Un trabajo mod¨¦lico
Hay ficciones sobre personajes tan trascendentes como lamentablemente reales, con turbia conducta, con responsabilidad ante la historia, el aqu¨ª y ahora m¨¢s inquietante, que poseen a?adido morbo y en las que la invenci¨®n podr¨ªa acercarse a la autenticidad. El antiguo primer ministro de Reino Unido que protagoniza la muy atractiva novela de Robert Harris El poder en la sombra se llama Adam Lang, y le acusan p¨²blicamente de haber colaborado en el secuestro y las torturas de la CIA a ciudadanos brit¨¢nicos. Lang est¨¢ inmerso en un fabuloso contrato con una editorial para publicar sus memorias, biograf¨ªa que aunque vaya firmada por ¨¦l ser¨¢ escrita por un negro, un profesional que desde el anonimato dar¨¢ la conveniente forma literaria a los recuerdos vitales y la carrera pol¨ªtica del acosado pr¨®cer. Hasta los habitantes del limbo pueden intuir que est¨¢n hablando de Tony Blair, de aquel informado l¨ªder que ayud¨® a invadir y devastar un pa¨ªs muy lejano en el sagrado nombre de una abyecta mentira.
EL ESCRITOR
Direcci¨®n: Roman Polanski.
Int¨¦rpretes: Ewan McGregor, Pierce Brosnan, Kim Cattrall, Olivia Williams, Tom Wilkinson, Timothy Hutton.
G¨¦nero: thriller. Reino Unido, 2010.
Duraci¨®n: 128 minutos.
Imaginar en im¨¢genes y sonidos las desventuras, las intrigas, los clandestinos delitos y los intereses s¨®rdidos que han forjado el pasado de este hombre y amenazan su presente puede convertirse en un retrato con escasas huellas de pol¨ªtica-ficci¨®n y en un espect¨¢culo apasionante si cae en manos de un acreditado narrador de historias retorcidas, de alguien con capacidad para dotar de tensi¨®n y misterio a un universo de falsas apariencias, de sombras, de ocultaci¨®n. Hitchcock se hubiera sentido en su ambiente con ese argumento. Polanski, un creador obsesionado con el mal en sus muy variadas formas, sabe que aqu¨ª est¨¢ al servicio de una idea ajena, que su autor¨ªa ser¨¢ menos reconocible, pero hace un mod¨¦lico trabajo profesional, un relato plagado de suspense, humor c¨¢ustico, al¨¦rgico a los t¨®picos, imprevisible, malicioso, con poder¨ªo visual y di¨¢logos mordaces, en el que no sobra ni falta nada.
El magisterio de un director para el que la c¨¢mara no tiene secretos, de un impagable transmisor de clima, inventor de secuencias perfectas que te hacen sentir id¨¦ntica tensi¨®n, mosqueo y miedo que ese negro empe?ado en bucear en los peligrosos enigmas y en las maquiav¨¦licas ocultaciones de su biografiado, tambi¨¦n se prolonga a interpretaciones muy s¨®lidas de protagonistas y secundarios. Polanski lo hace imponi¨¦ndo econom¨ªa de gestos a un actor con tendencia al pasote como Ewan McGregor, propiciando que el infravalorado Pierce Brosnan haga una creaci¨®n memorable de Blair. Perd¨®n por el lapsus mental... me refiero a Adam Lang.
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