Los inspiradores del Pompidou
Valladolid acoge una muestra sobre la escuela arquitect¨®nica Archigram
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, la alta arquitectura ha descendido para jugar un papel trascendente en la vida p¨²blica. Aeropuertos, puentes, bodegas, edificios emblem¨¢ticos, viviendas sostenibles, han salido de los estudios de las estrellas del circuito actual, que en su ¨¦poca de mayor esplendor, crearon en Londres el grupo Archigram. Gente como Peter Cook, Warren Chalk, Ron Herron, Dennis Crompton, Michael Webb y David Greene, fueron los art¨ªfices de este movimiento, que enhebraba las palabras ARCHItecture y TeleGRAM y propon¨ªa una arquitectura profundamente tecnol¨®gica, realizada con nuevos materiales industriales, e indicativa de un modo de vida despreocupado y ut¨®pico. M¨¢s de cuarenta a?os despu¨¦s se presenta en Valladolid una retrospectiva de este colectivo. Un resumen de la historia de este importante movimiento a trav¨¦s de dibujos, maquetas, documentos y planos.
Archigram era al principio futurista, antiher¨®ico y pro-consumista, y se inspiraba en la tecnolog¨ªa para crear una realidad con proyectos hipot¨¦ticos. Experimentaba con medios desechables, c¨¢psulas espaciales e imaginer¨ªa del consumo masivo. Sus obras ofrec¨ªan visiones seductoras de un glamouroso futuro de maquinas. Los temas sociales y ambientales quedaron olvidados. El movimiento beb¨ªa de las ideas del arquitecto italiano Antonio Sant'Elia, que imagin¨® un Mil¨¢n futurista en su Citt¨¤ Nuova, y cuyas l¨ªneas, mezcladas con los conceptos de Archigram, fueron inspiraci¨®n para el Pompidou, de Renzo Piano y Richard Rogers.
Una de las m¨¢s famosas utop¨ªas del grupo fue la Plug-in City de 1964. La megaestructura de una ciudad dentro de la que idearon una universidad que crecer¨ªa con el tiempo y cuyas aulas se instalar¨ªan o desmontar¨ªan seg¨²n necesidades puntuales. As¨ª, a medida que la gente tuviera m¨¢s oportunidad de comunicarse a trav¨¦s de los ordenadores, el espacio ser¨ªa el silo de almacenamiento de la informaci¨®n.
A pesar de ser un movimiento arquitect¨®nico, Archigram se sirvi¨® del lenguaje del c¨®mic y del collage para difundir sus propuestas: ciudades de horizontes quebrados y coloristas, calles con cadillacs, zepelines, y grandes anuncios de colores. Su lenguaje es una arquitectura so?ada, algo inherente al inconsciente com¨²n con claros precedentes en la imaginer¨ªa de la m¨²sica pop y en el cine de ciencia-ficci¨®n. Del mismo modo que la utop¨ªa futurista de Antonio Sant' Elia impregn¨® la pel¨ªcula Metr¨®polis, de Fritz Lang, Archigram fue absorbida por el cine de ciencia-ficci¨®n de los sesenta y setenta. Hacia el final de su trabajo, el grupo abandon¨® la importancia de las nuevas tecnolog¨ªas para poner de manifiesto la necesidad de la interacci¨®n humana, como dejaron patente en su siguiente proyecto universitario, la Invisible University de 1971, donde la universidad se sustenta de las relaciones entre las personas y los s¨ªmbolos humanos.
![Dibujo de Walking City, uno de los proyectos futuristas de Archigram.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CXIUVYUHXT2NZR5WXOA75P57Q4.jpg?auth=2431116ab2063544d6862f88171767f953042e86ff544b1adaf93fc26a7dceb3&width=414)
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