"Daniel Ortega intenta desmantelar la democracia"
Sumergirse en la actualidad pol¨ªtica de Nicaragua es entrar en zona pantanosa, donde un problema se complica con el siguiente. El presidente, el sandinista Daniel Ortega, se ha hecho con el control del poder judicial y el poder electoral. La sombra del fraude ha marcado los comicios municipales y regionales. El Tribunal Supremo ha violado la Constituci¨®n para permitir la reelecci¨®n presidencial. El Parlamento est¨¢ paralizado por las pugnas. El principal grupo opositor, el Partido Liberal Constitucionalista, est¨¢ en manos de Arnoldo Alem¨¢n, un ex presidente condenado por corrupci¨®n que pact¨® con Ortega el reparto de las instituciones. Y mientras tanto, la econom¨ªa se hunde y el 60% de la poblaci¨®n vive sumida en la pobreza.
"La pareja presidencial est¨¢ concentrando el poder absoluto"
Miles de personas desfilaron el lunes por Managua para pedir el fin de la corrupci¨®n y la regeneraci¨®n pol¨ªtica. Eduardo Montealegre, ex candidato presidencial y cabeza visible de la oposici¨®n, lo tiene claro: "Esta batalla es contra Ortega".
"La pareja presidencial [Ortega y su mujer, Rosario Murillo] est¨¢ concentrando el poder absoluto. Domina el Frente Sandinista y manipula las instituciones en su beneficio". Siguiendo las pautas de su mentor, Hugo Ch¨¢vez, Daniel Ortega "intenta desmantelar la democracia desde dentro", asegura Montealegre, de visita en Madrid. "Sin el apoyo del presidente venezolano, ni Ortega ni el orteguismo tendr¨ªan posibilidad de sobrevivir pol¨ªticamente. Las ayudas de Ch¨¢vez equivalen al 30% del presupuesto nacional, y Ortega maneja esos fondos de forma discrecional, en sus redes clientelistas".
Montealegre, economista de 55 a?os, se incorpor¨® a la pol¨ªtica en las filas del Partido Liberal, que abandon¨® por sus diferencias con Arnoldo Alem¨¢n. Se present¨® a las presidenciales de 2007 como abanderado de una alianza de disidentes liberales y los conservadores. Y en 2008 fue candidato de unidad de la oposici¨®n (incluido el Movimiento Renovador Sandinista) a la alcald¨ªa de Managua, en unos comicios sacudidos por el fraude. "Ortega no va a permitir elecciones libres y limpias porque sabe que, en ese momento, pierde", sostiene Montealegre.
Las alarmas se han disparado despu¨¦s de que Ortega decidiera presentarse a la reelecci¨®n. En vista de que no cuenta con la mayor¨ªa necesaria en la Asamblea legislativa para reformar la Constituci¨®n, ech¨® mano del Supremo. El pasado octubre, seis magistrados sandinistas de la sala constitucional, en ausencia de los jueces liberales, declararon "inaplicable" el art¨ªculo 147 de la Constituci¨®n, que proh¨ªbe la reelecci¨®n consecutiva del presidente. "Fue una maniobra ilegal", afirma Montealegre. "El Supremo declara inconstitucional un art¨ªculo de la propia Constituci¨®n. Y la facultad de cambiar la Carta Magna corresponde a la Asamblea".
Una nueva guerra institucional est¨¢ servida. ?Hay salida? "Tenemos una oportunidad: de aqu¨ª a junio vencen los mandatos del Consejo Electoral y de una parte de la Corte Suprema. La Asamblea tiene que elegir a funcionarios honestos, que impidan la inscripci¨®n de Ortega". Montealegre se muestra confiado: liberales, conservadores y los disidentes sandinistas est¨¢n dispuestos a unirse, como hicieron con su candidatura a la alcald¨ªa de Managua. Incluso Arnoldo Alem¨¢n. "Sabe que un pacto con Ortega tendr¨¢ costo electoral".
El escritor Sergio Ram¨ªrez lamentaba recientemente que los socialistas se abstuvieran en una condena del Parlamento Europeo a la ruptura del orden constitucional en Nicaragua. Montealegre est¨¢ con ¨¦l. "Lo que yo pido es imparcialidad. Me gustar¨ªa que el ministro Miguel ?ngel Moratinos, que calific¨® al Gobierno de Honduras de gobierno de facto, reconociera que la alcaldesa de Managua es una alcaldesa de facto. Nos decepciona tambi¨¦n que Jos¨¦ Miguel Insulza [secretario general de la OEA], por buscar votos para su reelecci¨®n, haya hecho la vista gorda sobre el fraude en las municipales y la sentencia ilegal del Supremo. Est¨¢ claro que Ortega no es un joven revolucionario rom¨¢ntico, sino la copia del dictador Anastasio Somoza".
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