El FMI va a Europa
Con la participaci¨®n central del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el plan de rescate de la zona euro para Grecia, el organismo multilateral de cr¨¦dito ha cerrado el c¨ªrculo. En sus primeros d¨ªas, despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, la funci¨®n principal del FMI fue ayudar a Europa a superar los estragos de la guerra. En otros tiempos el Fondo ten¨ªa decenas de programas en todo el continente (como lo demostramos, Rong Qian, Carmen Reinhart y yo en una nueva investigaci¨®n sobre la "graduaci¨®n" de las crisis de deuda soberana). No obstante, hasta antes de la crisis financiera, la mayor¨ªa de los europeos asum¨ªan que ya eran demasiado ricos para pasar la humillaci¨®n de pedir asistencia financiera al Fondo.
Europa se ha convertido en la zona cero de la mayor expansi¨®n de cr¨¦ditos e influencia del FMI en a?os
Bienvenidos a la nueva era. Europa se ha convertido en la zona cero de la mayor expansi¨®n de cr¨¦ditos e influencia que el FMI haya tenido en a?os. Varios de los grandes pa¨ªses de Europa Oriental, incluidos Hungr¨ªa, Rumania y Ucrania, ya tienen programas sustanciales de cr¨¦dito del FMI. Ahora, los pa¨ªses de la zona euro han acordado que el Fondo tambi¨¦n puede participar en Grecia y, presumiblemente, en Portugal, Espa?a, Italia e Irlanda, de ser necesario.
El resurgimiento del FMI en el ¨²ltimo a?o es impresionante. Limitado por la ret¨®rica populista durante la crisis de deuda asi¨¢tica de finales de los a?os noventa, el Fondo ha estado luchando para volver a anclar sus pol¨ªticas y reconstruir su imagen. Cuando el franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn tom¨® las riendas en el oto?o de 2007, incluso los pa¨ªses pobres de ?frica le daban la espalda como a un leproso y prefer¨ªan hacer tratos con prestamistas no tradicionales como China. En ausencia de nuevos negocios y nuevos ingresos, el Fondo encaraba fuertes recortes para asegurar su propia supervivencia.
Cu¨¢nto puede cambiar las cosas una crisis. Ahora el FMI ha ascendido al Olimpo. En abril de 2009, los l¨ªderes del G-20 aprobaron cuadriplicar la capacidad de pr¨¦stamo del Fondo. El incremento tal vez fue exagerado en la fiebre del momento, pero en realidad una buena parte del dinero al parecer ya se ha materializado. Y para Europa, la ayuda ha llegado muy a tiempo.
?La llegada del FMI a Europa se?ala acaso el principio del fin de los enormes problemas de deuda de la regi¨®n? En absoluto. El Fondo no concede regalos, solamente ofrece cr¨¦ditos puente para dar tiempo a los pa¨ªses en quiebra de solucionar sus problemas de presupuesto. Aunque los pa¨ªses ocasionalmente pueden solucionar sus problemas de deuda, como hizo China con su crisis bancaria de los a?os noventa, los pa¨ªses en quiebra normalmente se enfrentan a una dolorosa aritm¨¦tica presupuestal. Para evitar el impago y la inflaci¨®n, la mayor¨ªa de los pa¨ªses se ven obligados a aceptar importantes alzas de impuestos y recortes del gasto, lo cual a menudo desencadena o agudiza una recesi¨®n.
Para ser justos, la reputaci¨®n del Fondo de imponer austeridad es en buena parte una ilusi¨®n. Usualmente, los pa¨ªses piden la intervenci¨®n del FMI s¨®lo cuando los mercados internacionales de capital los han rechazado y tienen que afrontar medidas restrictivas desesperadas por todos lados. Los pa¨ªses recurren a la ayuda del Fondo porque es t¨ªpicamente una opci¨®n mucho m¨¢s suave que los mercados privados.
Pero la suavidad es relativa. Ser¨¢ muy dif¨ªcil -no s¨®lo para Grecia, sino para todos los dem¨¢s pa¨ªses sobreendeudados de Europa- ajustar la pol¨ªtica fiscal en medio de la recesi¨®n sin correr el riesgo de una espiral m¨¢s acentuada. En pocas palabras, nadie quiere ser el pr¨®ximo gran solicitante de ayuda del FMI.
La llegada del FMI tampoco significa que los tenedores de bonos est¨¦n a salvo. Como lo documentamos, Qian, Reinhart y yo, ha habido numerosos casos en los que los pa¨ªses ingresan a los programas del FMI, pero terminan en situaciones de impago de todas formas. El ejemplo m¨¢s sonado es el de Argentina en 2002, pero otros casos recientes incluyen Indonesia, Uruguay y la Rep¨²blica Dominicana.
El resultado final puede ser el mismo para muchos pa¨ªses europeos. Ucrania ya est¨¢ en apuros. Pero para la mayor¨ªa, el proceso de impago soberano es como el teatro Kabuki en c¨¢mara lenta. ?Por qu¨¦ habr¨ªa de elegir un pa¨ªs el impago mientras haya benefactores ricos dispuestos a prestar dinero para preservar la ilusi¨®n de la normalidad? Es f¨¢cil tranquilizar a los mercados de bonos.
Lo que est¨¢ en juego para el FMI en Europa es enorme. No va ser un acto de equilibrio f¨¢cil. Si el Fondo pone condiciones estrictas "estilo alem¨¢n" a sus pr¨¦stamos, se arriesga a provocar una confrontaci¨®n inmediata e impago. Eso es lo que menos quiere. Hasta ahora, ha sido muy flexible en Europa oriental en donde respalda programas que dependen de proyecciones optimistas de los recortes futuros al presupuesto y del crecimiento econ¨®mico.
El problema de ser "el chico bueno" durante largo tiempo es que, incluso con los grandes recursos nuevos, el FMI no puede esperar a sus clientes para siempre. Si lo hace, tal vez no tenga los fondos suficientes para la siguiente crisis, que inevitablemente llegar¨¢, tal vez de una zona inesperada como Jap¨®n o China.
Adem¨¢s, si el Fondo pierde toda su credibilidad para catalizar reformas del presupuesto, sus magn¨¢nimos planes de rescate solamente servir¨¢n para exacerbar la crisis de deuda soberana global a¨²n mayor que se est¨¢ gestando no s¨®lo en Europa sino en Estados Unidos, Jap¨®n y otros lados. El lento crecimiento, el envejecimiento de la poblaci¨®n y los d¨¦ficit disparados son una mezcla peligrosa.
La cuesti¨®n para el FMI en Europa no es si tiene un plan viable para entrar. Tuvo un aterrizaje firme. La cuesti¨®n es si tiene una estrategia de salida viable.
Kenneth Rogoff es profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad de Harvard y fue economista jefe del FMI. ?Project Syndicate, 2010. www.project-syndicate.org Traducci¨®n de Kena Nequiz.
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