La literatura juvenil, m¨¢s all¨¢ de druidas y dragones

Detr¨¢s de las historias de dragones y curtidos druidas, ne¨®fitos aventureros y seres encantados, subyacen temas atemporales, ajenos a esos cat¨¢logos que fragmentan los libros seg¨²n la edad del lector. Por eso, las secciones de literatura juvenil de las librer¨ªas estadounidenses y brit¨¢nicas se hallan, cada vez m¨¢s, "asediadas por adultos en busca de t¨ªtulos nuevos". Estas impresiones son de Kristin Cashore, una escritora de literatura para j¨®venes, que logr¨® ubicarse en la lista de ventas de The New York Times pocas semanas despu¨¦s de publicar su segunda novela, Fuego (en castellano en Roca Editorial y en Estrella Polar en catal¨¢n). Novela que lleva escasos d¨ªas en las librer¨ªas espa?olas y que abre el espectro de un g¨¦nero precedido a su antojo por Harry Potter y Crep¨²sculo.

"Trato el sexo de frente, como le gustar¨ªa a cualquier persona joven"

Historias caracterizadas por personajes adolescentes, llenas de acontecimientos fant¨¢sticos y que "dejan cierta impresi¨®n de frescura en el lector". Esos son los ingredientes que a juicio de la novelista deber¨ªa tener toda obra de literatura para j¨®venes. Graceling, primera obra de Cashore (Boston, 1977), lleva 150.000 ejemplares vendidos en Estados Unidos y 20.000 en Espa?a, seg¨²n la editorial Roca. Y ha recibido rese?as elogiosas de medios como The Washington Post o Los Angeles Times.

En Fuego retoma los personajes de Graceling, pero la historia se remonta a 30 a?os antes. "El libro se puede leer aparte, no es necesario pasar primero por Graceling. Son dos historias independientes con los mismos personajes". Protagonistas que son siempre mujeres. "Creo que jam¨¢s podr¨ªa escribir desde la perspectiva de un hombre. Esto es parte de mi experiencia. Crec¨ª en una cultura cristiana, muy cerrada, donde no se daba la misma libertad a las chicas que a los chicos. Por eso mis personajes son mujeres valientes, con poderes sobrenaturales e independientes".

Sobre la "reticencia" que cierto sector de la cr¨ªtica ha mostrado hacia el g¨¦nero, Cashore encuentra una actitud inexplicable: "Es una postura poco condescendiente, es como si alguien le dijera a sus hijos: 'mira, esto es una basura y a m¨ª no me sirve, as¨ª que mejor l¨¦elo t¨²".

Marketing y publicidad. Dos palabras que la novelista estadounidense pronuncia con frecuencia. "Reconozco que parte importante del ¨¦xito de mis libros se debe al boom publicitario. En Alemania, por ejemplo, donde se han vendido muy bien, se puede conseguir una variedad de productos relacionados con el libro". La autora anglosajona lleva consigo una mochila negra decorada con alg¨²n pin alusivo a sus historias, y lo muestra como un trofeo.

De paseadora de perros, empaquetadora de caramelos y asistente de editor, a escritora. As¨ª ha sido el periplo de la autora antes de publicar su primer t¨ªtulo. Tambi¨¦n curs¨® un m¨¢ster en literatura juvenil, donde aprendi¨® a canalizar los relatos de unas "voces de j¨®venes que me rondaban la cabeza desde alg¨²n tiempo atr¨¢s".

"Cuando me enter¨¦ de que hab¨ªa entrado en la lista de The New York Times, pens¨¦: 'oh, ya lo he conseguido, no tendr¨¦ que esforzarme mucho m¨¢s'. Con el tiempo me he dado cuenta de que por el contrario, cada vez ha sido m¨¢s complicado. El siguiente paso ha sido mantenerme. Y despu¨¦s, te das cuenta de la lucha por escalar en los listados. Un tema que no me interesa".

El nombre de la nueva novela tiene varias connotaciones. Por un lado se remite al nombre de la hero¨ªna principal, Fuego, una adolescente capaz de leer la mente y comunicarse sin hablar. Por otro, una alusi¨®n al tono sensual que recorre sus p¨¢ginas: "Hay aspectos un tanto vetados que deben ser abordados desde la literatura juvenil. Es el caso de la sexualidad. Un tema que trato de frente, con mucha sinceridad, como le gustar¨ªa a cualquier persona joven que le hablaran".