Timonel, a rumbo de salida
El 'Gale¨®n Andaluc¨ªa' comienza su traves¨ªa a Shangai cargado de entusiasmo
"Timonel, a rumbo de salida est¨¢". Con estas palabras, m¨¢gicas para muchos, el pr¨¢ctico del puerto de C¨¢diz despidi¨® al Gale¨®n Andaluc¨ªa. Son las 10.50 del pasado mi¨¦rcoles y sopla levante, el barco del pr¨¢ctico ha guiado a la nave, r¨¦plica de las que en el siglo XVII iban para China cargadas de plata y volv¨ªan repletas de objetos de lujo asi¨¢ticos, hasta la salida del puerto. La tripulaci¨®n lo despide con un aplauso.
La nave zarpa rumbo a M¨¢laga, la ¨²ltima ciudad espa?ola en la que hace una parada antes de iniciar su ansiada aventura: navegar hasta Shanghai. El Gale¨®n Andaluc¨ªa, un proyecto de la Fundaci¨®n Nao Victoria que preside Juan Salas, se convertir¨¢ en pabell¨®n flotante para representar a empresas andaluzas en la Exposici¨®n Universal de Shanghai el pr¨®ximo mes de julio. Ser¨¢n m¨¢s de tres meses de traves¨ªa, al mando del capit¨¢n Antonio Gonzalo de la Cruz, y muchas escalas en las que la expedici¨®n, con 32 tripulantes, ofrecer¨¢ lo m¨¢s innovador de las empresas andaluzas en un contenedor del siglo XVII.
La embarcaci¨®n, r¨¦plica de las naves del siglo XVII, estar¨¢ en la Expo de China
El barco, flotado por la Fundaci¨®n Nao Victoria, ser¨¢ embajador andaluz
Pero si de algo est¨¢ cargado el gale¨®n es de entusiasmo. Del entusiasmo que destila su tripulaci¨®n: 25 j¨®venes, la mayor¨ªa universitarios y con una media de 28 a?os. Entre ellos hay tres mujeres, algo inusual en este tipo de expediciones, que hacen las mismas labores que el resto de sus compa?eros. Llegar a formar parte de la mariner¨ªa no ha sido f¨¢cil. Los aspirantes, seleccionados entre m¨¢s de 200 j¨®venes dispuestos a embarcarse, han trabajado en Punta Umbr¨ªa (Huelva) en la construcci¨®n de este inmenso barco de madera con alma de fibra de vidrio. Con 51 metros de eslora y 10 metros de manga, a la nave de 540 toneladas la mover¨¢n 950 metros cuadrados de velas; aunque cuando los vientos no sean favorables, el gale¨®n abandonar¨¢ el siglo XVII y arrancar¨¢ los motores.
"Entonces, un barco de 500 toneladas lo llevaban 90 hombres. Ahora, aunque las maniobras son las mismas, porque todas las labores a bordo se realizan como en el siglo XVII, tengo el apoyo de los motores.
El barco, de cubierta para arriba, es aut¨¦ntico; pero nosotros contamos con todos los elementos de navegaci¨®n y seguridad del siglo XXI", explica el capit¨¢n Gonzalo de la Cruz, cordob¨¦s de 58 a?os y afincado en C¨¢diz en cuya Universidad es profesor de la Facultad de Ciencias N¨¢uticas de Marina Mercante.
A pesar de la camarader¨ªa que reina a bordo, tanto el capit¨¢n como el contramaestre, Perico Garrido, a quien todos llaman La Voz, imponen con sus ¨®rdenes. Contemplar a 20 personas, cada uno con su cabo, desplegando la vela mayor es todo un espect¨¢culo. "Uno, dos, tres, ?ya!; uno, dos, tres, ?ya!...", va marcando La Voz, cada vez que los marineros tienen que ir tirando de los pesados cabos.
"Navegar", eso es todo lo que espera Alfonso D¨ªaz, El Choco, onubense de 29 a?os y uno de los hombres fundamentales de la tripulaci¨®n. Una respuesta que se repite en todas las bocas, por eso, desplegar el velamen completo es un deseo compartido por todos, desde el capit¨¢n hasta el m¨¢s joven de los marineros: Alfonso Calvo, sevillano y 22 a?os reci¨¦n cumplidos. En la traves¨ªa de C¨¢diz a M¨¢laga, puerto en el que estar¨¢ el gale¨®n hasta el pr¨®ximo martes, el deseo no pudo cumplirse. Primero por un terco levante que soplaba en contra y, despu¨¦s de cruzar el Estrecho, porque apenas soplaban dos nudos.
El Choco, como la mayor¨ªa, ha pasado por la Nao Victoria, otra r¨¦plica realizada en Andaluc¨ªa que dio la vuelta al mundo entre 2004 y 2006, y tiene el "veneno" de la sal en las venas. A ninguno parece importarle la dureza de las guardias -hay tres turnos de siete personas cada cuatro horas-, la incomodidad de las literas, ni los escasos sueldos que van a recibir.
Esther Garc¨ªa, onubense de 39 a?os, funcionaria y licenciada en Humanidades, aprovecha el viaje para hacer su tesis doctoral: un estudio antropol¨®gico en el que compara la vida a bordo entre el siglo XVII y el XXI pero eso, como al resto, no la exime del trabajo.
Pero este sue?o, ahora compartido, lo emprendi¨® en solitario hace cuatro a?os Ignacio Fern¨¢ndez Vial, historiador de la Navegaci¨®n y autor de otras muchas embarcaciones entre ellas la famosa Nao Victoria. Despu¨¦s de pasar dos a?os investigando en archivos, dise?¨® y construy¨®, junto a Joaqu¨ªn Garrido y al contramaestre Perico Garrido, este sue?o hecho madera y velas con el que Andaluc¨ªa va a pavonearse por el mundo.
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