Sangre, sudor y l¨¢grimas en Reino Unido
Muy afectados por el estallido de una doble burbuja, la financiera y la inmobiliaria, y con un fuerte d¨¦ficit p¨²blico, los brit¨¢nicos tienen que apretarse el cintur¨®n. El c¨®mo es el elemento clave del debate electoral
Tras el estallido de las burbujas inmobiliaria y financiera en 2007, Reino Unido se ha enfrentado a una situaci¨®n de crisis similar a la de Espa?a. Sin embargo, la evoluci¨®n de las magnitudes fundamentales (particular-mente el desempleo) as¨ª como el debate de pol¨ªtica econ¨®mica han sido muy diferentes en ambos pa¨ªses. Tanto las diferencias como las similitudes pueden contener lecciones ¨²tiles para Espa?a.
Desde principios de 1990, la econom¨ªa brit¨¢nica experiment¨® un crecimiento estable con suaves ciclos: el PIB creci¨® de manera constante en torno al 3%, los precios de la vivienda crecieron a un promedio del 10%, y el desempleo se redujo del 10% al 5%.
A mediados de 2007, estas tendencias se invirtieron repentinamente. Desde el verano del 2007, el PIB brit¨¢nico ha disminuido en un 4%, el desempleo ha aumentado al 8% y los precios de la vivienda han disminuido en un 15%. Existe un temor real de que gran parte de esta p¨¦rdida sea permanente, dado que, hist¨®ricamente, las recesiones provocadas por crisis financieras han tendido a causar importantes efectos permanentes sobre el PIB.
La crisis del sector financiero, motor del crecimiento brit¨¢nico, es m¨¢s grave que en Espa?a
El mercado laboral y el sector inmobiliario han mostrado mayor flexibilidad all¨ª que aqu¨ª
La crisis. A diferencia de la crisis en Espa?a, muy directamente relacionada con el sector de la construcci¨®n y s¨®lo indirectamente relacionada con el sector financiero, el impacto directo de la crisis en el sector financiero ha sido importante en Reino Unido. El sector financiero empleaba aproximadamente al 20% de la fuerza laboral de Reino Unido y fue responsable de m¨¢s del 50% de la creaci¨®n de empleo desde 1995. La reasignaci¨®n de los trabajadores del sector financiero a otros sectores ser¨¢ un proceso prolongado y complejo, como en Espa?a lo es la reasignaci¨®n de recursos de la construcci¨®n a otros sectores.
Un problema clave que dificulta la recuperaci¨®n en Espa?a es la falta de ajuste de los precios en el mercado de trabajo y en el de la vivienda: la demanda cae, pero los precios no caen, y el mercado no se ajusta m¨¢s que mediante desempleo y viviendas vac¨ªas. En Reino Unido, a pesar del impacto brutal de la ca¨ªda del crecimiento econ¨®mico, la p¨¦rdida de empleos ha sido mucho m¨¢s reducida que en Espa?a: el Gobierno brit¨¢nico prev¨¦ que el desempleo alcanzar¨¢ su m¨¢ximo en torno al 8% en 2010. De forma similar, los precios de la vivienda se han estabilizado tras una fuerte ca¨ªda. Los hogares, eso s¨ª, se han quedado con activos reducidos para su jubilaci¨®n: el patrimonio neto de los hogares se redujo entre 2007 y 2009 de 375.000 libras a 330.000 libras, es decir, lo equivalente a la p¨¦rdida de ingresos de m¨¢s de un a?o.
Como Espa?a, Reino Unido ha tenido un d¨¦ficit comercial anual elevado durante los ¨²ltimos 20 a?os. Cabr¨ªa pensar que la flexibilidad del tipo de cambio ofrece una v¨ªa hacia el equilibrio que no existe en Espa?a, pero de momento no ha sido as¨ª. A pesar de que la libra se ha debilitado significativamente durante la crisis, el d¨¦ficit comercial y por cuenta corriente est¨¢n de nuevo en aumento tras una breve reducci¨®n inicial.
El d¨¦ficit. En cuanto al d¨¦ficit p¨²blico, la crisis ha abierto una brecha entre los ingresos y gastos de alrededor del 11% del PIB. Parte del d¨¦ficit es c¨ªclico, y se volver¨¢ a ajustar cuando la econom¨ªa se recupere. Pero el d¨¦ficit tiene un fuerte componente estructural, estimado entre el 7,8% y el 9%, uno de los m¨¢s elevados del mundo. Como consecuencia se est¨¢ produciendo un aumento importante de la deuda p¨²blica, que ha subido del 40% del PIB a previsiones por encima del 75% del PIB en 2014.
