Robo y rescate del fabuloso tesoro del bar¨®n del castillo de Llorach

Lo ¨²ltimo q ue pod¨ªa pensarse era que aquel caser¨®n destartalado situado en Riudecols (Baix Camp, Tarragona) acog¨ªa un fabuloso tesoro. De hecho, los ladrones que el pasado d¨ªa 14 lo asaltaron s¨®lo sab¨ªan que en su interior hab¨ªa "cosas bonitas". Pero el robo ha descubierto el secreto. Entre los muros de la mansi¨®n se escond¨ªan joyas que su propietario tasa en 300 millones de euros, cifra que los Mossos d'Esquadra no se atreven a desmentir.

El propietario de la mansi¨®n es Lloren? Jaume Grau-Pla, descendiente del bar¨®n de Llorach, se?or feudal del castillo del mismo nombre en la edad media. Este hombre de 65 a?os hab¨ªa acumulado en el caser¨®n una cascada de tiaras, collares, anillos, medallas y reliquias, la mayor¨ªa del siglo XII, que ayer deslumbr¨® y dej¨® estupefactos a todos cuando fueron expuestas por las fuerzas de seguridad que las hab¨ªan recuperado. "Mantengo la casa desvencijada a prop¨®sito, para camuflar la colecci¨®n de alto valor que guardo en el interior", declar¨® Grau-Pla con desparpajo. "La mayor¨ªa son piezas heredadas de la familia", a?adi¨®. Tambi¨¦n admiti¨® que el tesoro no estaba asegurado.

El propietario dice que manten¨ªa la casa ruinosa para camuflar la colecci¨®n

Esa t¨¢ctica del disimulo qued¨® desbaratada por el jardinero de la finca, sobre el que pesa una orden de b¨²squeda y captura. El hombre ten¨ªa acceso al interior de la mansi¨®n y conoc¨ªa parte de las riquezas que ocultaba la casa. Al parecer, las comparti¨® en una charla trivial con varios conocidos y coment¨® que en la casa en que trabajaba hab¨ªa "cosas bonitas", se?alaron fuentes de la investigaci¨®n. Otros dos compatriotas se interesaron por el asunto sin saber de qu¨¦ se trataba. "Son ladrones de poca monta, pensaban que robaban en un caser¨®n cualquiera", subrayaron fuentes policiales. Con la colaboraci¨®n del jardinero, los hombres forzaron la entrada de la finca y vaciaron literalmente la colecci¨®n de Grau-Pla. El propietario, soltero y que reside con su hermana mayor en una impresionante finca modernista de Reus -conocida como la Casa del Bar¨®n de Llorach- s¨®lo suele acudir a la mansi¨®n de Riudecols en verano y alg¨²n fin de semana, por lo que no dio la alarma hasta d¨ªas despu¨¦s.

Para entonces, la inexperiencia de los ladrones ya hab¨ªa quedado patente. Dos de los asaltantes (los hermanos Claudiu Ionut T. y Ovidiu Stefanel T., de 20 y 24 a?os y nacionalidad rumana) denunciaron al d¨ªa siguiente de cometer el robo un asalto con agresi¨®n en su domicilio de Riudoms, unos 10 kil¨®metros al sureste de la finca asaltada.

Los agentes se personaron en el lugar y, tras comprobar la incongruencia de su relato, inspeccionaron el inmueble. En un calcet¨ªn hallaron una moneda antigua que los vincul¨® con el robo. La investigaci¨®n considera que el presunto asalto denunciado por los ladrones lo protagoniz¨® el jardinero tras una discusi¨®n por el reparto del bot¨ªn.

Los detenidos negaron los hechos hasta que los agentes localizaron en su veh¨ªculo una c¨¢mara fotogr¨¢fica con fotos del tesoro y en la que aparec¨ªan otras cuatro personas: el jardinero y otros tres sujetos a¨²n sin identificar. Un exhaustivo registro posterior localiz¨® cientos de joyas en un saco oculto en un barranco de dif¨ªcil acceso cercano al inmueble de los arrestados. En su interior hab¨ªa tambi¨¦n jarras, bandejas y cuberter¨ªa de plata, un relicario del siglo XII con una costilla de santa Baldesca, una decena de diademas de plata con pedrer¨ªas de diamantes, perlas y rub¨ªes... El inventario es interminable, seg¨²n los Mossos. "Cantidad, calidad y categor¨ªa", resume el propietario.

El Juzgado de Reus ha decretado prisi¨®n preventiva para los detenidos. Los agentes buscan ahora al jardinero, que mantiene presuntamente en su propiedad alrededor del 15% del material robado.

La riqueza acumulada en el caser¨ªo de apariencia ruinosa dej¨® perplejos a agentes y vecinos de la localidad. "Ha sido surrealista, porque aqu¨ª casi nadie sab¨ªa de este tesoro", resumi¨® el alcalde de Riudecols, Pere Solanellas.

El propietario de la mansi¨®n, satisfecho, concuerda la versi¨®n de los lugare?os: "S¨®lo los que entran a la vivienda saben lo que guardaba all¨ª. Son cosas que no tienen precio. No hay dinero para comprarlas".