Un polvor¨ªn en el C¨¢ucaso
El Kremlin ha perdido el control de una regi¨®n marcada por la pobreza, las mafias y el radicalismo islamista
La situaci¨®n en el C¨¢ucaso del Norte es el problema "m¨¢s serio" de la pol¨ªtica interior de Rusia. As¨ª lo dijo el presidente, Dmitri Medv¨¦dev, en su ¨²ltimo discurso sobre el estado de la naci¨®n y as¨ª lo indica la violencia de la que han sido v¨ªctimas miles de personas. Pese a todas las medidas militares, policiales, administrativas y econ¨®micas adoptadas por Mosc¨², el C¨¢ucaso sigue siendo un foco desestabilizador que ha extendido su influencia a otras zonas del Estado. Desde la guerra de Chechenia, que fue su germen inicial, la semilla se ha ramificado en diversos conflictos superpuestos y mezclados, que se manifiestan en cada estallido de terror.
El 16 de abril de 2009, las autoridades federales rusas abolieron el r¨¦gimen contraterrorista impuesto en Chechenia en 1999. El acontecimiento pudo ser considerado por algunos como el fin simb¨®lico de una etapa de la historia de Rusia, que se inici¨® en oto?o de 1991, cuando la URSS se agrietaba y el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, se concentraba en independizarse del sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov como el checheno Dzhojar Dud¨¢iev, un general de aviaci¨®n, lo hac¨ªa en independizarse de Yeltsin.
La guerra, que de hecho comenz¨® entonces, tuvo dos fases ¨¢lgidas, la primera de 1994 (cuando Yeltsin mand¨® los tanques a Grozni) a 1996 (cuando se firm¨® la paz con los separatistas de Asl¨¢n Masj¨¢dov) y la segunda, desde el verano de 1999, cuando el entonces jefe de Gobierno Vlad¨ªmir Putin reaccion¨® militarmente a la incursi¨®n de los separatistas chechenos, dirigidos por Shamil Bas¨¢yev, en varios pueblos de Daguest¨¢n, donde hab¨ªa arraigado una excluyente comunidad isl¨¢mica. Con los a?os, los "nacionalistas ¨¦tnicos" se metamorfosearon en "terroristas isl¨¢micos" y su guerra por la independencia, en una yihad, una "guerra santa" que afecta la zona musulmana norcauc¨¢sica y que contin¨²a hoy.
El Kremlin ha intentado diversos m¨¦todos para apaciguar la regi¨®n. El ¨²ltimo de ellos ha sido la decisi¨®n, anunciada el 19 de enero pasado, de crear un nuevo distrito federal que agrupa las unidades administrativas m¨¢s conflictivas. Este distrito ha sido encomendado a un pol¨ªtico con fama de buen gestor econ¨®mico como es Alexandr Jloponin, que ejerc¨ªa como gobernador de la provincia siberiana de Krasnoyarsk. Jlaponin ha sido nombrado tambi¨¦n primer vicejefe de Gobierno y ha recibido enormes competencias. Su antecesor en la zona, Dmitri Ust¨ªnov, un antiguo fiscal general, no se distingui¨® por su eficacia.
El islamismo radical es un elemento importante en la oleada de terror, pero no el ¨²nico. En el C¨¢ucaso hay enormes problemas sociales y econ¨®micos y el paro en algunas regiones afecta a m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n. Los fondos que el Estado federal destina a la econom¨ªa parecen desaparecer en el pozo sin fondo de la corrupci¨®n administrativa, pero la falta de recursos sigue siendo motivo de queja por parte de l¨ªderes locales como Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el presidente de Chechenia, que ha levantado una lujosa mezquita y que ha reconstruido las ruinas de Grozni, la capital.
La violencia ha ido en aumento. En 2009, un total de 1.263 personas murieron (entre militares, polic¨ªas y civiles) en 786 ataques guerrilleros, seg¨²n cifras oficiales. En 2008, los muertos fueron 914, y la mayor actividad terrorista se registraba en Ingushetia, Daguest¨¢n y Chechenia. A principios de diciembre, el general Nik¨®lai Rogozhkin, viceministro de Interior con mando en el C¨¢ucaso, calificaba la situaci¨®n de "dif¨ªcil pero manejable" y aseguraba que m¨¢s de 230 "bandidos" hab¨ªan sido "exterminados" y m¨¢s de 120 bases militares y escondrijos de armamento, destruidos.
La vida cotidiana de los habitantes de Ingushetia, Daguest¨¢n, Chechenia y Kabardino-Balkaria, por citar cuatro territorios de cultura musulmana del C¨¢ucaso, est¨¢ marcada por el miedo a verse atrapados en alguna de las redes de la violencia que se superponen y se mezclan: polic¨ªas contra extremistas y viceversa, polic¨ªas contra inocentes confundidos con extremistas; representantes de las estructuras federales de seguridad contra sospechosos locales; ajustes de cuentas entre clanes locales y luchas de los extremistas isl¨¢micos o representantes del "islam limpio" contra los defensores del islam tradicional. En este ¨²ltimo apartado, m¨¢s de 60 dignatarios religiosos y familiares suyos han muerto v¨ªctimas de los extremistas, seg¨²n escrib¨ªa Rom¨¢n Sil¨¢ntev en enero en el suplemento religioso de Nezav¨ªsimaia Gazeta. En 2009, cinco imanes fueron asesinados y otros cinco fueron heridos, se?alaba el experto, seg¨²n el cual la guerra de los radicales contra los tradicionales ha afectado tambi¨¦n a sofisticados miembros del islam tradicional practicado en el norte del C¨¢ucaso y amenazado por el radicalismo. ?ste se ha visto alimentado por ideas de justicia social y tambi¨¦n por el desempleo. En el C¨¢ucaso, los j¨®venes siguen ech¨¢ndose al monte y nadie sabe exactamente cu¨¢ntos son. Las cifras barajadas van desde varias decenas a varios centenares, pero el n¨²mero de muertos es m¨¢s elocuente y concreto.
