Daniel Ortega busca todo el poder
El presidente de Nicaragua aplasta la autonom¨ªa provincial con la destituci¨®n de cinco alcaldes.- La oposici¨®n alerta de la deriva autoritaria del Gobierno
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, parece dispuesto a controlar todos los espacios de poder. La destituci¨®n irregular de cinco alcaldes y una decena de vicealcaldes y concejales electos ha encendido las alarmas en este pa¨ªs centroamericano. Se trata, seg¨²n los analistas, de una maniobra para hacerse con el control pol¨ªtico y garantizar la permanencia en el Gobierno del ex guerrillero sandinista.
La destituci¨®n m¨¢s reciente ocurri¨® en Boaco, basti¨®n opositor y capital de una pr¨®spera provincia ganadera a 80 kil¨®metros al noreste de Managua. El Concejo Municipal de la ciudad, con el voto de cinco concejales sandinistas y un liberal, decidi¨® destituir al alcalde liberal Hugo Barquero, argumentando malos manejos en la administraci¨®n municipal, pero sin presentar informes ni pruebas que lo demostraran. Barquero neg¨® las acusaciones y dijo que detr¨¢s de su expulsi¨®n hab¨ªa razones pol¨ªticas: el alcalde denunci¨® presiones del oficialista Frente Sandinista para que apoyara la reelecci¨®n del presidente Ortega. Al negarse, dijo, el FSLN orden¨® su destituci¨®n.
Barquero no la acept¨®, y junto a una veintena de funcionarios leales se atrincher¨® durante una semana en el Palacio Municipal. El alcalde cont¨® con el apoyo de los vecinos de Boaco, que organizaron vigilias, plantones y manifestaciones contra la destituci¨®n, sumiendo a la tradicionalmente tranquila ciudad ganadera en una crisis pol¨ªtica que se sald¨® con la entrada de las fuerzas antidisturbios, que expulsaron con violencia al alcalde y sus seguidores del ayuntamiento. El hecho fue catalogado por la oposici¨®n como un golpe de Estado a la autonom¨ªa de las provincias.
Barquero se uni¨® as¨ª a una decena de funcionarios municipales (incluidos pol¨ªticos del Frente Sandinista) que han sido castigados con humillantes destituciones por no ceder a las presiones del Ejecutivo. El caso m¨¢s sonado fue el del ahora ex alcalde Roberto Somoza, de Ciudad Sandino, municipio vecino a Managua. Somoza dijo que su destituci¨®n respond¨ªa a una "conspiraci¨®n" tramada por miembros del Frente Sandinista, ya que ¨¦l no se hab¨ªa plegado a las exigencias del partido.
Para el soci¨®logo Manuel Ortega, catedr¨¢tico de la Universidad Centroamericana, la destituci¨®n de estos alcaldes responde al proyecto del Ejecutivo de controlar todos los resortes del poder en Nicaragua. "El Gobierno ha venido haci¨¦ndose con todas las instancias para lograr un control absoluto. El FSLN concibe el ejercicio del poder m¨¢s como coerci¨®n que como persuasi¨®n y consenso. Pareciera no interesarle la legitimidad de su dominaci¨®n", explica el catedr¨¢tico. "La estrategia del Frente Sandinista es poner todas las fuerzas, instituciones gubernamentales y recursos en funci¨®n de la reelecci¨®n de Ortega".
Esa es tambi¨¦n la opini¨®n de Eduardo Montealegre, diputado y l¨ªder de los liberales. El control de las alcald¨ªas gobernadas por la oposici¨®n o por sandinistas desafectos, dice Montealegre, forma parte del plan para imponer un nuevo mandato presidencial en 2011. Algo que niega el jefe del grupo parlamentario sandinista, Edwin Castro, que insiste en que el Ejecutivo y su partido son respetuosos de la autonom¨ªa municipal.
Para el analista Roberto Orozco, investigador del Instituto de Estudios Estrat¨¦gico y Pol¨ªticas P¨²blicas (IEEPP), lo preocupante de las destituciones, adem¨¢s de la violaci¨®n a las leyes, es el manejo pol¨ªtico que Ortega ha hecho de la Polic¨ªa Nacional, instituci¨®n que hasta hace poco era una de las mejor valoradas del pa¨ªs. Han sido oficiales de la polic¨ªa los que han ido desalojando a la fuerza a los alcaldes, cumpliendo ¨®rdenes no de la jefa de la Polic¨ªa Nacional, Aminta Granera, sino directamente del presidente Ortega, explica Orozco.
"Ya no podemos hablar ni siquiera de se?ales, sino de un claro sesgo pol¨ªtico en la gesti¨®n institucional de la Polic¨ªa. En Boaco no estaba mandando Granera. Ella parece quedar en un mero discurso. Fue una decisi¨®n pol¨ªtica. La orden la dio un mando superior, que es Daniel Ortega", dice Orozco. El mismo alcalde Barquero denunci¨® la manipulaci¨®n pol¨ªtica de las fuerzas del orden. "La Polic¨ªa est¨¢ a las ¨®rdenes del FSLN. No conf¨ªo en Aminta Granera. Ella no asume la responsabilidad real de cuidar al pueblo", dijo.
El pasado mi¨¦rcoles, el alcalde Barquero encabez¨® una marcha en la que miles de personas recorrieron la ciudad en repudio del "golpe de Estado" en Boaco, ¨²nica capital provincial no gobernada por sandinistas. En la manifestaci¨®n, Barquero hizo un llamamiento a plantar cara al avasallamiento de las instituciones por parte de Ortega. "Boaco encendi¨® la mecha de la paz y la democracia y tenemos que seguir aliment¨¢ndola. Tenemos que continuar esta lucha. El de la institucionalidad es el ¨²nico camino que debemos tomar", dijo el alcalde.
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