13.000 llamadas desbordan la l¨ªnea sobre abusos de la Iglesia alemana
Especialistas asesoran a los afectados y derivan casos a las di¨®cesis y fiscal¨ªas
M¨¢s de 13.000 llamadas han atascado la l¨ªnea telef¨®nica sobre abusos sexuales desde que la Iglesia cat¨®lica alemana la puso en marcha el pasado 30 de marzo. En los tres primeros d¨ªas, justo antes de Semana Santa, las l¨ªneas se inundaron de una inesperada cantidad de personas que ped¨ªan asesoramiento: quer¨ªan romper el silencio y denunciar los abusos que se hab¨ªan cometido sobre ellos.
"No nos esper¨¢bamos una respuesta parecida", admiti¨® Stephan Kronemburg, portavoz de la di¨®cesis de Tr¨¦veris, quien inform¨® la prensa de los resultados de los primeros pasos de la l¨ªnea telef¨®nica. Seg¨²n los datos ofrecidos por Kronemburg, el n¨²mero total de llamadas fue de 13.293, hechas por 2.670 personas, ya que muchos lo intentaron varias veces antes de lograr comunicarse. El equipo que se hace cargo de dar asistencia a las v¨ªctimas y los familiares ha podido contestar hasta ahora solamente al 18% de las peticiones de ayuda recibidas.
"Ayudamos a que re¨²nan el valor de denunciar", dice un portavoz
Desde principios de a?o han salido a la luz 300 denuncias a miembros del clero
La Conferencia Episcopal Alemana, al anunciar el servicio, dijo que estar¨ªa dirigido por psic¨®logos y trabajadores sociales de la ciudad occidental de Tr¨¦veris. Entre otras razones, porque el arzobispo de esa di¨®cesis, Stephan Ackermann, ha sido elegido como representante oficial de la Iglesia para gestionar las crecientes denuncias de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero.
Los especialistas han hablado hasta ahora con 394 personas, y las conversaciones han durado desde unos pocos minutos hasta una hora. Mientras, otros 91 usuarios han recibido ayuda a trav¨¦s de la web que completa el servicio de la l¨ªnea telef¨®nica, seg¨²n los datos del obispado de Tr¨¦veris.
"La l¨ªnea abre la puerta para que las v¨ªctimas re¨²nan el coraje de denunciar, les ofrecemos un primer asesoramiento", explic¨® Kronemburg por correo electr¨®nico: "Sin embargo, no es un instrumento de investigaci¨®n", a?adi¨®, por lo que no se puede decir con exactitud cu¨¢ntos nuevos casos se han conocido a trav¨¦s de ella.
A quienes marcan el n¨²mero 0800-1201000 les contesta una voz que dice que un experto est¨¢ escuchando y que pueden empezar a hablar. "Los encargados de los obispados y las di¨®cesis mismas siguen siendo, como antes, los referentes centrales para las v¨ªctimas", asegur¨® el portavoz, "por lo que se aconseja a quienes llaman que acudan cuanto antes al obispado responsable". La mayor¨ªa de los que han llamado hasta ahora a la l¨ªnea telef¨®nica de la Iglesia son personas que dicen haber sufrido abusos sexuales o familiares de las v¨ªctimas. Tambi¨¦n ha habido casos de denuncias por agresiones f¨ªsicas.
Los datos proporcionan una fotograf¨ªa de la verdadera "dimensi¨®n del esc¨¢ndalo", seg¨²n Kronemburg. "Si las personas que atienden esos tel¨¦fonos se enteran de un presunto caso de pederastia protagonizado por un sacerdote en funciones, alertar¨¢n a la di¨®cesis y la fiscal¨ªa", asegur¨®.
Esta iniciativa est¨¢ dentro de la gesti¨®n independiente del esc¨¢ndalo de los abusos de las directrices del Vaticano que est¨¢ llevando a cabo la Iglesia alemana. El presidente del Comit¨¦ Central de los Cat¨®licos de este pa¨ªs, Alois Gl¨¹ck, dijo en una entrevista con la radio NDR que "no se trata de esperar que la situaci¨®n alemana se solucione en Roma, se trata de actuar aqu¨ª, en Alemania", asegur¨®.
Desde principios de a?o han salido a la luz m¨¢s de 300 casos de denuncias de abusos f¨ªsicos y sexuales entre 1950 y 1990 en el pa¨ªs de procedencia del Papa. El esc¨¢ndalo ha llegado a salpicar el mismo Benedicto XVI por el posible encubrimiento de un cura en la di¨®cesis de M¨²nich cuando ¨¦l era arzobispo. Tambi¨¦n a su hermano Georg Ratzinger, por abusos en el ¨¢mbito del coro de voces blancas de Regensburg, cuando era su director. Con casi dos tercios de las 27 di¨®cesis de Alemania afectadas por el esc¨¢ndalo, la presi¨®n aumenta para romper con lo que se ha denominado el "muro de silencio".
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