Entre las medidas de Mosc¨² para pacificar el C¨¢ucaso hay que destacar la transferencia del conflicto de Chechenia a responsables locales, lo que se ha llamado la "chechenizaci¨®n". El hombre fuerte de aquella rep¨²blica es Ramz¨¢n Kad¨ªrov, hijo de Ajmad Kad¨ªrov, un mufti asesinado en 2004, que luch¨® contra los rusos en 1994-1996, pero despu¨¦s se ali¨® con ellos en contra de los fundamentalistas. Ramz¨¢n supervisa hoy las manifestaciones del islam local y, a cambio de la "estabilidad" que proporciona, el Kremlin hace la vista gorda ante los abusos en derechos humanos y la introducci¨®n de normas anticonstitucionales, como la obligatoriedad del pa?uelo para las mujeres.
En Ingushetia, el Kremlin puso sus esperanzas en Iuns-bek Yevk¨²rov, que sustituy¨® en 2008 al impopular Murat Zi¨¢zikov, un general del Servicio Federal de Seguridad. Con un estilo directo y claro, Yevk¨²rov, general de contrainteligencia, logr¨® establecer un di¨¢logo con la sociedad civil, muy traumatizada por la brutalidad de los ¨®rganos de orden p¨²blico al mando de Zi¨¢zikov, pero fue ¨¦l mismo v¨ªctima en 2009 de un atentado que casi le cost¨® la vida.
En Daguest¨¢n, el Kremlin ha vuelto a buscar l¨ªderes en el elenco tradicional y ha nombrado m¨¢ximo dirigente a Magamed Magomedsalam Magom¨¦dov, hombre de negocios e hijo de un anterior l¨ªder sustituido en 2006 porque no enderezaba la situaci¨®n. Entre el padre y el hijo, Daguest¨¢n ha sido dirigido por Muj¨¢ Al¨ªev, un educado funcionario que tambi¨¦n fracas¨® en el intento.
Rusia-Chechenia, una historia de terror
- Deportaci¨®n en 1944. La historia de las relaciones entre rusos y chechenos est¨¢ plagada de violencia. El 22 y 23 de febrero de 1944, unos 400.000 chechenos e ingushetios son deportados por orden de Josef Stalin hacia Asia central y Siberia. M¨¢s de la mitad muere durante el viaje. En 1957, el presidente de la URSS, Nikita Jruschov, permite el regreso de los expulsados a sus hogares.
- La rebeli¨®n contra Mosc¨². Tras la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el 9 de noviembre de 1991, la rep¨²blica de Chechenia-Ingushetia se levanta contra Rusia. El l¨ªder independentista, el general Dzhojar Dud¨¢iev, hab¨ªa sido elegido presidente el 27 de octubre con el 85% de los votos. La revuelta provoca la separaci¨®n entre Chechenia e Ingushetia.
- La primera guerra de Chechenia. Las tropas rusas entran en diciembre de 1994 en Chechenia para acabar con el movimiento independentista. Los combates se generalizan a toda la rep¨²blica. La resistencia de los independentistas fue feroz, sobre todo en Grozni.
- Ataques contra Rusia. El conflicto se extiende al territorio ruso. En junio de 1995, guerrilleros chechenos asaltan un hospital en la ciudad de Budi¨®nnovsk, en el sur del pa¨ªs, y toman centenares de rehenes. El asalto rebelde y la posterior respuesta militar rusa causan m¨¢s de 100 muertos.
- Un armisticio d¨¦bil. Despu¨¦s de que Mosc¨² matara a Dud¨¢iev, el general ruso Alexander Lebed y el jefe checheno Asl¨¢n Masj¨¢dov firman un armisticio. La guerra ha causado 100.000 muertos.
- Segunda guerra. En septiembre de 1999, una oleada de atentados destruye varios edificios en Mosc¨², Buynask, Volgodonsk y San Petersburgo. Vlad¨ªmir Putin culpa a los chechenos y logra el permiso del Parlamento para atacar con 30.000 soldados.
- Asalto al teatro Dubrovka. El 23 de octubre de 2002, en respuesta a la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito ruso en Chechenia, criticada por las organizaciones de derechos humanos, un grupo de radicales islamistas, muchos de ellos mujeres, toma el teatro Dubrovka, en Mosc¨², con 700 espectadores dentro. El rescate termina en desastre: las fuerzas de seguridad rusas asaltan el teatro y matan a todos los secuestradores, pero tambi¨¦n perecen 150 de los rehenes.
- El r¨¦gimen de los Kad¨ªrov. En 2003, en unas elecciones tachadas de fraudulentas, Ajmad Kad¨ªrov, hombre del Kremlin, es elegido presidente de Chechenia. Morir¨¢ un a?o despu¨¦s, en un atentado en Grozni. Mosc¨² nombra para sucederle a su hijo Ramz¨¢n. Ambos est¨¢n acusados de imponer la normalizaci¨®n en la rep¨²blica
a base de asesinatos y violaciones de los derechos humanos.
- Matanza en Besl¨¢n. El 1 de septiembre de 2004, un grupo de terroristas chechenos toma una escuela en Besl¨¢n, en Osetia del Norte, y la llena de explosivos. Dos d¨ªas despu¨¦s, las fuerzas de seguridad rusas asaltan el colegio. La operaci¨®n termina con la muerte de 331 rehenes, la mitad de ellos ni?os.
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