espa?a, -"en el teatro es donde se dan condiciones plenas para crecer, d¨ªa a d¨ªa delante del p¨²blico, cambiando, mejorando"- mientras da los ¨²ltimos toques a dos series de televisi¨®n y ensaya la pel¨ªcula que rodar¨¢ en breve bajo las ¨®rdenes del novel Miguel Cohan.
A ¨¦l las crisis no le paralizan, ya lo ha demostrado. Acostumbrado, dice que como todos los argentinos, a potentes crisis econ¨®micas, sabe vivir en ellas y no perder la esperanza. Sobre todo en esta profesi¨®n que le abre tantos mundos. La ama por eso. "Por no dejar que te encierres, por ponerte en revisi¨®n, por obligarte a estar siempre abierto y curioso".-
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