Movilizaci¨®n en Argentina para juzgar los cr¨ªmenes del franquismo

La posibilidad de que la C¨¢mara Federal aplique el principio de la jurisdicci¨®n internacional y acepte que se abra juicio por dos casos concretos de asesinatos cometidos durante la Guerra Civil espa?ola mantiene en vilo al mundo jur¨ªdico argentino y al relacionado con los derechos humanos. La demanda se presentar¨¢ el mi¨¦rcoles, apoyada por decenas de organizaciones y pretende tambi¨¦n servir de apoyo al magistrado espa?ol Baltasar Garz¨®n.

"Es inaudito e inexplicable que se pretenda inhabilitar a Garz¨®n por haber intentado investigar en Espa?a hechos parecidos", asegur¨® ayer uno de los abogados implicados en la preparaci¨®n de la demanda, Carlos Slepoy. Garz¨®n cuenta con la admiraci¨®n y devoci¨®n de los grupos de defensa de los derechos humanos en Argentina, agradecidos por los procedimientos que abri¨® en Espa?a contra el dictador chileno Augusto Pinochet y contra varios acusados de torturas y desapariciones durante la dictadura militar argentina.

La eventualidad de que un tribunal federal considere que los dos asesinatos cometidos durante el franquismo est¨¢n comprendidos en la figura jur¨ªdica del genocidio y que, por tanto, no prescriben y pueden ser juzgados por los jueces de este pa¨ªs se presenta ante muchos argentinos como la posibilidad de "devolver" el favor a Espa?a. Un sector importante de la sociedad argentina mantuvo lazos hist¨®ricos con la Rep¨²blica espa?ola y el pa¨ªs acogi¨® a miles de refugiados y exiliados al fin de la Guerra Civil.

Los abogados que llevar¨¢n directamente el caso, entre ellos Beinusz Smukler, ex miembro del Consejo de la Magistratura Nacional, muy conocido por su implicaci¨®n en organismos de recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica, conf¨ªan en que los dos casos concretos que van a presentar dar¨¢n origen r¨¢pidamente a una aut¨¦ntica bola de nieve, igual que ocurri¨® cuando el propio juez Garz¨®n puso en marcha los procedimientos judiciales contra Pinochet. Seg¨²n Smukler, ha sido la paralizaci¨®n en Espa?a de las actuaciones por los cr¨ªmenes del franquismo lo que ha incentivado el avance de la querella ante la Justicia argentina.

Esta ser¨ªa la primera vez en que la C¨¢mara Federal decidiera aplicar directamente el principio de jurisdicci¨®n internacional, lo que ya ha provocado una intensa pol¨¦mica en medios jur¨ªdicos sobre la importancia de los precedentes existentes en otros pa¨ªses. Los impulsores de la demanda consideran que tanto la Constituci¨®n argentina como una ley posterior contienen fundamentos jur¨ªdicos que permiten juzgar un delito cometido fuera del territorio argentino.

La demanda que se presentar¨¢ ma?ana, en un acto que se espera sea multitudinario, pedir¨¢ que se investiguen cr¨ªmenes cometidos entre el 17 de julio de 1936 (un d¨ªa antes del alzamiento militar organizado por el general Franco) y el 15 de julio de 1977, fecha en la que se celebraron las primeras elecciones democr¨¢ticas de la Transici¨®n.

En condiciones normales, el juez de la C¨¢mara Federal que reciba el caso (distribuido por sorteo) podr¨ªa tardar entre 20 y 30 d¨ªas en decidir si acepta la demanda o no. Contra su fallo existir¨ªa la posibilidad de presentar recurso. Un fallo positivo ser¨ªa acogido en los organismos de defensa de los derechos humanos con j¨²bilo, no s¨®lo por su importancia como precedente jur¨ªdico sino, y muy especialmente, por el respaldo simb¨®lico que recibir¨ªa el juez Baltasar Garz¨®n.

"Nadie comprende en Argentina que se pretenda inhabilitar al juez que m¨¢s ha hecho por perseguir los cr¨ªmenes de las dictaduras", asegura Slepoy. La mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n argentinos se han hecho eco estos d¨ªas del desprestigio que puede estar sufriendo la Justicia espa?ola, sometida p¨²blicamente a todo tipo de presiones. "Esperamos que el juez Garz¨®n sea exonerado de cualquier responsabilidad, pero si no fuera as¨ª plantear¨ªamos la posibilidad de que los jueces del Tribunal Supremo espa?ol estuvieran cometiendo, ellos s¨ª, prevaricaci¨®n", se indigna el abogado argentino.