Una tierra de frontera y olvido

Las lluvias y el abandono destruyeron la torre del homenaje del castillo de Constantina (Sevilla) el pasado 10 de marzo. El lugar que hace siglos serv¨ªa de escenario para el juramento de fidelidad hecho a un rey o un se?or, se vino abajo. Momentos importantes de la historia se llevaron su recuerdo con el derrumbe.

Muchas zonas de Andaluc¨ªa fueron durante la Edad Media tierras de frontera. La Reconquista salpic¨® de centenares de castillos un territorio por el que combatieron musulmanes y cristianos (no siempre unos contra otros; las guerras intestinas tambi¨¦n desangraron a ambos contendientes). Hay alrededor de 800 castillos de origen medieval en la comunidad aut¨®noma. Un 65% de ellos se halla en mal estado.

"La obligaci¨®n de conservar estos monumentos la tiene el propietario"

La Consejer¨ªa de Cultura ha realizado 100 intervenciones

Muchos castillos fueron abandonados y quedaron a merced de los temporales y las malas hierbas. En el caso de la torre del homenaje de Constantina, los indicios que auguraban el derrumbe no fueron tenidos en cuenta. Unos d¨ªas antes de su desplome se vio una grieta que part¨ªa la torre de arriba abajo. Nadie actu¨® y la torre se desmoron¨®.

Guadalupe Ruiz, directora general de Bienes Culturales de la Consejer¨ªa de Cultura, recalca que la propiedad de los castillos est¨¢ muy repartida. Los hay de propiedad municipal. Otros son de propiedad privada. Algunos pertenecen al Estado. E incluso la Junta es due?a de varios. "La Ley de Patrimonio [Hist¨®rico de Andaluc¨ªa] dice que la obligaci¨®n de conservar un castillo la tiene el propietario. La Consejer¨ªa de Cultura tiene la obligaci¨®n de colaborar con el propietario. Pero quien est¨¢ obligado a conservar el castillo es el propietario", afirma Ruiz.

La Consejer¨ªa de Cultura puso en funcionamiento en 2006 el Plan de Arquitectura Defensiva de Andaluc¨ªa (PADA). "Con este plan hemos llevado a cabo en torno a 100 actuaciones en castillos, murallas, torres, barbacanas y fosos. La mayor parte de nuestras actuaciones son de consolidaci¨®n b¨¢sica para que no se sigan deteriorando", resume Ruiz. La Junta ha invertido un promedio de ocho millones de euros anuales en arquitectura defensiva desde 2006.

La Consejer¨ªa de Cultura ha comprado los castillos de Belalc¨¢zar (C¨®rdoba) y V¨¦lez-Blanco (Almer¨ªa) con el objeto de resaltar su valor. Entre las actuaciones de conservaci¨®n y restauraci¨®n m¨¢s destacadas de la Junta figuran las efectuadas en los castillos de Sancho IV (Cumbres Mayores, Huelva), Burgalimar (Ba?os de la Encina, Ja¨¦n), Bacares (Almer¨ªa), Bujalance (C¨®rdoba) y Priego de C¨®rdoba. Tambi¨¦n son importantes las obras de restauraci¨®n de lienzos del Castillo de Aroche (Huelva). Se desarrollaron asimismo actuaciones en los castillos de San Romualdo (San Fernando, C¨¢diz), Zagra (Granada), Anzur (Puente Genil, C¨®rdoba), La Iruela (Ja¨¦n), San Esteban (Santisteban del Puerto, Ja¨¦n), Los Molares (Sevilla) y Solera (Huelma, Ja¨¦n). Son ejemplos entre decenas de obras.

Jos¨¦ Cuaresma, jefe de servicio de Conservaci¨®n y Obras de la Direcci¨®n General de Bienes Culturales, sostiene que el concepto de arquitectura defensiva se ha ampliado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. "Los inventarios cl¨¢sicos de arquitectura defensiva andaluza de los a?os 60 hablaban de unos 800 castillos. Se ce?¨ªan fundamentalmente a castillos medievales ¨¢rabes y cristianos", detalla Cuaresma.

El nuevo inventario incluir¨¢ desde un fort¨ªn prehist¨®rico de la cultura de Los Millares (Almer¨ªa), que se desarroll¨® hace 5.000 a?os, hasta los b¨²nkeres de la Guerra Civil. "El nuevo inventario de arquitectura defensiva estar¨¢ hecho como m¨ªnimo dentro de dos o tres a?os", agrega el jefe de servicio de Conservaci¨®n y Obras de la Direcci¨®n General de Bienes Culturales. Este inventario incluir¨¢ en torno a tres millares de elementos fechados entre el a?o 3000 antes de Cristo y la Guerra Civil.

Hay algunos castillos que est¨¢n muy bien conservados porque mantuvieron un uso como cuartel, establo o dep¨®sito de grano, entre otras funciones. Los que dejaron de usarse quedaron abandonados. Luego, lleg¨® el expolio. Sin uso de ninguno tipo y situados a la intemperie, las lluvias y temporales hicieron el resto. "Dos terceras partes de los castillos andaluces est¨¢n mal", resume Cuaresma.

?Cu¨¢les son los problemas principales a los que se enfrentan los castillos? "El abandono. El hecho de que est¨¢n a la intemperie. Salen higueras y matorrales. La vegetaci¨®n y la meteorolog¨ªa revientan las estructuras. El expolio es otro problema. Muchos castillos se saquearon a base de llevarse sillares (piedras labradas), escudos y portadas", relata el jefe de servicio de Conservaci¨®n y Obras de la Direcci¨®n General de Bienes Culturales.

El expolio fue muy acusado en el siglo XIX y principios del siglo XX. A la rapi?a de los saqueadores se uni¨® el pobre material de construcci¨®n. "Muchos castillos son de tapial (barro prensado). Est¨¢n construidos con materiales f¨¢cilmente degradables con el paso del tiempo", puntualiza Cuaresma.

Son muchos los factores negativos que se suman para deteriorar el patrimonio de arquitectura defensiva. La inversi¨®n econ¨®mica no puede tapar todos los agujeros en un momento de crisis. La gente debe ser consciente de la importancia de preservar los castillos. El PADA prev¨¦ tambi¨¦n medidas para difundir y explicar la riqueza de este patrimonio esencial de Andaluc¨ªa.