Zafios
La entrevista que M¨°nica Terribas hizo al presidente de la Generalitat en TV-3 ha resultado pol¨¦mica. La directora del canal catal¨¢n fue incisiva y cortante en exceso con un Jos¨¦ Montilla que se someti¨® estoicamente a sus preguntas. Son signos de los tiempos. En un ejercicio de ucron¨ªa, ?qui¨¦n es capaz de imaginar a un Jordi Pujol sometido a un martirologio period¨ªstico de esta intensidad en un medio p¨²blico?
Muchas cosas han cambiado en Catalu?a, para bien y para mal, seg¨²n gustos. El fin del pujolismo ha hecho transparente la pol¨ªtica. Ahora, si el rey va desnudo, adem¨¢s de verlo, todo el mundo se atreve a decirlo en voz alta. Y eso es bueno, aunque lleve en su aguij¨®n el veneno del descr¨¦dito para la pol¨ªtica y los pol¨ªticos.
Sobre la entrevista de Terribas a Montilla, hay opiniones que no son cr¨ªticas: son insultos y los firman personajes zafios
Durante la hegemon¨ªa de CiU, el fuego del poder era sagrado y, como tal, su misterio no era cognoscible para los mortales. El entonces presidente de la Generalitat administraba los tiempos, marcaba la agenda pol¨ªtica con su indudable liderazgo y, desde luego, no hubiera dudado en ejecutar a quien desde un medio p¨²blico hubiera osado emular el pressing period¨ªstico de la agresiva Terribas del pasado lunes. Como el episodio jam¨¢s lleg¨® a plantearse, quedar¨¢ el terreno literario abonado para quien se aventure en la ciencia ficci¨®n.
Es evidente que la situaci¨®n actual es hija de la victoria de las izquierdas. En 2003, el tripartito devolvi¨® el fuego a los hombres y con ello el poder perdi¨® su halo sacro devotamente alimentado durante 23 a?os. Se democratizaron las estructuras de los medios p¨²blicos y qued¨® constancia de la pluralidad y, al tiempo, de la flaqueza del Gobierno de izquierdas. Aprendimos entonces que una de las virtudes del tripartito es su mayor debilidad: su transparencia era su fragilidad. Ning¨²n consejero de la era de Pujol recibi¨® de los medios p¨²blicos el trato dispensado ahora a los de los ejecutivos tripartitos. Las v¨ªsceras del Gobierno no eran sometidas al microscopio como lo son ahora, a veces con ensa?amiento. Ha valido la pena, porque los aires que se respiran son distintos. Hay m¨¢s libertad en los medios p¨²blicos. ?Alguien se imagina un Pol¨°nia -o, mejor, un Litu¨¤nia- en la era de Pujol? ?Alguien puede visualizar que un imitador del fundador de Converg¨¨ncia hubiera aparecido en pantalla despu¨¦s de un mensaje del president, sin mediar advertencia? Pues eso mismo o asimilable ha sucedido con Montilla y sucedi¨® con Maragall. La actividad controladora de los medios que anta?o se ejerc¨ªa desde los despachos del poder, ahora ha aflojado. Siempre hay quien juzgue, con raz¨®n o sin ella, que en TV- 3 o Catalunya R¨¤dio pervive una suerte de costra nacionalista.
Pero son puntos de vista que no llegan a ser asumidos oficialmente por sus propios partidos. Todo es opinable y queda en el estricto terreno del debate y la confrontaci¨®n democr¨¢tica. Luego hay otro g¨¦nero de opiniones que no son cr¨ªticas: son insultos, los ha habido siempre, y los firman personajes zafios. Dos de ellos han dejado huella en Internet esta misma semana a prop¨®sito de la entrevista de marras. Es dif¨ªcil apreciar qui¨¦n ha hecho m¨¢s merecimientos para la palma de oro, si el alto cargo socialista que insult¨® a Terribas por haber sido dura con el president o el periodista Salvador Sostres, que apel¨® a conocimientos personales de Terribas sobre el s¨ªndrome de Down para explicar el tratamiento, a su juicio misericordioso, que hab¨ªa dispensado a Montilla. El cargo socialista Miguel ?ngel Mart¨ªn, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi, desde su plataforma personal en Facebook llam¨® "mal follada" a la directora de TV-3 por su agresividad con Montilla. Unas horas despu¨¦s, retir¨® el comentario, lo tach¨® de machista, lo consider¨® "fruto de la ofuscaci¨®n" y pidi¨® perd¨®n. En estos momentos se ignora si ha presentado su dimisi¨®n por manifestar en p¨²blico una opini¨®n que, a buen seguro, no se atrever¨ªa a mantener sobre un grupo de taxistas en huelga.
Lo de Sostres es patol¨®gico. A juicio de este liberal, integrante de la Fundaci¨®n Catalunya Oberta, pr¨®xima a CDC, no hay ni que pedir disculpas. Dijo que el problema es que toda Catalu?a no le entendi¨®. S¨ª se le entendi¨® todo. ?l y su compa?ero accidental del taxi son rematadamente zafios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.