?Sufrir¨¢ Reino Unido una crisis de deuda similar a la que est¨¢ sufriendo Grecia? La respuesta depende de c¨®mo los mercados financieros perciban la credibilidad futura de Reino Unido. De momento, parecen bastante optimistas: los diferenciales entre los tipos de inter¨¦s de los bonos de Reino Unido y los de Estados Unidos o Alemania son muy reducidos. Otro factor favorable a Reino Unido es que, a diferencia de Grecia y Espa?a, la deuda existente est¨¢ financiada a muy largo plazo, lo que evita tener que acudir al mercado continuamente a refinanciar: s¨®lo el 18% es a menos de cinco a?os. Eso s¨ª, las expectativas de inflaci¨®n han aumentado y actualmente se sit¨²an en cerca de 3,5%.
En cualquier caso, la salida de una situaci¨®n de d¨¦ficit tan prolongada ser¨¢ dram¨¢tica: el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Gobierno brit¨¢nico deber¨¢ mantener super¨¢vits presupuestarios estructurales del 5% durante la d¨¦cada de 2020 para que la deuda p¨²blica caiga hasta el 60% del PIB. Esto requerir¨ªa un ajuste de 12,8 puntos porcentuales en el d¨¦ficit estructural como proporci¨®n del PIB en la pr¨®xima d¨¦cada, uno de los mayores ajustes fiscales en la historia reciente, mayor que el que llev¨® a cabo Margaret Thatcher.
El debate pol¨ªtico. De cara a las elecciones, tanto laboristas como conservadores han adoptado una ret¨®rica dura de reducci¨®n del gasto p¨²blico. Aunque ambos han presentado algunas medidas concretas, ninguno ha presentado un plan integral para abordar los problemas del d¨¦ficit estructural, que probablemente ser¨¢ la tarea central en la agenda de la pol¨ªtica econ¨®mica del pr¨®ximo Ejecutivo.
El actual Gobierno laborista anunci¨® planes a largo plazo en el presupuesto de 2009 para reducir el d¨¦ficit mediante una reducci¨®n a la mitad de las inversiones entre 2009 y 2012, una ca¨ªda de los gastos generales en un 2% al a?o a partir de abril de 2011 (en comparaci¨®n con el crecimiento hist¨®rico de alrededor del 4%) y la introducci¨®n de un tipo marginal (a partir de las 150.000 libras de ingresos) del 50% en el impuesto sobre la renta. Tambi¨¦n ha anunciado una congelaci¨®n parcial de los salarios p¨²blicos.
Los conservadores, por su parte, han propuesto un a?o de congelaci¨®n de sueldos p¨²blicos en 2011, la suspensi¨®n de cr¨¦ditos fiscales a las familias con ingresos superiores a 50.000 libras y la reducci¨®n del subsidio infantil, con el objetivo ¨²ltimo de lograr el equilibrio presupuestario estructural actual al final del horizonte de pron¨®stico (2015-2016).
El debate tambi¨¦n incluye varias reformas estructurales. Ambos partidos apoyan las reformas de las pensiones introducidas por la comisi¨®n Turner, nombrada por el Gobierno de Blair en 2004, que propuso aumentar la edad de jubilaci¨®n de las mujeres a 65 a?os en 2020 y aumentar la edad de jubilaci¨®n de ambos sexos a 66 en 2026. Los conservadores plantean adelantar la fecha en que la edad de jubilaci¨®n del Estado comienza a elevarse a 66, al 2016 para los hombres y el 2020 para las mujeres.
Adem¨¢s, ambos partidos han propuesto cambios institucionales que podr¨ªan ayudar a reducir los d¨¦ficits en el futuro. El partido laborista prefiere un enfoque basado en las reglas fiscales, mientras que los conservadores han propuesto la introducci¨®n de una nueva instituci¨®n: un Consejo de Responsabilidad Fiscal que producir¨ªa previsiones presupuestarias a medio plazo y evaluar¨ªa la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas p¨²blicas.
El futuro. Hay signos iniciales de que empieza la recuperaci¨®n de la profunda recesi¨®n de los ¨²ltimos dos a?os. Sin embargo, la recuperaci¨®n ser¨¢ lenta y todav¨ªa no hay se?al de cambios en el d¨¦ficit en cuenta corriente que Reino Unido ha desarrollado durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. La compleja situaci¨®n internacional, la incertidumbre en el sector financiero, y las consecuencias de una reducci¨®n brutal del gasto p¨²blico configuran una situaci¨®n en la que el panorama para Reino Unido contin¨²a caracterizado por un alto grado de incertidumbre. Pero el mejor funcionamiento del mercado de trabajo y de la vivienda que en Espa?a, el mayor consenso pol¨ªtico, sobre todo sobre la necesidad de consolidaci¨®n fiscal, y el hecho de que el problema de las pensiones se haya resuelto ya favorecen una salida de la crisis m¨¢s clara e inmediata que en Espa?a.
Luis Garicano y John Van Reenen son profesores del Center for Economic Performance de la London School of Economics.
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