Los planes de pensiones pierden cada vez m¨¢s atractivo
Las aportaciones caen un 28% en cuatro a?os
La reforma del sistema p¨²blico de pensiones polariza el debate pol¨ªtico. La demograf¨ªa impone su ley: la proporci¨®n de mayores de 65 a?os sobre las personas en edad de trabajar crecer¨¢ en las pr¨®ximas tres d¨¦cadas. Eso obliga a cambios, aunque hay una discrepancia radical entre los que defienden que es suficiente con ajustar el sistema, y los que propugnan modificaciones de fondo, como alargar la edad de jubilaci¨®n, senda que el Gobierno est¨¢ dispuesto a transitar.
Pero un vistazo a los planes de pensiones privados, la soluci¨®n promovida durante a?os por los organismos internacionales, evidencia que la necesidad de reformas es generalizada. Y que, pese a los incentivos fiscales, cada vez tienen menos atractivo para los ciudadanos.
El declive coincide con el repunte de los planes de previsi¨®n asegurados
Las comisiones, la baja rentabilidad y la fiscalidad penalizan la f¨®rmula
Los datos recopilados por el Banco de Espa?a en un informe publicado esta semana muestran que las aportaciones a planes de pensiones privados apenas sumaron 5.606 millones el a?o pasado, el m¨ªnimo en la ¨²ltima d¨¦cada.
El contraste es a¨²n mayor si se tiene en cuenta que en 1999 apenas hab¨ªa 3,6 millones de part¨ªcipes en fondos de pensiones y ahora rozan los 11 millones. La cuesta abajo comenz¨® despu¨¦s de la ¨²ltima rebaja fiscal, en 2007, y cogi¨® pendiente en 2008, con el estallido de la crisis financiera. En los ¨²ltimos cuatro a?os, las aportaciones han descendido un 28%.
El declive de la aportaci¨®n a los planes privados de pensiones coincide con el repunte de otro tipo de instrumentos, como los planes de previsi¨®n asegurados (que garantiza un tipo de inter¨¦s fijo anual). "A este auge ha podido contribuir la oferta de un rendimiento fijo en un entorno de gran incertidumbre en los mercados financieros", comenta el estudio del Banco de Espa?a.
En el acusado descenso de aportaciones a los planes de pensiones privados pesa la reforma fiscal de 2006. Hasta entonces, el jubilado que quer¨ªa disponer de su fondo pod¨ªa aplicarse una reducci¨®n del 40% en el IRPF al pagar impuestos por las aportaciones hechas, siempre que lo rescatase de una sola vez.
El Gobierno quiso acabar con este tratamiento favorable para primar que el fondo se cobrara como renta vitalicia, un esquema que casaba mejor con el objetivo de complementar la pensi¨®n mensual.
Los expertos advirtieron entonces que buena parte de las aportaciones a planes de pensiones correspond¨ªan a contribuyentes adinerados que, sin ese beneficio fiscal, dirigir¨ªan sus dineros a otras inversiones.
Si la supresi¨®n de la reducci¨®n fiscal -el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, ha incluido entre sus propuestas econ¨®micas la rectificaci¨®n de esta medida- motiv¨® en buena parte del escal¨®n entre 2006 y 2007, cuando las aportaciones bajaron en casi 1.000 millones, la crisis financiera empuj¨® otro recorte similar en 2008. Ese a?o, el desplome de las Bolsas -y de la rentabilidad de los planes de pensiones que invert¨ªan en acciones- se tradujo en aversi¨®n al riesgo, y al final, en un crecimiento desaforado de los planes de previsi¨®n asegurados, con aportaciones cercanas a los 2.500 millones.
Pero m¨¢s all¨¢ de decisiones pol¨ªticas y crisis financieras, los planes de pensiones privados tienen un boquete en su l¨ªnea de flotaci¨®n: su escas¨ªsima rentabilidad. Seg¨²n un completo informe elaborado por Pablo Fern¨¢ndez y Javier del Campo, de la escuela de negocios IESE, "el resultado global de los fondos no justifica la discriminaci¨®n fiscal a su favor", que se concreta en reducciones anuales en la base imponible del IRPF (el l¨ªmite general son 10.000 euros de aportaci¨®n).
El an¨¢lisis de los investigadores del IESE concluye que la rentabilidad promedio acumulada por "los planes de pensiones en los ¨²ltimos 3, 5 y 10 a?os, fue sensiblemente inferior a la inflaci¨®n y a la de los bonos del Estado a cualquier plazo". Seg¨²n este estudio, ning¨²n plan con m¨¢s de 15 a?os de historia ha logrado superar la rentabilidad que se habr¨ªa obtenido al invertir ese dinero en Bolsa. M¨¢s a¨²n, "en muchos casos los inversores perdieron la desgravaci¨®n fiscal con la que el Estado les indujo a invertir en fondos de pensiones en menos de cinco a?os".
"El decepcionante resultado global de los fondos se debe a las elevadas comisiones, a la composici¨®n de la cartera y a la gesti¨®n activa", resumen los autores del estudio. En 2009, gestoras y entidades financieras se embolsaron 1.013 millones en comisiones, que est¨¢n entre las m¨¢s caras de Europa.
La cartera est¨¢ muy volcada a t¨ªtulos de renta fija, m¨¢s seguros pero con rentabilidad menor. Y aun as¨ª, los gestores realizan compras y ventas muy a menudo para cambiar, de forma aparente, la composici¨®n de esa cartera. "Es imposible saber si esa gesti¨®n activa ha generado valor para sus part¨ªcipes, aunque s¨ª que ha generado valor para los departamentos de Bolsa que realizaron las compras y ventas de valores, al cobrar comisiones que pagaron los part¨ªcipes", advierte el estudio.
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