El Vaticano ignor¨® abusos continuados de otro cura
Ruggero Conti fue denunciado sin ¨¦xito ante la Santa Sede - La justicia ordinaria le conden¨® al a?o por agresi¨®n sexual
El sacerdote italiano Ruggero Conti, de 56 a?os, procesado y arrestado por prostituci¨®n de menores y violencia sexual continuada y agravada sobre siete j¨®venes, adem¨¢s de sospechoso de otros delitos sexuales que se remontan a 30 a?os atr¨¢s, fue protegido y encubierto durante a?os por las m¨¢s altas autoridades vaticanas, que desoyeron las denuncias de las v¨ªctimas.
En 2007, Roberto Mirabile, presidente de la ONG italiana contra la pederastia El Caramelo Bueno, llev¨® al Vaticano un informe con testimonios de v¨ªctimas que documentaban c¨®mo Conti oblig¨® a varios menores de 12 o 13 a?os y con dificultades econ¨®micas a intercambiar sexo oral y masturbaciones en el oratorio, en su casa y en campamentos de verano. No obtuvo respuesta.
Cuatro dirigentes eclesi¨¢sticos evitaron actuar contra el cura
"Confes¨¦ porque mi mujer me pidi¨® que nos casara", admite una v¨ªctima
"La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica conoc¨ªa los hechos desde hace a?os", afirma la ONG. "Llevamos nuestro informe a cuatro dirigentes de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), y ninguno hizo nada. Unos se limitaban a enviarnos al otro". Los implicados son Mauro Parmeggiani, secretario del cardenal Camillo Ruini y obispo de T¨ªvoli; el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de San Pedro y vicario general del Papa; y Mauro Rivella, ex subsecretario de la CEI.
"No les constaba"
Finalmente, Mirabile se entrevist¨® con el promotor de justicia (fiscal) de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna. Y este se neg¨® a abrir una investigaci¨®n. "Aleg¨® que no pod¨ªa intervenir porque no les constaba que Conti hubiera abusado", dice. "Nos dijo que no se pod¨ªa hacer nada; en un momento dado sali¨® del despacho a verificar si ten¨ªan alguna noticia en el archivo; volvi¨® 15 minutos despu¨¦s y dijo que no hab¨ªa nada, que actu¨¢ramos nosotros".
Interpelado por este diario, Scicluna confirma ese encuentro y se defiende: "Cuando el caso lleg¨® a la Congregaci¨®n, no ten¨ªamos ninguna indicaci¨®n de abusos por parte de los superiores del sacerdote. Las denuncias que tra¨ªan no estaban firmadas, y, por tanto, no pod¨ªamos actuar. Yo les anim¨¦ a acudir a la justicia civil porque ellos tienen medios que nosotros no tenemos, como las escuchas telef¨®nicas. Estamos siguiendo el caso de cerca".
Ante las reiteradas negativas, la ONG acudi¨® a los carabineros y a la justicia penal y se constituy¨® en acusaci¨®n civil. El 30 de junio de 2008, Conti ingres¨® en la c¨¢rcel acusado de prostituci¨®n de menores y abusos sexuales contra siete ni?os; unos 40 episodios cometidos entre 1998 y 2008. Seg¨²n el fiscal Francesco Scavo, Conti continu¨® abusando de v¨ªctimas que hoy tienen entre 18 y 23 a?os despu¨¦s de que se notificara al Vaticano. A cambio, Conti daba a los chicos entre 10 y 30 euros y, a veces, les regalaba ropa. La polic¨ªa encontr¨® material pornogr¨¢fico en el ordenador de la parroquia, pero no pudo determinar si pertenec¨ªa al cura, y hall¨® varios sms sospechosos en su m¨®vil.
Conti es un cura muy activo y con amigos poderosos en Italia. Su detenci¨®n produjo un terremoto silencioso en el Vaticano. Renato Farina, firma de Il Giornale, el diario de la familia Berlusconi, ha acudido a las sesiones del juicio y ha defendido la inocencia de Conti, que era adem¨¢s asesor para las pol¨ªticas de periferia y familia del alcalde de Roma, Giani Alemanno. El Ayuntamiento declin¨® constituirse en parte civil durante el proceso.
Desde 2009, don Ruggi, como le llaman sus fieles de la di¨®cesis de Porto Santa Rufina, est¨¢ bajo arresto domiciliario por razones de salud (es obeso y tiene hipertensi¨®n), aunque la ley antiviolaciones excluye esa medida para los agresores sexuales. Mientras tanto, el Vaticano a¨²n no ha despojado al sacerdote del estado clerical; la Congregaci¨®n ni siquiera ha abierto un proceso can¨®nico.
Cuando la noticia salt¨® a los medios, cuatro nuevas v¨ªctimas salieron a la luz y afirmaron que Conti abus¨® de ellos hace 29 a?os, antes de ser ordenado sacerdote, cuando era profesor en un colegio de Legnano, cerca de Mil¨¢n. Tanto Roberto Mirabile como las v¨ªctimas han sido presionados y amenazados por los seguidores del cura durante el juicio. La asociaci¨®n y el fiscal han denunciado haber recibido sendas cartas con proyectiles.
P. F., un ex alumno de Legnano que tiene hoy 44 a?os, cont¨® a los jueces llorando su drama. "He decidido contar los abusos que sufr¨ª, despu¨¦s de tantos a?os, porque mi mujer me pidi¨® que Conti nos casara. Entonces decid¨ª sincerarme con ella. Ahora estoy mortificado por no haberlo contado antes. Habr¨ªa podido evitar otros abusos".
Desde Legnano, Conti fue trasladado a la di¨®cesis romana de Porto Santa Rufina, y all¨ª sigui¨® actuando. Seg¨²n El Caramelo Bueno, varios superiores ocultaron a sabiendas su actividad. "Su jefe en Legnano, Carlo Galli, lo sab¨ªa, y por eso le traslad¨® a Roma; una vez en Roma, Conti fue pasando de parroquia en parroquia con la anuencia del obispo Gino Reali". Gino Reali es el obispo que en 2005 traslad¨® a Espa?a al cura sospechoso de pedofilia Jos¨¦ Poveda S¨¢nchezpor rumores que circulaban en la di¨®cesis. Cuando el fiscal le reprocha en 2008 por haber encubierto a Poveda y a Conti, Reali dice: "No hab¨ªa pruebas suficientes".
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