Por fin las mujeres mandan
Tras un siglo sin dejarlas entrar, un club de Ribadavia tiene ahora direcci¨®n femenina
"Hasta los a?os 90 s¨®lo pod¨ªamos acceder por ser esposa de, hija de o hermana de", explica Maria Jos¨¦ Escudero. Ella es una de las cinco mujeres que forman la primera directiva femenina en la historia centenaria del Club Art¨ªstico de Ribadavia (Ourense). ?nicamente una mujer desempe?¨® el cargo de vocal durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, desde que se modificara el reglamento que s¨®lo permit¨ªa a los hombres alcanzar la condici¨®n de socio.
"El club se qued¨® obsoleto, se dejaron de hacer actividades, y arrastra la fama de machista y cerrado", explica Isabel G¨®mez, la nueva presidenta desde el 20 de marzo. La sociedad, situada en el centro de la capital de O Ribeiro, fue durante muchos a?os el coraz¨®n de la vida social. Tanto que hasta en la fachada exist¨ªa un hueco, con barandilla incluida, por el que los no socios pod¨ªan observar los bailes que se celebraban en la sala de fiestas situada en el s¨®tano.
"No hab¨ªa ninguna candidatura, nadie que cogiese la patata caliente"
El estatus de socio estuvo reservado para los hombres hasta los a?os 90
De las grandes veladas con la flor y nata de la villa, el club ha evolucionado hacia una profunda crisis. El edificio tiene tres niveles con grandes salones, biblioteca o salas de lectura. La ¨²nica actividad que se desarroll¨® durante los ¨²ltimos a?os, explica la directiva, es la de cuatro ancianos que iban a leer el peri¨®dico a la cafeter¨ªa. "Lo que ves en la cristalera es lo que hay", define Mar¨ªa Jos¨¦ Escudero. La secretaria de la entidad comenta no saber lo que piensa la vieja guardia, pero hasta ahora s¨®lo han recibido "felicitaciones de todo el mundo". El resto de la nueva directiva la completan Celsa Ferreiro y Avelina Mart¨ªnez como vocales, y Antonia Fern¨¢ndez como tesorera. Esta ¨²ltima insiste en que en la calle todos est¨¢n muy contentos: "No hab¨ªa ninguna candidatura, nadie que cogiese la patata caliente".
Los a?os 70 y 80 fueron de las mejores etapas del Club Art¨ªstico. La presidenta cree que la entidad podr¨ªa haber alcanzado los 1.700 socios y actualmente la cifra ha descendido hasta los 700. "Estamos en una de las peores ¨¦pocas, un porcentaje muy elevado ha ido muriendo o se ha dado de baja", explica G¨®mez. Despu¨¦s de que el anterior presidente anunciara su renuncia, la sociedad atravesaba serias dificultades. Sin una nueva candidatura s¨®lo quedaban dos opciones, crear una gestora o disolver el club.
Las cinco nuevas directivas son amigas y decidieron presentarse para evitar la desaparici¨®n de la sociedad. "Que la candidatura sea de mujeres no ha sido premeditado", asegura Escudero. Parten con el objetivo de borrar la fama conservadora y elitista de la sociedad. "No vengo de ninguna familia hist¨®rica de Ribadavia, la m¨ªa es humilde y queremos transmitir que el club es una instituci¨®n totalmente abierta y democr¨¢tica", explica G¨®mez. Una copla de los a?os 30 refleja la imagen que desde siempre ha tenido el casino: "Xa pasei por diante dos que est¨¢n no club, xa quedan mirando como tes a cara, como tes o cu". La nueva c¨²pula indica que las pocas actividades del club est¨¢n muy enfocadas a hombres mayores para "ver partidos o jugar la partida". En la segunda mitad de los a?os 80 y principios de los 90 se sucedieron grandes transformaciones en el Club Art¨ªstico. Los socios empezaron a dividirse en dos grupos, el inmovilista y el reformador. Estos ¨²ltimos recibieron del nombre de "Os da ladeira", ya que en pleno debate un continuista los calific¨® as¨ª mientras intentaba hacerlos callar.
Os da ladeira ganaron la batalla y los cambios llegaron al club art¨ªstico. Desapareci¨® el antiguo sistema de castas entre los asociados que diferenciaba a socios de n¨²mero, con voz y voto, y eventuales, s¨®lo con voz. Faltaba pensar en las ribadavienses, que en plena democracia pod¨ªan divorciarse o presidir un Gobierno, pero no ser socias sin depender de un hombre del Club Art¨ªstico de Ribadavia.
"La excepci¨®n para entrar era que hubiese muerto la figura masculina que supuestamente se hac¨ªa cargo de ti", explica Mar¨ªa Jos¨¦ Escudero. As¨ª, hasta que en el a?o 1990 la entidad record¨® que las mujeres tambi¨¦n ten¨ªan algo que decir. Dos d¨¦cadas despu¨¦s el papel reformador, como el de Os da ladeira, lo interpretan mujeres de mediana edad y que est¨¢n vinculadas al club desde que eran adolescentes.
La meta para las cinco directivas es atraer a los j¨®venes. No exist¨ªan los pubs en los a?os de los grandes bailes y saben que tienen que presentarles una oferta atractiva. "Hemos cedido la sala de fiestas para que una asociaci¨®n juvenil presente el festival de m¨²sica Arteficial", comenta G¨®mez. El Club no cuenta ni con un ordenador, y pretenden instalar varios equipos y wifi, y pintar y acondicionar la biblioteca. La tesorera subraya: "No queremos que los socios pague un recibo a cambio de no recibir nada".
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