Ni cr¨ªticas, ni alternativas, ni acuerdos
Es una obviedad que para que un pa¨ªs funcione bien hace falta un Gobierno que gobierne, pero creo que para ese buen funcionamiento tambi¨¦n es necesaria una oposici¨®n de verdad.
En Euskadi tenemos un Gobierno que, con mayor o menor acierto, seg¨²n la opini¨®n de cada cual, est¨¢ poniendo en marcha las pol¨ªticas que tratan dar sentido a un proyecto de pa¨ªs para todos. Un Gobierno que aprueba semana a semana medidas que encajan en un proyecto de largo recorrido que defiende el lehendakari. Un proyecto para la construcci¨®n de una Euskadi de ciudadanos libres, solidaria, sostenible y competitiva.
Por eso, la acci¨®n p¨²blica del actual Gobierno no se centra en las identidades que nos dividen, sino en la Euskadi real, desde el respeto a su pluralidad y diversidad. Queremos una Euskadi solidaria; por eso vamos a abordar reformas en Sanidad y pol¨ªticas sociales para garantizar la sostenibilidad de nuestro Estado del Bienestar. Queremos una Euskadi sostenible; por eso plantearemos reformas en la Administraci¨®n para hacerla m¨¢s eficaz, o estamos dando forma a un transporte m¨¢s moderno. Y queremos, finalmente, una Euskadi competitiva; por eso hay en marcha una apuesta decidida por la investigaci¨®n, el desarrollo, la innovaci¨®n y la internacionalizaci¨®n.
?Alguien en Euskadi sabe hoy qui¨¦n y con qu¨¦ claves lidera el proyecto del PNV?
Tenemos un Gobierno que ha abierto un nuevo tiempo con una agenda de profundas reformas para encarar el siglo XXI. Y, por tanto, estamos ante un proyecto que no se agota en cuatro a?os, sino que se trata de poner a Euskadi con la mirada en el pr¨®ximo cuarto de siglo.
Pero, como dec¨ªa al principio, para que un sistema democr¨¢tico tenga calidad, casi tan importante como que el Gobierno gobierne, es que haya una oposici¨®n que cumpla tal funci¨®n.
Bajo mi punto de vista, la tarea de la oposici¨®n ha de contener b¨¢sicamente tres requisitos: criticar con fundamento -si es de forma constructiva de vez en cuando, mejor que mejor-, presentar pol¨ªticas alternativas y saber definir espacios de acuerdo. ?sa es, al menos, la oposici¨®n que los socialistas practicamos en el pasado reciente y no se puede decir que nos haya ido tan mal. Pero, sinceramente, creo que hoy en Euskadi el principal partido de la oposici¨®n no hace ninguna de las tres cosas. Me explico.
Con respecto a la cr¨ªtica, d¨ªa a d¨ªa voy interiorizando que el PNV critica al Gobierno vasco sencillamente porque sigue sin digerir que un vasco llamado Patxi L¨®pez ocupe la Lehendakaritza y que sea el PSE quien gobierne. Llevan desde el primer d¨ªa haciendo predicciones apocal¨ªpticas y lo cierto es que no se cumplen. Sin duda, la mala -y demasiado larga- digesti¨®n de la p¨¦rdida del poder, les est¨¢ llevando a lanzar tales mensajes catastrofistas y descalificatorios desde la oposici¨®n.
Sobre las alternativas, semanalmente se comprueba en el Parlamento vasco que no las presentan. Como ya he dicho, criticar, critican mucho, pero lo que no hacen es presentar sus proyectos alternativos. El PNV ha confundido presentar alternativas con presentar iniciativas, porque de estas ¨²ltimas presentan muchas, pero les da igual la calidad, porque han optado por la cantidad. De hecho, presentan iniciativas a peso.
Pero es que, adem¨¢s de no presentar alternativas, no tienen qui¨¦n las lidere, porque, ?alguien en Euskadi sabe a d¨ªa de hoy qui¨¦n y con qu¨¦ claves lidera ese proyecto? ?Lo dirige el l¨ªder formal o alguno de sus m¨²ltiples l¨ªderes espirituales? ?Mandan quienes defienden que el PNV ha de ser el catalizador de todas las fuerzas abertzales o quienes repudian el frente nacionalista? Y para no tener que tomar una decisi¨®n a este respecto, est¨¢n instalados en una permanente huida hacia adelante. Ya se sabe que la cr¨ªtica exagerada hacia quien supuestamente pone en riesgo la esencia patria es un m¨¦todo eficaz para mantener prietas las filas, pero no para resolver su problema de liderazgo, un problema que explica la necesidad de realizar tanto equilibrismo interno antes de responder afirmativa o negativamente a las reiteradas ofertas de acuerdo y entendimiento que les ha formulado el lehendakari.
Termino precisamente con la definici¨®n de espacios de acuerdo, algo que el primer partido de la oposici¨®n tampoco ha aprendido a hacer a¨²n, como demuestra el hecho de que en el mism¨ªsimo Parlamento vasco hemos podido asistir al bochornoso espect¨¢culo de ver c¨®mo el portavoz jeltzale denominaba "pacto de no agresi¨®n" al acuerdo alcanzado entre el PSE-EE y el PNV para garantizar la estabilidad presupuestaria en Euskadi en este a?o 2010. ?Ni que anduvi¨¦ramos sobrados de acuerdos en materia econ¨®mica!
El PNV deber¨ªa aclararse, porque no se puede un d¨ªa deslegitimar las instituciones y al d¨ªa siguiente ofrecer acuerdos para garantizar su estabilidad. Hace falta claridad: o lo uno o lo otro. Es hora de abandonar los pasados discursos sobre Euskadi y de arrimar m¨¢s el hombro para ayudar a los ciudadanos que la habitan, acordando pol¨ªticas concretas para luchar contra la crisis y prestigiando nuestras instituciones, porque ya se sabe que el PNV no es el responsable de todo, pero va siendo hora de que se responsabilice de algo.
?scar Rodr¨ªguez Vaz es parlamentario vasco y secretario general del Grupo Parlamentario Socialistas Vascos-Euskal Sozialistak
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